Antes las parejas rompían cartas y fotos en la intimidad. Hoy se hace ante los contactos de facebook

RELACIONES DE PAREJA

La tusa en internet

Terminar una relación romántica es hoy más difícil porque las redes sociales mantienen al despechado siempre informado sobre su ex.

19 de mayo de 2012

Para olvidar un amor, antiguamente se recurría a remedios sencillos como alejarse de los sitios que la pareja frecuentaba, no recibir llamadas de esa persona y encerrarse en el cuarto a llorar incansablemente. Hoy, con los nuevos medios digitales, esto es prácticamente imposible. El despecho, dicen los expertos, es mucho más difícil de sobrellevar debido a que estas redes están informando sobre cada paso que da esa persona que se está tratando de olvidar. Aunque ya no hay comunicación, su imagen virtual sigue ahí, presente en la pantalla del computador, del teléfono celular o de la tableta.

Le sucedió, por ejemplo, a Gabriel cuando terminó su noviazgo con Patricia. Aunque todo se dio frente a frente y fue duro decir adiós, el momento de la despedida se revivió con fuerza cuando ella cambió su estatus en Facebook y, de declararse en una relación, pasó a la categoría de soltera. Esta fue para Gabriel una dolorosa constatación de que el rompimiento iba en serio. Así, las parejas que terminan con mucha frecuencia encuentran que cada pequeño detalle, cada byte de información que se sube a la red, o cada silencio por los medios electrónicos es el equivalente a un nuevo rechazo.

Sin duda, internet ha cambiado la forma como la gente se relaciona, pero también ha alterado la etiqueta del rompimiento.

Hace una década, muy pocos pensarían en ir a la casa de su expareja para vigilarla y seguirla. Pero con Facebook, perseguirla virtualmente está apenas a un clic de distancia y es una tentación diaria a la que muchos sucumben. Aunque sabe que puede ser malo para su salud emocional, quien vive la tusa siente la imperiosa necesidad de ver el perfil de su antiguo amor en las redes sociales y enterarse de dónde ha estado, con quién y a qué horas.

Algunos creen que las nuevas tecnologías son una maravilla precisamente porque ofrecen una manera discreta de enterarse de cómo va la otra persona con su duelo. Pero expertos como la psicóloga Ximena Santamaría no están de acuerdo. Ella considera que el ideal es terminar todo contacto para poder acostumbrarse a la vida sin el antiguo amor y seguir adelante. Mientras menos se sepa, mejor, porque, como dice el refrán, 'ojos que no ven corazón que no siente'. Pero en las circunstancias actuales "el duelo no avanza y uno ve que los jóvenes viven con una herida abierta que nunca sana",. enfatizó Santamaría a SEMANA.

Para Ilana Gershon, autora del libro Breaking up 2.0, Facebook es el peor problema para quienes viven una decepción amorosa. Explica que la gente piensa que con esta red social podrán satisfacer la curiosidad de qué está haciendo su antigua pareja, pero la realidad es diferente. "Mis entrevistados afirman que no logran tener la información que los satisface a través de estas tecnologías. La gente que le sigue los pasos a su ex por Facebook no parece estar mejor". Y no ayuda porque las lecturas que hacen de la información que obtienen no es precisa y solo da pie a especulaciones. "Hacen interpretaciones como esta: 'me envió un mensaje a las dos de la mañana, eso significa que no podía dormir'. En realidad no provee el cierre definitivo a esa historia, que es lo que esperan lograr", dice Gershon.

Santamaría añade a la lista la aplicación WhatsApp, que registra la hora en que la persona estuvo conectada por última vez. "Esto genera mucha ansiedad porque uno se da cuenta de que el otro estuvo activo, por ejemplo, a las tres de la mañana. Entonces empiezan a hacer sus propias elucubraciones: será que estaba con otra, será que no puede dormir por que le hago falta. Todo esto hace parte de la angustia de saber si el otro me supera primero o lo contrario", dice Santamaría.

Internet también supone nuevos peligros posteriores a la separación. Con frecuencia los entusados aprovechan que conocen las claves del correo electrónico del otro y, sin escrúpulos, revisan su correspondencia digital. Así fue como Carolina supo que la verdadera razón por la cual su novio le terminó tenía nombre y apellido. Cuando lo confrontó, él no tuvo otra opción que aceptarlo, lo que para ella fue como revivir la ruptura inicial. Es cierto que antes las parejas rompían las cartas y quemaban las fotos, pero por lo general lo hacían en la intimidad. Ahora, no solo hay más decisiones que tomar, sino que todo esto se hace públicamente. De hecho, Gershon señala que parte de las dificultades es que la gente tiene que resolver una variedad de nuevos interrogantes cuando se acaba la relación: ¿borrar o no las fotos? ¿Eliminar los mensajes en el muro? ¿Suprimir su nombre del celular? ¿Sacarlo de los contactos de Messenger? ¿Borrar su pin del BlackBerry?

Y es que cuando los noviazgos se hacen públicos en estas comunidades virtuales, es factible que el círculo cercano también se afecte por la manera como se maneja el periodo posterior al rompimiento. "La familia de una amiga se enteró de su rompimiento porque ella cortó a su novio de las fotos, pero nunca dijo nada. Eso fue muy duro para todos".Esto sin mencionar lo que sucede cuando los amigos toman partido por alguno de los dos miembros de la pareja.

Muchos pensarán que ante esta situación lo mejor es sacar al ex de la lista de contactos de Facebook, Twitter y otras redes sociales. Sin embargo, esta opción no es tan fácil de adoptar. La mayoría no lo hace porque una parte de ellos no quiere perder la oportunidad de fisgonear en la vida del otro. Además, no sería justo aislarse del mundo virtual por una sola persona. "A veces, en un impulso, uno los saca de Facebook", señala Paola. "Pero luego se arrepiente porque esa era la única oportunidad de saber qué pasa con él y con quién está saliendo", explica. Otros consideran que sacarlo del listado de amigos de Facebook es demostrar públicamente que está sufriendo. Además, la gente empieza a escribir en el muro mensajes de solidaridad que hacen ver al despechado como una víctima. Ninguna de estas dos situaciones es buena para su ego.

Otro aspecto interesante de la investigación de Gershon es que sus entrevistados ponen gran énfasis en el medio por el cual se hace el rompimiento. Lo ideal es que estos asuntos se ventilen cara a cara. Pero ahora, con tantas posibilidades electrónicas para comunicarse, muchos han encontrado que está bien hacerlo incluso a través de un mensaje de texto. Otros simplemente sacan de tajo a su antiguo amor y de buenas a primeras cambian el estado romántico de su cuenta en Facebook. Sin más ni más pasan a ser solteros, con lo que confirman la teoría de los amores líquidos propuesta por Zygmunt Bauman, quien sostiene que las relaciones por internet se han convertido en el modelo para las de la vida real, en las que cada cual decide cuándo y cómo conectarse y siempre está la opción de pulsar la tecla suprimir.

Según Gershon, muchos jóvenes terminan las relaciones con un mensaje de texto no porque son cobardes, sino para evitar los ciclos de rompimiento y reconciliación en los que a veces se ven atrapados. También es frecuente que envíen un texto terminando la relación como una manera de alerta sobre la necesidad de hablar del tema. "En este caso el mensaje de texto es el nuevo 'tenemos que hablar' de otros tiempos".

No son muchas las alternativas. Los expertos señalan que el manejo depende de cada persona. Algunos, después de un tiempo de estar expuestos al ex en Facebook, deciden sacarlo sin contemplación por su bien. Otros optan por alejarse un tiempo de las redes mientras el corazón sana un poco. También hay otra medida sabia que consiste en tomar la precaución de no involucrar nunca sus relaciones amorosas en estas redes para no tener que pasar por estos dilemas cuando se terminen. Tal vez, dicen los más resignados, se trata de aceptar los nuevos tiempos y, así como antes se tenía que resolver el interrogante de cuándo devolverle las cosas al ex, ahora una gran pregunta para la que hay que tener respuesta es cuándo volver a hacerle comentarios en el muro de Facebook.