CONTAMINACIÓN

Las lavadoras vierten plástico al mar

Fibras microscópicas de plástico provenientes de la ropa se están acumulando en ecosistemas marinos, ingresando a la cadena alimentaria de los peses. Advierte un estudio.

Alianza BBC
1 de febrero de 2012

Investigadores en Estados Unidos e Inglaterra siguieron la pista de este microplástico y descubrieron que proviene de ropa sintética, que larga hasta 1.900 fibras diminutas por prenda en cada lavado.
 
Estudios anteriores ya habían detectado que partículas de plástico menores de 1 mm de ancho estaban siendo consumidas por los peces.

"En trabajos anteriores habíamos comprobado que cerca del 80% del plástico en el medio ambiente se encuentra en partículas o fragmentos pequeños", señaló Mark Browne, ecólogo basado actualmente en la Universidad de California, Santa Barbara, y uno de los autores del estudio.

"Esto nos llevó a investigar el origen de esos fragmentos".

La presencia de esos segmentos diminutos es especialmente preocupante porque hay pruebas de que ya está ingresando en la cadena alimentaria, agregó Browne, quien integra la red de investigadores del Centro Nacional de Análisis y Síntesis Ecológicos de Estados Unidos, National Center for Ecological Analysis and Synthesis.

Problema global

Otro de los investigadores, Richard Thompson, señaló que "nuestros estudios en la Universidad de Plymouth, en Inglaterra, muestran que una variedad de organismos marinos ingiere estos residuos plásticos microscópicos".

"Estudiamos el potencial de los microplásticos para transportar contaminantes orgánicos persistentes a los organismos marinos y determinamos que en algunas costas, cantidades relativamente pequeñas de plástico (partes por mil en la arena) pueden incrementar el transporte de sustancias químicas potencialmente tóxicas".

"Este estudio in vitro mostró el potencial, pero se requieren más estudios con organismos vivos para establecer si los microplásticos causan daños a los ecosistemas marinos. Ya sabemos que los objetos grandes de plástico pueden dañar a una amplia gama de organismos marinos".

Para determinar cuán extensa es la presencia de microplásticos en la costa, los científicos tomaron muestras de 18 playas en diferentes lugares del mundo, incluyendo localidades en Europa, Asia y Sudamérica. En esta última región las muestras se tomaron en Chile, en playas en Viña Del Mar y Punta Arenas.

"Mostramos que las fibras de poliéster, acrílico, polipropileno y poliamida contaminan las costas en una escala global" Mark Browne, Universidad de California-Santa Barbara

"Ninguna de las muestras estaba libre de microplásticos", señaló Browne.

"Y gran parte del plástico estaba en forma de fibras. Cuando examinamos los diferentes tipos de polímeros presentes, encontramos que el poliéster, el acrílico y el nylon eran los más comunes".

El estudio mostró que la concentración de microplásticos es mayor en áreas cercanas a grandes centros urbanos.

Para determinar si el plástico provenía del vertido de aguas residuales de esas ciudades, los científicos trabajaron en colaboración con las autoridades municipales en Nuevo Gales del Sur, en Australia.

"Encontramos en la costa exactamente la misma proporción de plásticos que la vertida en las aguas residuales", señaló Brown.

Prendas sintéticas

Browne y su colega Richard Thompson, de la Universidad de Plymouth en Inglaterra, hicieron varios experimentos para identificar qué fibras están presentes en el agua que descargan las máquinas de lavar ropa.

"Lo que encontramos nos sorprendió mucho. Algunas prendas de poliéster liberan más de 1.900 fibras en cada lavado", señalo Browne.

"Puede no parecer mucho, pero si pensamos que esto sucede con cada prenda en cada lavado, el efecto acumulativo es mucho mayor".

"La investigación ofrece la prueba más concluyente hasta ahora de que una gran proporción de las fibras en el medio ambiente deriva del vertido de aguas residuales y proviene del lavado de prendas sintéticas", concluyó Browne.

"Mostramos que las fibras de poliéster, acrílico, polipropileno y poliamida contaminan las costas en una escala global, con mayores concentraciones en hábitats donde se vierten aguas residuales de centros densamente poblados".

El estudio fue publicado en la revista Environmental Science and Technology