Yesika Moreno. | Foto: Archivo particular.

TESTIMONIO

"Lo que el cáncer me enseñó"

Durante dos años Yesika Moreno enfrentó el tratamiento contra la la leucemia linfoide aguda. Después de vencer el cáncer, hoy cuenta su historia de superación.

15 de febrero de 2012

En el año 2005 me enfrentaba a una ardua tarea: salir adelante y al lado de mi familia, vencer el cáncer. Cuando me diagnosticaron leucemia linfoide aguda, no tenía la certeza de que se trataba de una enfermedad dura de sobrellevar y mucho menos que en el hospital se prolongaría mi estadía a causa de la misma.

En la hospitalización se tiene mucho tiempo para pensar, renegar, llorar, buscar culpables, pero sólo el amor por la vida y el apoyo incansable de quienes se encontraban a mi lado en ese momento, hicieron más llevadera la leucemia.

Mi familia se mostraba fuerte, pues no podían, según ellos, darme una imagen débil y triste, porque eso afectaría mi estado de ánimo.

Creo que fue la manera que encontraron para darme el mensaje “no somos tan fuertes pero por ti lo seremos”.

Mientras ellos realizaban su labor íntima y de acompañamiento, el equipo de salud se esforzaba por brindar el mejor apoyo terapéutico, que no sólo era poner una quimioterapia, transfundir a una paciente, sino dar día a día un apoyo que alimentara las ganas de seguir adelante y de construir para alcanzar la meta de sobrevivir.

Todos fueron una parte importante de esta historia y creo que el equipo de psicología desde el primer momento supo abarcar a esta adolescente asustada por lo que podía pasar. Ellos con su entrega y su profesionalismo dieron, al igual que los demás, otra luz de esperanza.
 
Por medio de ellos también pude conocer al Grupo de Adolescentes con Cáncer (GAC), al que hoy pertenezco, y con el cual entendí que esta enfermedad no me atacaba solo a mí, que tenía cura y que podía vencerse, pues ya muchos lo habían hecho.

Transcurrieron dos años de tratamiento bastante agresivo, que muchas veces consumía las ganas y las ilusiones de seguir adelante, de seguir en la batalla. Sin embargo, para mi fortuna, en el transcurso de ese tiempo seguía teniendo un apoyo incondicional: la fundación SANAR había seguido mi proceso y con el apoyo brindado me sentía muy respaldada.

Cada una de las personas que compartió conmigo esta etapa del cáncer también abrió en mí el pensamiento y la certeza de que el cáncer tiene cura. Cambiar el pensamiento de desesperanza, que no era la única que había pasado por esta situación y que aunque muchos quieran tu recuperación, sólo en tus manos está la cura.

Esa cura tomó forma en el año 2007, cuando terminé el tratamiento. Hoy le agradezco a la vida por darme la oportunidad de experimentar el cáncer, pues con ello aprendí a valorar más lo que tengo.
 
Aprendí a ayudar con mi experiencia a aquellos que están pasando por la etapa del cáncer y comprendí que aunque creamos que estamos solos, y aunque pensemos que no podremos contra algo que la sociedad dice que es la muerte, de la mano de Dios y de quienes trabajan día a día por la causa de sobrevivir, ayudaremos a miles de niños y adolescentes que buscan una dirección para llegar a la cura.

El 8 de octubre de 2010 cumplí 5 años de haber pasado por la enfermedad. Me he convertido en una sobreviviente del cáncer, algo de lo que me siento realmente muy orgullosa. A pesar de que esta batalla no fue fácil, hoy me considero ejemplo de apoyo para aquellos que hoy atraviesan por el cáncer y necesitan una voz de apoyo, una voz de ánimo, un mensaje que les recuerde que ellos al igual que yo también pueden decir: “tuve una batalla victoriosa, vencí el cáncer y sobreviví”.

Testimonio de Yesika Moreno. Fundación SANAR.