La trilogía de ‘50 sombras de Grey’ fue escrita desde la perspectiva de su protagonista, Anastasia. El cuarto libro relata la misma historia pero desde la mirada de Grey.

TENDENCIA

Las 50 sombras vistas por Christian Grey

Con el nuevo libro de E. L. James se evidencia el fenómeno ‘fan fiction’, en el que los fanáticos escriben sus propias versiones de la historia.

27 de junio de 2015

La trilogía 50 sombras de Grey, que narra la historia de Anastasia y su relación sadomasoquista con el millonario Christian Grey, ha sido el mayor fenómeno de la industria editorial de los últimos tiempos. Desde su aparición en 2011 ha vendido más de 125 millones de copias y ha sido traducido a 52 idiomas. La película del primer libro, estrenada en febrero, recogió 570 millones de dólares en taquilla y superó muchas de las cintas nominadas al Oscar lanzadas por la misma época. Estas ventas astronómicas hicieron multimillonaria en menos de cuatro años a la autora, E. L. James, con una fortuna calculada en 120 millones de dólares, cifra que le permitió entrar a la lista de las personas más ricas del Reino Unido.

Ante un éxito de esta naturaleza era de esperarse que llegaran más libros y películas. Sobre el próximo filme ya se sabe que saldrá en 2017 y que participarán los mismos actores de la primera, Dakota Johnson y Jamie Dornan, pero diferente director, pues Sam Taylor Johnson ya manifestó que no continuará. En cuanto al nuevo libro, la semana pasada fue lanzado bajo el título Grey. Como se sabe, 50 sombras de Grey, 50 sombras más oscuras y 50 sombras liberadas tenían la mirada femenina de su protagonista. En Grey se cuenta la primera de las anteriores desde la perspectiva del millonario, lo que ha sido visto como una hábil manera de seguir explotando la marca.

Grey ya ha vendido más de 1 millón de copias pero lo paradójico es que la crítica lo ha destrozado y en internet abundan las burlas por la pobreza de su prosa. Frases como “su respiración brusca es música para mi pene” o momentos en que Grey manifiesta que quiere “amarrarla, follarla y azotarla” o imagina lo que sería “empujar una raíz de jengibre por su trasero” no han pasado la prueba. Bryony Gordon, del diario The Telegraph, lamenta que “esto sea lo mejor que ofrece el siglo XXI en términos de héroes literarios románticos”. Nick Clark, del diario The Independent, señala que la falta de imaginación de la autora hace que la obra tenga “cada vez un efecto más cómico”.

Lo más novedoso, sin embargo, no ha sido el nuevo libro sino un fenómeno producido a su alrededor. Se trata de la fan fiction, historias propias que los aficionados narran en internet a partir de los personajes y escenarios de la trama original. “Suelen ser diferentes, los toman y los recrean en escenarios alternativos”, explica Freddy Gonçalves, de la editorial SM. La relación sadomasoquista de Christian y Anastasia ha generado más de 2.700 narraciones paralelas solo en un sitio web conocido como fanfiction.com, el más grande de este género, pero se calcula que esa cifra debe ser mayor. Algunos de estos seguidores se le adelantaron a James y contaron la historia a través de los ojos de Grey mucho antes de que ella anunciara un cuarto libro. Lo más curiosos es que algunas de estas versiones son más exitosas que la original.

Es el caso de Meet Fifty Shades, un blog desarrollado por Gillian Griffin, una madre casada de 58 años de Surrey, Inglaterra. Griffin estaba tan involucrada con el enigmático y controlador empresario de Seattle que hace dos años decidió reescribir los tres libros desde su perspectiva, una tarea que le tomó todo un año. Aunque lo hizo para entretenerse, tiene miles de seguidores y sus vistas únicas casi llegan a los 9 millones.

Emine Fougner, otra autora de fan fiction de Arizona, admite que el personaje más interesante de la historia es Christian Grey y por ello hace seis años empezó un blog bajo el título A walk in the clouds, imaginando lo que este oscuro personaje pensaba. A la fecha ella ya ha escrito más sobre Grey que la propia James: 3.500 páginas, el equivalente a cinco libros. El éxito ha sido arrollador, al punto que algunos de sus seguidores piensan que la versión de Grey creada por Fougner es más interesante que la de James. Ya cuenta con 14 millones de lectores en 87 países, gracias a que sus seguidores han traducido la historia a varios idiomas.

Aunque confiesa que no ha leído ninguna de esas historias, E.L. James está agradecida con sus fans por involucrarse profundamente con sus personajes. Y no podría enfadarse, porque 50 sombras de Grey nació hace más de seis años de la misma manera, como fan fiction de la saga Crepúsculo, escrita por Stephenie Meyer. De hecho se considera a James como una de las primeras escritoras de este género que ha logrado fama mundial. Firmando con otro seudónimo, James primero cambió los nombres de Bella y Edward, los sacó del mundo de los vampiros y jugó con otras opciones hasta llegar al millonario Christian Grey, muy inclinado por las relaciones sadomasoquistas.

La historia tuvo tanto éxito en internet que una pequeña editorial en Australia decidió llevarla a imprenta, no sin antes borrar los contenidos de los blogs y asegurarse de distanciarla de Crepúsculo. El título fue Masters of the Universe y el éxito suficiente como para atraer la atención de la editorial Vintage, de Random House, que compró los derechos. A pesar de sus nuevas identidades muchos ven similitudes entre los personajes. “Christian Grey es un misterioso y atractivo millonario mientras que Edward Cullen es un misterioso y atractivo vampiro; y tanto Bella como Anastasia son torpes, bonitas pero no hermosas, y se intimidan por la belleza y riqueza de sus enamorados”, señala Natasha Bertrand, crítica de Business Insider.

El fenómeno de fan fiction indica que los lectores hoy no se conforman con ser pasivos sino que asumen el control sobre los personajes y aportan sus propios giros a la trama. “Para algunos es un ‘hobby’ pero para otros es muy serio, ya sea porque lo ven como un proyecto literario o por su deseo de conectarse con sus seguidores o por contar una historia diferente”, señala Anne Jamison, profesora del departamento de inglés de la Universidad de Utah, quien ha explorado el tema. “Es una manera de seguir dándoles vida a los protagonistas de ficción porque no se quieren despedir de ellos o les molesta el final de la historia original”, dice Gonçalves.

Entre otras sagas que han inspirado este tipo de relatos paralelos están Crepúsculo, Harry Potter, El señor de los anillos y Game of thrones. Según Jamison todos ellos han sido muy exitosos pero nada comparado con otros como Supernatural, Marvel Comics Universe y One Direction. Dentro de esta tendencia se ven subgéneros como denialfic, que ofrece finales alternativos o ignora hechos clave de la historia, como la muerte de un personaje. También está futurefic, que muestra a los protagonistas en el futuro. Están los crossovers, en los que se mezclan dos historias, como una en la que un Harry Potter gay tiene un romance con Voldemort y lucha contra Darth Vader.

Aunque algunos autores como George R. R. Martin están en contra de esta tendencia, la gran mayoría la ve inofensiva mientras la historia sea muy diferente a la original y se haga sin fines lucrativos. En lugar de verlos como competencia, las grandes editoriales ven el fan fiction como una fuente de publicidad gratis para sus libros y porque genera curiosidad sobre el original. “Hoy, las editoriales y los fanáticos de ficción se realimentan y la respuesta de cada uno es mucho más rápida”, dice Gonçalves. Por eso ahora que James ya ha dicho que publicará otro libro, el quinto de la saga, los admiradores de la historia de Anastasia y Christian siguen afilando sus lápices para seguir con las suyas.