Medellín: ¡Qué alivio!

La capital antioqueña se ha convertido en un centro nacional e internacional de turismo médico.

22 de noviembre de 1993

"El clima de Medellín cura lo que sea", suelen decir las abuelas antioqueñas sobre la efectividad terapeútica de una visita a "Ciudad de la eterna primavera". Pero hoy a esta verdad popular se le adicionan otros factores, como la calidad profesional de los médicos paisas y la tecnología de clínicas y hospitales. Esto, sumado a la visión de algunos empresarios, está dándole un vuelco a la imagen de Medellín: su conversión en destino turístico de salud.
Sin más "Playa" que la avenida con este nombre, la capital antioqueña ha tenido siempre encantos para ofrecer al visitante: las orquídeas, el verde de sus montañas, y las confecciones de calidad a bajo costo. Ahora, dentro de los atractivos turísticos, se habla también de trasplantes, cirugías sin bisturí y tratamientos médicos. Pero la fama de Medellín como centro de salud de alta calidad no es nueva. El primer grupo de turistas, cuyos fines eran la revisión médica y el descanso, arribó a la ciudad en un vuelo charter de Aerocóndor en 1970 procedente de Curazao. Los paseantes pacientes quedaron satisfechos y el rumor empezó a correr hasta que, en pocos años, pasó a ser una realidad cuantificable en número de visitantes extranjeros a los establecimientos clínicos.
Aunque la violencia narcoterrorista ha frenado este auge, en este lapso la medicina paisa ha crecido en conocimientos y experiencia. Desde 1985, cuando se realizó el primer transplante de corazón, se han hecho 42 operaciones de este tipo y sobrevive más de la mitad de los receptores, cuya procedencia va más allá de las fronteras antioqueñas. Hoy, cuando la ciudad respira de nuevo un ambiente de tranquilidad, se ha reanudado el flujo de lo que podría llamarse turismo médico. Uno de cada cinco pacientes de las clínicas privadas de Medellín proviene de otras ciudades o países. Pero lo novedoso es la oferta específica de paquetes en las agencias de viajes, en los que se mezclan tarifas hoteleras y city tours con programas de atención medica que van desde un chequeo general hasta el transplante de órganos vitales.
El asunto es tan en serio que tiende a convertirse en el programa bandera del Fondo Mixto de Promoción Turística. Estudios de mercadeo en mano, representantes de los gremios turístico y médico se encontraron con un seis por ciento de ocupación hotelera originada en el sector salud. "Y el dato esta subdimensionado -dice Elías Castaño, ex presidente de Cotelco-, pues son muchos los pacientes que se alojan donde familiares o no hacen explícita la finalidad de su viaje en el registro del hotel".
Por eso se idearon el programa "Medellín es un alivio" que lanzarán oficialmente en diciembre, y cuya ejecución compromete a hoteles, restaurantes, aerolíneas, clínicas y centros comerciales. El propósito es ofrecer las cerca de mil camas hospitalarias y el centenar de quirófanos disponibles, además del alto nivel profesional de los médicos y la infraestructura tecnológica, para que los enfermos del continente curen sus dolencias en esta ciudad. Los principales destinatarios son los turistas de Centroamérica, Suramérica e incluso Norteamérica, para quienes los precios resultan muy atractivos. La meta inicial es incrementar en un 20 por ciento ese turismo médico.
En opinión de los gestores del programa, no habrá que hacer mucho esfuerzo para promover los logros de una medicina que ya tiene nombre propio en el continente. Un ejemplo: la cirugía plastica maxilofacial y de la mano, y la de quemaduras, paradójicamente desarrolladas a partir de la práctica diaria en heridos producto de accidentes y de violencia barrial. El Grupo de transplantes del Hospita Universitario San Vicente de Paul, con práctica eficaz en reposiciones hepáticas, cardíacas. renales, pancreáticas y de médula ósea, y con un proyecto avanzado para el transplante de pulmón, es otro producto médico de mostrar, lo mismo que los tratamientos sin bisturí para el crecimiento benigno de la próstata y para los cálculos renales.
Igual ocurre con la medicina diagnóstica que vive un verdadero boom gracias a los avanzados métodos tecnológicos. El afán por conseguir lo último en aparatos desató una oleada de inversiones que obligó, por cuestión de costos, a la creación del Instituto de Alta Tecnología Médica, una asociación de clínicas y profesionales que adquirió un resonador magnético, cuyo valor es de dos millones de dólares, y que tiene proyectos de gran envergadura en medicina nuclear. Esta y otras instituciones poseen una dotación tecnológica realmente escasa, incluso en ciudades capitales de todo el continente.
Por lo demás, el proyecto turístico ha creado una tendencia de atención integral tanto al paciente como a sus acompañantes. Como producto de ello, la tradicional Clínica Soma, situada en pleno centro de Medellín, ofrece tres tipos de alcobas, como en cualquier hotel de categoría. La nueva Clínica Las Américas ha ido más allá en cuanto a locaciones hospitalarias y acaba de construir too un complejo: aparte de quirófanos, laboratorios y habitaciones, edificó una torre de consultorios y un centro comercial médico, con restaurantes y sala de cine incluídos. Y a mediano plazo, planea levantar un hotel de cuatro estrellas para aumentar en 500 las camas actualmente disponibles para los viajeros.
Con ayuda de la calculadora, los promotores del programa aseguran que con lo que vale un examen o una operación en cualquier ciudad latina o estadounidense, en Medellín al paciente le alcanza para hacerse su examen o tratamiento y, por añadidura, pasar su convalecencia de paseo y compras.