La ‘U’ virtual

Con la masificacion del uso de Internet y otras tecnologias se abre el debate en torno al impacto que tendrán sobre la educación superior.

2 de octubre de 2000

Actualmente los estudiantes en las universidades se transportan día a día a sus institutos y cumplen un horario. Sin embargo el mundo profesional está cambiando radicalmente en todos los países del mundo. Cada vez, de una manera más notoria, se masifican los sistemas de telebancos, teleseguros y telecompras y muchos profesionales con un computador equipado con módem y fax no tienen la necesidad de acudir a diario a la misma hora a sus lugares de estudio o trabajo.

Para muchos investigadores sociales se está pasando de una sociedad que depende del movimiento físico de la gente a través de medios de transporte común, por aire, tierra y mar a una sociedad basada en redes de la telecomunicación en las que no sólo el sonido, sino también la imagen, viajan para crear una presencia virtual, es decir, de efecto, pero no real. Y la educación superior no es ajena a este fenómeno

En el área educativa se está presenciando una tendencia hacia el desarrollo de instituciones físicamente pequeñas en lugar de las grandes tradicionales, con la ventaja de que aun siendo pequeñas son pocos los límites físicos para interactuar y expandir su área de acción hacia otras instituciones del entorno nacional e internacional. Son las llamadas universidades virtuales.

No tienen aulas, ni sillas, ni alumnos que asistan a clase. Se trata de espacios cibernáuticos en los cuales los alumnos que se matriculan reciben una cuenta de correo electrónico y la documentación para conocer el funcionamiento y los distintos espacios virtuales de la universidad. Cada alumno tiene un profesor o tutor encargado, a quien puede consultar o hacer comentarios on line. Si se trata de una materia específica el alumno se comunica directamente con el profesor especializado a través de su computadora, con la posibilidad de realizarlo a través de una videoconferencia.

La idea es el desarrollo de clases virtuales en las que todos los estudiantes en diferentes escenarios puedan interactuar y ser oídos, a la vez de compartir las mismas imágenes al mismo tiempo. Esta idea abre la posibilidad, entre otras, de ofrecer cursos que ninguna universidad convencional puede dar, pues se puede acceder a conferencias, cursos, foros u otra actividad académica que esté siendo ejecutada por otra institución u organización a nivel nacional o internacional sin los limites que implica la movilización física.



La virtualización

Retomando los conceptos educativos de los años 50 (televisión educativa), los 60 (instrucción asistida por computadora) y de los 70 (audioconferencias), la tecnología de la información los potencia y conjuga para llegar hasta la clase virtual como apoyo importante en el proceso de aprendizaje de los jóvenes del futuro. La idea en sí revitaliza los estudios no presenciales como alternativa atractiva para el desarrollo de nuevas carreras y cursos académicos especializados, destinados a la formación de profesionales de alto nivel y actualizados acorde con la dinámica del conocimiento a nivel mundial.

En términos generales, la universidad virtual es un proceso y resultado al mismo tiempo del tratamiento y de la comunicación mediante computadora de datos, informaciones y conocimientos. Más específicamente, la ‘virtualización de la educación’ consiste en representar electrónicamente y en forma numérica digital objetos y procesos que se encuentran en el mundo real. En el contexto de la educación superior, la virtualización puede comprender la representación de procesos y objetos asociados a actividades de enseñanza y aprendizaje, de investigación y gestión, así como objetos cuya manipulación permite al usuario realizar diversas operaciones a través de Internet, tales como aprender mediante la interacción con cursos electrónicos, inscribirse en un curso, consultar documentos en una biblioteca electrónica, comunicarse con estudiantes y profesores y otros.

Las universidades y otras instituciones de educación superior, especialmente las de países en vías de desarrollo, están confrontando el desafío de servir a una población cada vez mayor de estudiantes, más diversificada social y culturalmente, en un nuevo ambiente social más dinámico y turbulento. La virtualización (parcial o total) de estas organizaciones puede ser un factor transformador de sus estructuras y funciones, un instrumento para mejorar su cobertura, calidad, pertinencia y equidad de acceso y una manera de construir una nueva identidad en la ‘sociedad del conocimiento’ en proceso de gestación. La viabilidad y factibilidad de convertir la virtualización en un factor de calidad académica dependerá del enfoque utilizado para implantarla y desarrollarla, de su relación con las actividades no-virtuales de las instituciones de educación superior y, sobre todo, del papel que jueguen los usuarios de la oferta de actividades de estas instituciones en su dinámica.



La ‘U’ en Internet

La presencia universitaria en Internet se manifiesta inicialmente a través de un sitio web. Un sitio web es un conjunto de documentos virtuales, interconectados electrónicamente, que pueden contener datos, informaciones y conocimientos sobre una organización, su misión, sus objetivos, su oferta académica de cursos, su reservorio de información contenido en una biblioteca y otros. Su característica básica es la interactividad, que permite al usuario pasar de un ambiente a otro y obtener algún resultado, relevante para sus objetivos, sean estos de enseñanza, aprendizaje, investigación o gestión en general. En la actualidad el sitio web se ha convertido en el medio principal de expresión de la presencia y la actividad virtual de una organización en Internet.

En promedio, 31,4 por ciento de las organizaciones de educación superior en el mundo poseen una presencia en Internet, entre las cuales 74,7 por ciento son universidades y el resto organizaciones no universitarias de educación superior. Si se toma en cuenta sólo a las universidades, 60 por ciento de ellas, en promedio, poseen sitio web. Sin embargo, existen fuertes desigualdades entre las regiones. Los lugares donde la presencia universitaria en Internet es mayor son América del Norte, donde la totalidad de las universidades poseen sitio web; Oceanía (83,9 por ciento) y Europa (69 por ciento). En Africa sólo 13,6 por ciento de las universidades tienen presencia en Internet y un 35,3 por ciento en Asia. América Latina y el Caribe se encuentran en el cuarto lugar después de Europa, con un 58,8 por ciento de universidades presentes en Internet, según las bases de datos de la Asociación Internacional de Universidades, la Global University Web y del Commonwealth of Learning.

Según datos de la Unesco, este conjunto de organizaciones de educación superior sirve a una población estudiantil que en el año1992 era de 73,7 millones de estudiantes y se incrementa a una tasa de 3,7 por ciento anual, con una dotación de profesores de 5,18 millones, que crece a razón de 2,9 por ciento por año. El crecimiento anual, tanto de estudiantes como de profesores, es mayor en los países en vías de desarrollo (5,9 por ciento para estudiantes y 4,4 por ciento para profesores) que en los desarrollados (2,2 por ciento para estudiantes y 2,1 por ciento para profesores). Por otra parte, todas las tasas de crecimiento de la educación universitaria son considerablemente superiores a las de los otros niveles del sistema educativo, lo cual hace presumir que en el futuro la demanda de este tipo de educación se hará mayor, especialmente en los países en vías de desarrollo, lo cual tendrá implicaciones notorias para la capacidad de los sistemas de educación superior para garantizar una adecuada cobertura de esta población, con las modalidades tradicionales de enseñanza y aprendizaje.

Al contrario de lo que muchos han afirmado, la presencia de universidades y otras organizaciones de educación superior no será un problema en el futuro y puede estimarse que en corto tiempo todas las organizaciones de educación superior tendrán programas educativos en Internet y desarrollarán rápidamente sus sitios web.



El mundo virtual

Según la Unesco, en total existen unas 293 universidades que ofrecen programas de educación superior a través de Internet, de las cuales 29 (9,9 por ciento) son totalmente virtuales (existen sólo en Internet) y la mayoría corresponde a extensiones virtuales de universidades con sede física. 52,6 por ciento de esas universidades (parcial o totalmente virtuales) se localiza en América del Norte y luego en Europa (23,9 por ciento). Entre el resto de las regiones se destaca Oceanía (10,6 por ciento), por la presencia de Australia y Nueva Zelanda; Asia (7,5 por ciento), por la presencia de Japón. América Latina y el Caribe (4,8 por ciento) y por último Africa (con sólo 0,7 por ciento)

La oferta de la educación en Internet varía porque va desde universidades que ofrecen sólo un programa de cursos para formación continua hasta la oferta de programas completos de maestría y doctorado. Se encuentran, también, algunas universidades que ofrecen programas de aprendizaje virtual, pero utilizando un nivel de profundidad relativamente elevado y una enseñanza plurimedial.

Según la Asocia-ción Internacional de Universidades la educación universitaria en In-ternet va camino a la tendencia a la ‘asociación de universidades en redes’ para la realización de actividades en enseñanza, lo cual les permite complementar su oferta y compartir recursos. La asociación ha identificado 13 redes, que agrupan 139 universidades, con un promedio de 10 universidades por red, lo cual es relativamente elevado si se toma en consideración la aparición reciente de esta modalidad de asociación de universidades virtuales. La gran mayoría de estas redes (81,3 por ciento) se localiza en América del Norte y el resto en Europa. En las otras regiones esta modalidad de asociación aún está en desarrollo.

Igualmente existen organizaciones que sirven de puntos de enlace a varias universidades para ofrecer servicios de información y enlace a otras instituciones, por ejemplo, la Internet University. Este enfoque permite a las organizaciones individuales potenciar sus actividades con el concurso de otras, realizando así un menor esfuerzo y obteniendo también mucho más con menores recursos y menor esfuerzo organizativo, administrativo y técnico.



Para todos los gustos

Es indudable que está ocurriendo una inflación tanto de cursos on line como de aprendizaje abierto. Cualquier persona con una conexión a Internet puede apuntarse a los cientos de cursos de idiomas, mecanografía o informática que aparecen en la red. También en el terreno de la formación continua y superior se observa un incremento de las demandas de aprendizaje. Este incremento del mercado de formación lleva consigo mayores oportunidades y competitividad, tanto para las instituciones existentes como para las de nueva creación. Sin embargo es importante resaltar los distintos modelos de enseñanza apoyados en las posibilidades que hoy brindan las redes para la formación.

En primer lugar se encuentran las universidades de educación a distancia basadas en la tecnología. Se trata de las universidades on line, o universidades virtuales, cuyo número está creciendo constantemente y que ofrecen un modelo de enseñanza organizado en función de la tecnología.

Le siguen las instituciones privadas dirigidas a adultos.

La formación de adultos es uno de los mercados emergentes para universidades y organizaciones o empresas privadas existentes y nuevas que operan dirigiéndose a segmentos muy determinados de ese mercado, atentos a las necesidades que presentan, en ámbitos como el de la cualificación técnica o de gestión, ofreciendo cursos estándar, etc.

En un tercer lugar están ubicadas las universidades corporativas. Se trata de instituciones de formación que diversas corporaciones empresariales han puesto en funcionamiento para cubrir necesidades de formación específica de sus propios recursos humanos (desarrollo de competencias base para el puesto de trabajo, integración en la cultura de la compañía, aumento de la cooperación, la comunicación y las competencias de los empleados de forma individual y en equipo, etc.) y que proporcionan estudios que tienen acreditación.

Más adelante se hallan las universidades tradicionales extendidas. Muchas universidades convencionales diseñan y organizan programas específicos para ofrecerlos a una audiencia de adultos en modalidades no presenciales. Las experiencias van desde unidades poco dependientes de la organización tradicional y que deben autofinanciarse, hasta universidades que modifican y ofrecen los programas convencionales para una audiencia no convencional. Se trata, en cualquier caso, de atender un mercado de formación continua que cada vez requiere mayor especialización.

En la red también se encuentran las llamadas universidades multinacionales globales. Generalmente apoyadas en alguna universidad convencional (tradicional extendida o a distancia basada en la tecnología), ofrecen servicios de formación superior de carácter internacional —o mejor global— que se apoyan o no en planteles de otros países.

Puede decirse que el desarrollo de la educación en Internet de las universidades y del aprendizaje virtual ha sido muy desigual en el mundo, al igual que el desarrollo mismo de Internet. Debido a la exclusividad y la aparición reciente de este tipo de organizaciones educativas las desigualdades son mucho más marcadas. Esta desigualdad persistirá por algún tiempo y se reducirá en la medida que los países en vías desarrollo se vayan apropiando efectivamente de la tecnología que les permita convertir a Internet en una herramienta educativa de calidad. Las universidades tradicionales están dando un paso decisivo hacia el ciberespacio, y a esa misma velocidad se incrementan las probabilidades de encontrar la calidad y la excelencia en esta modalidad de enseñanza.