Marte en la Tierra

Cuando el hombre llegó a la Luna, algunos aficionados a las teorías conspirativas dijeron que todo se había hecho en un estudio de televisión. Pero la semana pasada, después de 240 días de viaje, seis astronautas de diferentes nacionalidades llegaron a suelo marciano en un módulo, con tres de ellos a bordo, y, efectivamente, todo sucedió en un lugar cerrado. Concretamente, en un viejo hangar sin ventanas en Rusia, donde los seis hombres permanecieron encerrados desde hace ocho meses para simular la experiencia de viajar a Marte y así poder medir el impacto del estrés en el ser humano en trayectos de aliento sin precedentes.

Mars500, sin embargo, no es un engaño sino un experimento conjunto entre el Instituto de Problemas Biomédicos de Moscú y la Agencia Europea Espacial, y es considerado el primer paso para una misión futura a Marte. El lugar ha sido adecuado para que la experiencia sea lo más parecida a la realidad. La cabina principal tiene apenas 3,7 metros de ancho por 20 metros de largo y cuenta con seis camas estrechas, una sala, una cocina, un puerto de control y un baño. En otro espacio se acomodó un gimnasio, un invernadero, un refrigerador y una alacena. Una habitación representa el módulo que desciende a la superficie del planeta, y, finalmente, está el espacio que simula a Marte, un lugar de 1.200 metros cúbicos cuyo piso fue cubierto de arena rojiza y en cuyo techo se instalaron pequeñas luces para imitar el fulgor de las estrellas.

La tripulación sobrevive con comida congelada. No hay ducha. Para limpiarse, algo que se hace cada ocho días, se usa una cámara de vapor . Las comunicaciones 'con la Tierra' tienen una demora de media hora, pues eso tardarían realmente los mensajes en llegar desde esa distancia. Para darle más realismo, en una oportunidad se simuló un incendio para examinar la habilidad del grupo en una emergencia. Todas las actividades de los astronautas son monitoreadas a través de cámaras y electrodos, para medir la fatiga, la depresión u otra condición psicológica. Además, deben llevar un diario sobre sus sentimientos "En un viaje tripulado tan largo, las personas son el factor de mayor vulnerabilidad", dijo a la BBC Víctor Baranov, responsable del experimento.

Basta recordar que en 1982, dos cosmonautas soviéticos no se cruzaron palabra durante una misión de 211 días debido a que no se soportaban. En la estación Skylab, en 1973, los astronautas hicieron una una huelga para pedir mayor apoyo de la tripulación en tierra. Gracias a ello, hoy estos últimos reciben entrenamiento psicológico para evitar inconvenientes.

Hasta ahora, en Mars500 el problema más grave ha sido el aburrimiento, campo abonado para los conflictos entre los astronautas entre sí y con la tripulación en tierra, según reportó Patrick Sundblad, uno de los expertos involucrados en el estudio. En sus tweets, Diego Urbina escribió: "¿Recuerdan cuando sus padres, de castigo, no los dejaban salir ni hacer llamadas? Aquí es lo mismo, pero todo el tiempo".

El experimento tiene limitaciones pues en este lugar los astronautas no están bajo el efecto de la gravedad cero ni sufren por la radiación espacial. Y si la situación de confinamiento se pone muy dura, cualquiera de los participantes podría salir, lo cual, además, puede influir en los resultados porque en el fondo todos saben que no están a millones de kilómetros de la Tierra. Sobre el tema, Urbina dijo en Twitter: "Hoy tuvimos una discusión sobre si nos sentíamos en el espacio. Unos sí y otros no". Algunos críticos sugieren que un experimento así en la Estación Espacial Internacional podría ser mucho más realista. Incluso señalan que las historias de travesía sobre mar y tierra en siglos pasados podría servir para el mismo propósito.

Los resultados de este esfuerzo solo se conocerán en noviembre, cuando la nave 'regrese a la Tierra'. Todavía les falta soportar el aislamiento durante 250 días más. n