LOS HOMOSEXUALES PUEDEN ADOPTAR?

El fallo de una tutela ha puesto la pregunta sobre el tapete. Pero la controversia apenas comienza.

14 de agosto de 1995

EL TEMA SURGIO EN FORMA INTEMPEStiva. En Colombia, los homosexuales apenas empiezan a salir del closet y aún tienen muchas batallas por librar en cuanto a derechos. Sin embargo, una tutela puso sobre el tapete un tema que aún se debate en países tan liberados como Suecia, Dinamarca y Noruega, donde la comunidad gay ya ha obtenido el derecho a formalizar legalmente sus uniones pero donde aún hay reservas en cuanto a entregarles legalmente un hijo en adopción.
Todo surgió porque en días pasados la Corte Constitucional negó una tutela a una pareja de homosexuales que pedía la custodia de una niña. La Corte confirmó el fallo que había dado ya el Instituto de Bienestar Familiar en la seccional de Pasto, que negó la solicitud de adopción porque la persona solicitante no reunía las condiciones morales, económicas, sicológicas y éticas exigidas. El caso es el de una bebé que fue abandonada en un inquilinato y el peticionario, un homosexual, se hizo cargo de ella y la registró con sus apellidos. En 1991 se acercó al ICBF a formalizar la adopción pero la entidad, luego de una investigación, encontró que el solicitante viví a en un cuarto de un inquilinato ubicado en una zona de tolerancia junto con su madre, su compañero y la niña. Con base en ello, el ICBF le quitó la menor y la remitió a otro hogar. El solicitante alegó discriminación. Pero la Corte señaló que la actuación del instituto "no fue arbitraria ni se debió a prejuicios de los funcionarios respecto a la sexualidad del ciudadano".
Discriminación o no, lo cierto es que este es un tema que a la gran mayoría de la gente le produce escozor. Que una pareja de homosexuales -hombres o mujeres- adopte un niño es para muchos colombianos impensable y no pocos lo consideran prácticamente una aberración. Eso lo demuestra la encuesta realizada para SEMANA por la firma Gallup Colombia. A la pregunta ¿Está usted de acuerdo con que una pareja de homosexuales adopte un hijo?' el 80 sor ciento de los entrevistados respondió negativamente. Sólo uno de cada siete encuestados respondió afirmativamente (ver recuadro). Y en el caso dado de que un niño sea dado legalmente en adopción a una pareja de homosexuales, la gente prefiere que éste sea criado por una pareja de lesbianas que por una pareja de homosexuales hombres. Al parecer, para los colombianos la figura femenina, así sea de dos 'madres', está más asociada con la crianza y educación de un hijo que dos homosexuales hombres. Sin embargo, más de la mitad de los encuestados no supo qué responder ante esta pregunta.
Pero si las opiniones del común de la gente están divididas, lo mismo sucede en los estrados judiciales. Pues aunque el fallo de la Corte en el caso de Pasto no hace referencia explícita a preferencias sexuales, para muchos era evidente que había sido un factor clave en la negativa. Para Manuel Velandia, miembro de la Asociación de Lesbianas y Homosexuales de Colombia, esta tutela puso de presente la discriminación. "Si las razones expuestas por el ICBF hubieran sido de igual manera a las contempladas por la Corte Constitucional, yo mismo, a pesar de ser un hombre homosexual, hubiera fallado negando a esa persona la protección de la menor, pero las razones expuestas dejan entrever una vez más la discriminación de la que somos víctimas los homosexuales, al considerar que no podemos dar ejemplo adecuado cuando convivimos en pareja".

OPINIONES ENCONTRADAS
El caso es que los tres magistrados que negaron la tutela no llegaron a una decisión unánime. Mientras los magistrados José Gregorio Hernández Galindo y Hernando Herrera Vergara señalaron que el asunto de la adopción por parte de homosexuales no se debería dilucidar en esta sentencia, porque la negativa no tenía que ver con la orientación sexual del solicitante sino por sus cuestionables condiciones de vida, el magistrado Carlos Gaviria Díaz, en su aclaración de voto, señaló que a la luz de la Constitución, un homosexual puede de manera válida legalizar ante las autoridades el cuidado permanente de un menor. "Creo que no hay razón para negarle a un homosexual la posibilidad de adoptar un hijo, a la luz de la Constitución". El magistrado Gaviria expone así sus motivos: En primer lugar, porque la homosexualidad no es un concepto moral. Este alude a personas que tienen preferencias amorosas por otras del mismo sexo, siendo compatible tal preferencia con una condición ética excelente o deplorable. Tampoco se refiere a calidades intelectuales o de equilibrio mental del individuo, que pueden concurrir en él, o estar ausentes, sin que en tal hecho incida su condición de homosexual, dijo el jurista a SEMANA. Finalmente señaló el magistrado: "Como creo que son las características morales, intelectuales y sociales las que deben tomarse en cuenta al conceder la adopción, pienso que la homosexualidad no puede invocarse como obstáculo". Consideraciones como esas se han tenido en cuenta en otros países para autorizar a los homosexuales a adoptar hijos.

ASUNTO DE DERECHOS
La verdad es que aparte del caso de Pasto, hasta la fecha el Instituto de Bienestar Familiar no ha recibido una solicitud de adopción hecha abiertamente por homosexuales. Pero la pregunta es, si la recibiera, ¿la otorgaría? "En esto hay el enfrentamiento de dos derechos, el derecho del solicitante y el del niño -dice María Cristina Ocampo, directora del Instituto de Bienestar Familiar- Aunque en la tradicion doctrinaria de la Corte y en la letra de la Constitución los derechos no son absolutos y cada caso debe fallarse en forma particular, la misma letra de la Constitución señala que los derechos de los niños prevalecen sobre los demás. Y por encima del derecho a la intimídad y a la no discriminación prevalece el derecho del niño a tener una familia. Y todos los estudios señalan que lo ideal es que crezca con un patrón femenino y uno masculino".
Lo que queda claro es que si el ICBF tiene que escoger entre dos parejas, una de homosexuales y otra de heterosexuales en igualdad de condiciones, buscará el interés del menor y el criterio "estará orientado de preferencia a que el niño viva con un padre y una madre", señala la directora del ICBF.
En todo caso en Colombia lo previsible es que aunque nunca se legisle abiertamente en contra de la adopción por parte de los homosexuales, las decisiones serán, en la práctica, negativas. En el país, en temas tan espinosos como este, el pragmatismo es el que manda. Y la verdad es que se trata de un asunto que todavía le queda grande a Colombia, un país tan conservador y tradicionalista que apenas acaba de aprobar el divorcio.
Aunque la comunidad homosexual internacional ha librado en los últimos años una gran batalla contra la discriminación, en Colombia los derechos de los homosexuales apenas empiezan a ser discutidos. Y aunque esta evolución es evidentemente sana, está demostrado que, en materia de derechos, hay un gran rezago entre la legislación y la práctica. No obstante, aun con la negativa, el debate que surgió la semana anterior representa un avance en este campo. No son muchos los países del Tercer Mundo donde este punto ha llegado siquiera a ser discutido.

'SOY HOMOSEXUAL Y CRIE A UN NIÑO'
Hace 20 años Humberto Quevedo y Gonzalo Echeverry, homosexuales confesos, tenían una relación estable y decidieron tomar bajo su cuidado a un niño. Como su padre biológico no podía sostenerlo, se los entregó cuando tenía año y medio. El caso llegó a oídos del ICBF, entidad que envió varias visitadoras sociales a indagar sobre la situación del menor. Finalmente Nicolás se quedó con ellos porque su verdadero padre así lo quiso. Hoy ese niño ya tiene 20 años.
De esta experiencia, cada uno de ellos dijo a SEMANA:
Humberto: "Todos los homosexuales sueñan con tener un hijo pero les falta valor para hacerlo. Mi consejo es que se olviden de las leyes y los permisos Nadie puede impedir que uno le dé amor y protección a un niño. Sé que el temor de la gente era quizás que Nicolás tuviera después esa preferencia sexual, pero eso quedó desvirtuado. Nicolás es heterosexual".
Gonzalo: "Por ser homosexuales las visitadoras del ICBF pensaban que le daríamos un mal ejemplo, pero nosotros vivíamos como una pareja normal y contamos con el apoyo de nuestras familias para cuidarlo y educarlo. Nicolás fue un niño consentido por todos y siempre estuvo rodeado de amor. Le dimos lo mejor de la vida y hoy es un hombre maravilloso".
Nicolás: "Nunca escuché en el colegio ningún comentario que me hiciera sentir mal. Mis amigos, que son los de hoy día, vivían metidos en esta casa y nunca vieron nada extraño en que yo viviera con Humberto y Gonzalo. Siempre los llamé por su nombre, al igual que a mi padre biológico".