LA VIDA ES LARGA

Los científicos creen que en poco tiempo será posible que el hombre aumente su expectativa de <BR>vida hasta 150 ó 200 años.

19 de abril de 1999

En el último siglo la raza humana ha logrado prolongar su expectativa de vida en forma
considerable. Sin embargo hasta hace poco nadie pensaba que fuera posible superar la meta de vivir más allá
de los 122 años, como ha sucedido con ciertos casos extremos como el de la francesa Jeanne Calment,
quien murió a esa edad en 1997 con la fama de ser la mujer más longeva del mundo.No obstante todo indica
que la ciencia estaría a un paso de lograr el codiciado sueño de prolongar la vida aún más allá de ese límite. No
se trata de una pócima acompañada de ejercicios o una fórmula mágica. Los cientíticos han llegado a esta
conclusión gracias al éxito que han obtenido en otras investigaciones que tenían por objetivo incrementar la
expectativa de vida en gusanos, mosquitos de árboles frutales y en algunos mamíferos como las ratas. Y si
se tiene en cuenta que muchos de los procesos fundamentales de estos animales son similares en el
hombre, los expertos piensan que sería posible la manipulación genética para hacer realidad ese viejo
sueño.De ser factible de aplicar las investigaciones en ciertos animales el promedio de vida de hombres y
mujeres podría duplicarse. De este modo, si un hombre hoy vive entre 75 y 85 años, los científicos creen
que las futuras generaciones podrían llegar hasta 150 ó 200 años e incluso más.El primer paso para
prolongar la expectativa de vida ha sido entender el proceso de envejecimiento. Y aunque existen muchas
hipótesis sobre por qué con el tiempo el cabello se encanece, la piel se arruga y los órganos se empiezan a
deteriorar, la verdad es que casi la mayoría de expertos cree que el tiempo de vida de cada especie está
escrito en sus genes. Para ir desenredando esta enmarañada madeja los científicos iniciaron una serie de
investigaciones en lombrices que han sido definitivas. Un grupo de expertos, liderados por la doctora Cynthia
Kenyon, de la Universidad de San Francisco, comenzaron desde hace varios años a mirar las alteraciones
genéticas que podrían extender la vida de la lombriz C. elegans y encontraron que si alteraban un gen llamado
daf-2 el gusano viviría un mes en lugar de solo dos semanas. Y al contrario de otras mutaciones, al
incrementar su longevidad el animalito se mantenía vigoroso y saludable.Al mismo tiempo otros científicos,
dirigidos por el profesor Michael Rose, del departamento de ecología de la Universidad de California, se
concentró en los mosquitos de árboles frutales. Este experto forzó a una especie de estas moscas a
reproducirse a una edad avanzada, haciéndoles perder sus huevos cuando estaban jóvenes. Rose encontró
que las únicas moscas que sobrevivieron fueron aquellas que permanecieron sanas a edades avanzadas. De
esta manera logró criar mosquitos que viven el doble de lo normal y que, como en el caso de las
lombrices, permanecían vigorosos y sanos a medida que envejecían.El encargado de hacer los estudios en
las ratas fue el doctor Richard Miller, un profesor de patología de la escuela de medicina de la Universidad de
Michigan. Este científico examinó de cerca un tipo de ratas no muy normal que son enanas, gordas e
infértiles. Miller y su equipo encontraron que los roedores de tamaño pequeño viven mucho más tiempo que
las más grandes. Y eso sucede con otros animales, como los perros y los saltamontes. ¿Será lo mismo en
humanos?, es la pregunta que todos estos científicos tienen en común. Aún no se sabe pero cada uno
especula que si los procesos biológicos fundamentales de una simple lombriz son parecidos a los del
hombre no hay razón para pensar que esto no pueda suceder también en las personas. "Yo he demorado el
proceso de envejecimiento con mis propias manos y sé qué se siente al ver un organismo vivo en las últimas
etapas de su vida y a otro de su misma especie con la misma edad vivito y coleando", dice Rose. Obviamente
no se trata simplemente de aumentar la expectativa de vida sino al mismo tiempo tratar de mejorar la
calidad de la misma. Por eso la idea de los científicos que trabajan en el tema es prolongar aún más los
mejores años de las personas, cuando están rebosantes de salud y energía y no cuando están viejos y
achacosos. Si esto es posible en el futuro una mujer de 90 años sería una jovencita con toda una vida por
delante.La idea, sin embargo, atormenta a algunos que creen que muchas personas tendrán dificultad para
adaptarse al aumento de la edad promedio y será necesario un nuevo análisis de cada etapa de la
existencia, pues la sabiduría experiencial que se tiene de cómo vivir la vida hoy no sería aplicable a la del
futuro. Por ejemplo, ya no sería posible hablar de la crisis de la mediana edad a los 45 años sino
probablemente a los 115.Para otros, sin embargo, el hecho de vivir más podría ser ventajoso en muchos
aspectos, como en el de los futuros viajes espaciales que exigirán organismos más resistentes y con una
mayor expectativa de vida que la actual para poder realizarlos. Y aunque estos científicos tienen muchos
detractores que los consideran como unos manipuladores de la vida, van a seguir en esta búsqueda. Y la
pregunta en poco tiempo ya no será cómo sino cuándo.