Katy Perry | Foto: EFE

TELEVISIÓN

Los mejores anuncios del Super Bowl 2015

Estos son los mejores comerciales transmitidos durante ‘el gran partido’ del fútbol americano, un elemento que se ha convertido en parte fundamental del show.

2 de febrero de 2015

El Super Bowl del domingo entre los Seattle Seahawks y los New England Patriots no sólo era la final de la NFL. El popular torneo de football americano es además un hito de la cultura estadounidense crucial para la economía de este país.

Según las estimaciones de la Federación nacional del comercio del Instituto de estadística, durante el fin de semana del Super Bowl a lo largo y ancho del país se gastarán más de 14.000 millones de dólares (12.400 millones de euros) para seguir las hazañas de Tom Brady, el emblemático mariscal de campo (quarterback) de los Patriotas y esposo de la modelo brasileña Gisele Bündchen; de su par de los Seahawks, Russell Wilson, y de sus compañeros de equipo.

Los gastos en bebidas, alimentación y otros aumentará en más de 2.000 millones con respecto al año anterior, y la 49a edición del Super Bowl podría bien ser de superlativos, también en el plan económico.

Este megaevento deportivo de la vida estadounidense, creado en 1967, es seguido por 184 millones de estadounidenses en la televisión, reunidos en familia o con amigos, en un bar o un restaurante.

La anterior edición del Super Bowl, ganada por los Seattle Seahawks mantuvo al frente de la pequeña pantalla a un promedio de 111,5 millones de televidentes por más de cuatro horas.

El evento despierta el apetito de los anunciantes y de los publicistas que, año tras año, luchan con originalidad para intentar transformar a los espectadores en clientes potenciales.

El Super Bowl es una competencia feroz para las marcas, pero esta exposición tiene un costo enorme: difundir un comercial de 30 segundos durante el medio tiempo del juego puede llegar a costar 4,5 millones de dólares.

33.000 sin vender en 1967

La reunión también desata las pasiones entre los corredores de apuestas que van a movilizar 4.000 millones de dólares durante esta final.

El precio de las entradas también aumenta: los boletos se negocian a 5.725 dólares en el mercado de reventa, pudiendo llegar hasta 10.000 dólares para los mejores asientos.

Estos valores están lejos de los precios registrados en la primera edición del evento en 1967: los boletos se vendían en la época entre 6 y 12 dólares, y 33.000 se quedaron sin comprador.

Sería impensable actualmente. La demanda es tal que las autoridades locales están recomendando a los espectadores a no comprar entradas en sitios no autorizados, para evitar gastar miles de dólares en vano.

"Es algo que no queremos hacer: no solo decirle a la gente que no podrán ver el juego, y que adicionalmente, han gastado miles de dólares", comentó Debora Black, la jefa de la policía local.

Kardashian no podía faltar en el Superbowl



Budweiser


La hamburguesa natural


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Avocados from Mexico






* Con información de AFP