Laura Turner preside la Fundación Capitán Planeta, inspirada en el programa de televisión de este personaje. | Foto: Archivo particular.

ENTREVISTA

“Los países en vía de desarrollo pagan las mayores consecuencias del daño al medio ambiente”

Laura Turner, hija del fundador de CNN, Ted Turner, y reconocida ambientalista, fue invitada al tercer foro Women Working for the World de la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar.

25 de febrero de 2016

Laura Turner ha sido una defensora incansable del medio ambiente desde su niñez. Su padre, Ted Turner, le enseñó desde pequeña la importancia de ahorrar agua, de apagar la luz cuando no la estaba usando, de comer sanamente. Le ha dedicado su vida a la Fundación Captain Planet, la cual preside, para poder crear un futuro sano y sostenible para los niños.

Desde allí promueve el cuidado ambiental desde la educación de niños en jardines y colegios en el mundo. Su constante lucha por lograr que los niños del mundo tengan una vida sana la llevó a trabajar en la Junta Directiva del Environmental Working Group (EWG), cuya misión es eliminar los productos que tienen químicos tóxicos.

Esta semana está en Bogotá para participar como panelista en el tercer foro Women Working for the World de la Fundación Juan Felipe Gómez Escobar. Semana.com habló con ella.

Semana.com: ¿Cuál cree que es la responsabilidad de los medios en cuanto al consumo de productos tóxicos?

Laura Turner: Creo que los medios tienen la responsabilidad de decir la verdad, por eso mi papá empezó CNN, él quería que los medios prendieran la luz de lugares oscuros y aspectos ocultos, para eso es que se necesitan los medios. En la mayoría de medios en los Estados Unidos no hay una sección para el medio ambiente, todo el contenido es de celebridades, catástrofes o las elecciones presidenciales que han consumido por completo a los medios, como Donald Trump y sus ocurrencias.

Si miramos lo que pasa con el New York Times y algunos de los periódicos importantes de Estados Unidos es que han dejado que los periodistas centrados en medio ambiente se vayan. Entre CNN y Fox tienen una audiencia de 10 millones de personas entre casi 330 millones de habitantes que hay en Estados Unidos y las suscripciones del New York Times y del Wall Street Journal están en un millón cada una.

Esa es una cifra aterradora porque demuestra cómo se están informando las personas. ¿Cómo se puede generar un cambio si las personas están concentradas viendo el drama de los realities? Es entretenido pero no es responsable. Los medios tienen una responsabilidad en educar a las personas con temas como los problemas del medio ambiente.

Semana.com: ¿Cuáles cree que son las mayores diferencias entre países desarrollados y países en vía de desarrollo con respecto al daño del medio ambiente?

L. T.: Los países en vía de desarrollo son los que menos contribuyen al problema y los que pagan las mayores consecuencias. Las personas con menos recursos están pagando con su salud, sus vidas y las vidas de sus hijos. En las negociaciones climáticas discutimos cómo 40 islas van a quedar bajo el agua, en los países en vía de desarrollo el 70 % del trabajo en agricultura es realizado por mujeres que tienen que trabajar constantemente en sus cultivos por cuenta de los cambios climáticos.

Los países desarrollados deberían ayudar a los países en vía de desarrollo, hacerse responsables, sobre todo en cuanto a la explotación de petróleo, la emisión de gases y el impacto de la emisión de gases en el calentamiento global. Las grandes multinacionales que explotan petróleo aún no se han hecho responsables de este tema sabiendo perfectamente el impacto climático que tienen.

Semana.com: ¿Por qué la apariencia y la estética juegan un papel tan importante en los productos y la comida que consumimos?

L. T.: Pienso que la gente está enfocada en la perfección y en el concepto de belleza que les han vendido los medios, en que la mujer perfecta es alguien como Kim Kardashian. Es la misma impresión que la gente tiene de los productos: no quieren consumir un producto que tenga manchas o defectos, quieren que sea igual a la imagen de mujer perfecta que les están vendiendo. Si no es perfecto, no lo compran.

Por eso, la cantidad de químicos utilizados para cultivar frutas y verduras de los países desarrollados es cada vez mayor, porque las personas no compran productos con imperfecciones. Esto lleva a que los campesinos dejen que las frutas y verduras se pudran en los cultivos, porque saben que no las van a vender. Necesitamos asegurarnos que esa comida no se va a quedar tirada en el campo y que va a llegar a niños en colegios o comunidades que sufren de desnutrición.