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Los sobrevivientes

Estas son 10 viejas tecnologías que se rehúsan a morir, a pesar de que se han creado productos mejores para reemplazarlas.

11 de abril de 2004

En todos los hogares hay cachivaches de los que nadie quiere desprenderse. Aunque hagan estorbo y se vean como viejas reliquias al lado de nuevas tecnologías, las personas aún les encuentran una gran utilidad. A pesar de que hoy existen los discos compactos y hay aparatos para reproducir canciones en formato mp3, muchos se rehúsan a botar sus viejos discos de vinilo. Las gafas también han logrado sobrevivir, pese a que hoy es posible corregir los problemas de los ojos con lentes de contacto de colores, blandos y desechables o mejorar la visión con una cirugía láser que sólo dura una hora. Algo similar sucede con los carros con caja de cambios mecánica que no han podido ser superados por los automáticos, aunque estos aparentemente ofrecen mayor comodidad. Cuando apareció el sistema de cierre conocido por su marca Velcro, todo el mundo pensó: que se tengan las cremalleras. A la vuelta de cinco décadas, el invento sueco de principios de siglo XX todavía sigue tan campante. Todas estas viejas tecnologías que se mantienen vigentes a pesar de la invención de otras con las que se ha pretendido superarlas contradicen el objetivo de la tecnología: que los nuevos aparatos, por el simple hecho de ser mejores, deben sacar de circulación sus antecesores.

En la tecnología como en la biología pueden aparecer especies tan bien adaptadas a los cambios de los ecosistemas que han logrado sobrevivir desde épocas prehistóricas, como las tortugas y los cocodrilos. Un equivalente de estos animales en el campo de la tecnología serían la rueda, las vasijas y los jarrones para servir agua, la pólvora y los cubiertos.

La revista Technology Review considera que el papel es la especie tecnológica mejor adaptada para soportar los embates de la modernidad. Es el equivalente a lo que representa la cucaracha en el mundo natural. A principios de los años 80, con la aparición de los primeros computadores personales, muchos pensaron que por fin se necesitaría menos papel y que los bosques del mundo estarían más protegidos. Ni lo uno ni lo otro. Por el contrario, la información electrónica parece haber incrementado el uso del papel.

Estas son 10 de las tecnologías que, al contrario de lo que sucede con el paujil copete de piedra y el garzón soldado, no se encuentran en inminente peligro de extinción, pese a que en sus ecosistemas aparecen nuevas especies que, al menos en teoría, amenazan con acabarlos.

Papel

1.
Los discos floppy y los modems que aparecieron en los años 80 junto con los computadores personales parecían ser los sucesores del papel. Todo se leería en las pantallas y se guardarían copias de los textos escritos en disquetes. Si era necesario transmitir algún dato, los modems facilitarían ese trabajo. Pero sucedió todo lo contrario. El uso de papel es mayor en las oficinas hoy. Los ejecutivos imprimen sus e-mails, los escritores hacen copias en papel del borrador de sus libros para corregir errores, el número de mensajes por fax ha aumentado y los usuarios de Internet imprimen cuanta información les parece interesante. La necesidad de las personas de leer la información impresa en una hoja de papel ha impedido que este elemento desaparezca.

Los relojes mecánicos

2
.Los relojes digitales son muy sofisticados. Pueden dar la hora con una precisión de hasta milésimas de segundo. Algunos modelos tienen altímetro, barómetro, cronómetro, temperatura, luz para mirar de noche la hora. Otros permiten ver la hora de diferentes ciudades, tienen alarmas con varias memorias y son resistentes al agua. Aun con todas esas ventajas, los relojes con minutero y segundero siguen siendo los preferidos por la mayoría. Los usuarios de estos argumentan que son más bonitos y elegantes, además ofrecen un concepto del tiempo con sólo mirarlos que los otros no pueden dar.

Impresora de matriz de punto

3.
Los trabajos de muchos universitarios en la década de los 80 eran hechos con estas impresoras que formaban las letras con pequeños punticos y hacían un chirrido característico cuando trabajaban. En estas impresoras, los tipos se encontraban en una cabeza que iba moviéndose hacia la cinta y trabajaba por impacto, como las máquinas de escribir. Luego llegaron las impresoras de chorro de tinta (inkjet) y las láser. A pesar de que estas sofisticadas máquinas ofrecieron una mejor calidad, las impresoras de matriz de punto nunca pasaron de moda. Epson tiene 12 modelos y otras marcas, hasta 36. Se utilizan en bancos, oficinas y farmacias porque son más eficientes y baratas: imprimen 2.000 líneas por minuto y más de 500.000 páginas al mes por menos de un quinto de centavo de dólar por página. Las láser cuestan un centavo cada una.

La máquina de escribir

4.
Los computadores pueden haber hecho la vida mucho más fácil, pero algunos escritores y periodistas todavía usan su vieja máquina de escribir en su vida diaria. Muchos piensan que una máquina es más práctica, sobre todo para llenar formularios, hacer membretes de sobres y trabajos cortos. Si no fuera así, nadie se explicaría cómo Olympia y Olivetti aún sean empresas activas que reportan ganancias todos los años. Según la Asociación de Consumidores de Productos Electrónicos de Estados Unidos, en ese país les vendieron 434.000 máquinas de escribir electrónicas a estos usuarios que no deben saber lo que es un archivo perdido ni se imaginan la rabia que produce que un virus le borre la información, tal vez, las mayores desgracias de un computador.

Radio

5.
Cuando la televisión apareció en el mundo en 1940, muchos futurólogos previeron la desaparición de la radio. Un aparato que permitiera ver imágenes además de escuchar sonido tenía que sacarla del juego. Sesenta años después la radio, por lo menos en Colombia, sigue siendo tan importante como la televisión. Muchos colombianos despiertan y lo primero que hacen es prender este aparato para enterarse de las últimas noticias. Es aún el medio de comunicación más ágil en el periodismo y también, el mejor amigo para escuchar la música del momento en el carro. Además, como la radio le permite al oyente poner a funcionar su imaginación, es un medio mucho más cálido que la televisión o el cine, que lo entregan todo digerido.

Busca personas

6.
El celular parece el mejor invento para comunicarse con los demás, pero aún muchas personas llevan el beeper bien puesto en su cintura. Los médicos lo emplean para que los pacientes los localicen rápidamente. Las empresas se los dan a sus mensajeros para enviarles mensajes durante sus recorridos, y muchos profesionales que trabajan sin oficina, de un lado para otro, lo prefieren por su bajo costo. Pero tienen más ventajas sobre los celulares: buen cubrimiento de la señal, el servicio es eficiente y no se congestionan durante las emergencias.

Cintas magnetofónicas

7.
En 1963 cuando los Beatles firmaron con Capitol, las cintas magnetofónicas eran, además de los discos de vinilo, la única forma de reproducir sonidos. Luego llegaron los casetes y más tarde, los discos compactos. Estos últimos se encuentran en vías de extinción pero, curiosamente, las cintas electromagnéticas aún siguen vigentes. Los ingenieros de sonido y los melómanos son los que mantienen esta industria a flote pues consideran que estas cintas captan sonidos que los aparatos digitales y los programas de audio de los computadores no logran hacer. También son ideales para pasar grabaciones de cinta a un sistema digital.

El fax

8.
Llegó el e-mail con todas sus ventajas: la facilidad de enviarlo o leerlo desde cualquier lugar a una velocidad sorprendente. Pronto, pensaron muchos, el correo electrónico haría ver las máquinas de fax como dinosaurios de la tecnología. No fue así. El fax se sigue usando en la mayoría de las empresas del mundo para enviar documentos de una manera rápida. Se utiliza principalmente para transmitir documentos legales, autorizaciones bancarias, imágenes o texto subrayado. Se calcula que en Estados Unidos se vendieron en 2002 más de dos millones de estos aparatos.

Centrales de computadoras

9.
Antes de 1980, las grandes compañías tenían grandes computadores en un cuarto con temperatura controlada que se definían como sus principales caballos de trabajo. En sus puestos, los empleados trabajaban con una pantalla que se conectaba a ese gran computador. Con la aparición de los PC, cada aparato tenía la posibilidad de procesar la información en forma independiente y compartirla mediante un servidor común. Se suponía que esto último era mejor y por lo tanto, esas grandes neveras desaparecerían. Pero no. Estos grandes centros de cómputos son indispensables para ciertas compañías, como los bancos. ¿La razón? Son veloces, seguras y confiables. Según IBM, en 30 años sólo ha habido una queja contra su modelo más reciente, el z990.

Fortran

10.
El lenguaje para programar conocido como Fortran (Formula Translation) era común entre programadores en los años 60 y 70. Luego vinieron otros como Cobol y Pascal que hicieron ver el Fortran como una lengua muerta. Pero entre los científicos, el lenguaje todavía está presente y hoy le han hecho mejoras que han incrementado su eficiencia.