Aeronautica

Máxima velocidad

La semana pasada se probó el 'scramjet', esperanza del transporte espacial del futuro.

4 de abril de 2004

El sábado 27 de marzo de 2004 fue un día histórico para la aviación y las ciencias del espacio. Un avión sin piloto de la Nasa de más de tres metros de largo y apariencia de tabla de surfear, pero con alas, voló a una velocidad siete veces mayor a la del sonido (Mach 7, unos 8.500 kilómetros por hora) durante 11 segundos, usando un motor conocido como scramjet, que no requiere de combustible sino que utiliza el oxígeno de la atmósfera para el empuje. Era la primera vez que un avión volaba a velocidades supersónicas gracias a esta tecnología.

El vuelo de prueba tuvo varias fases. Los ingenieros del Dryden Flight Research Center, en California, acoplaron el pequeño avión, denominado X-34A, a un cohete Pegasus. Estas dos partes fueron transportadas en el ala de un bombardero B-52 hasta una altitud de 12 kilómetros. Arriba en el cielo, el Pegasus se activó e impulsó a la pequeña nave hasta alcanzar 27 kilómetros de altitud. A esa altura se abrieron unas pequeñas compuertas del X-34A que dejaban entrar aire a la turbina. El aire se mezcló con una pequeña cantidad de hidrógeno, lo que permitió la combustión necesaria para que el avión alcanzara la velocidad de Mach 7. Aunque la mayor parte de la aceleración se logró con el cohete, el motor logró aumentar aún más la velocidad del avión, que luego cayó en picada en el océano Pacífico.

Aunque a simple vista parece una prueba sencilla para los expertos de la Nasa fue un hito en la historia de la aeronáutica. Esta tecnología se había probado antes, pero en experimentos con túneles de viento y sólo por milésimas de segundos. Durante los 11 segundos que duró activado el motor en el aire el sábado pasado, los científicos grabaron datos aerodinámicos que justifican el trabajo de siete años en este laboratorio y que ayudarán a desarrollar aún más esta tecnología. "Llevarlo a cabo fue todo un reto pues se requiere que una cantidad de elementos muy complejos funcionen correctamente", dijo un vocero de la Nasa en un comunicado de prensa.

Los scramjets se consideran la esperanza de la aeronáutica futura ya que prometen una vía mucho más eficiente para lanzar un vehículo de la Tierra a la Luna o a Marte. El sistema utilizado hoy para lanzar el transbordador espacial requiere tres cohetes pesados que llevan en su interior hidrógeno y oxígeno líquidos para hacer la combustión. Los scramjets utilizan la atmósfera como combustible y no requieren ningún elemento movible como sucede con los motores de turbina conocidos hoy. Sólo utilizan un poco de hidrógeno que al mezclarse con el aire exterior provoca la fuerza necesaria para avanzar.

Si esta tecnología se desarrolla podría significar una mayor capacidad de las naves espaciales para transportar carga, así como menos costos y contaminación. También contribuirían al desarrollo de aviones comerciales más rápidos que en cuestión de dos décadas podrían transportar pasajeros desde Londres hasta Sydney en sólo un par de horas.