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SALUD

Y ahora, ¿cómo calmo el dolor?

Un estudio reveló que tomar analgésicos y antiinflamatorios de manera regular podría aumentar en 19 % el riesgo de sufrir de problemas cardíacos. Los expertos explican qué hacer ante este hallazgo.

26 de septiembre de 2016

Es común que ante un dolor repentino la solución sea ingerir un analgésico o antiinflamatorio, que además de ser la receta favorita de muchos médicos en el país, son medicamentos de venta libre. Esto hace que fármacos como el ibuprofeno o naproxeno sean regularmente consumidos por millones de personas sin restricción y sin una evaluación seria de sus efectos adversos.

De hecho, una de esas consecuencias sería la relación entre el consumo de estos medicamentos comunes, con un riesgo mayor de sufrir una insuficiencia cardiaca. Así lo indica un estudio adelantado por investigadores de la Universidad de Milano-Bicocca, que recogió datos de diez millones de personas en Alemania, Italia, Reino Unido y Holanda, entre 2000 y 2010.

Los investigadores concluyeron que el uso regular de antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, puede aumentar el riesgo en el corazón hasta en un 19 por ciento. Como la mayoría de los pacientes observados eran mayores de 70 años, algunos expertos han asegurado que estos resultados solo podrían ser relevantes para los adultos mayores.

Sin embargo, la recomendación generalizada es que quienes estén tomando estos antiinflamatorios lo hagan en dosis bajas y por el menor tiempo posible para cuidar la salud en general. “Lo ideal es que cuando se ingieran estos medicamentos se haga bajo prescripción médica porque se pueden tomar en dosis inadecuadas. Esto puede provocar daños en otros órganos como riñones o hígado”, asegura el médico Sergio Téllez.

Los expertos también han señalado que aunque es improbable que los efectos sobre el corazón se vean en personas que ingieren estos medicamentos de manera ocasional, para paliar un dolor momentáneo como lo hace la mayoría, los resultados sí son un llamado de atención para que haya más conciencia de que la automedicación puede dañar el corazón.

Asimismo, el diario inglés The Guardian cita al profesor Peter Weissberg, director médico de la Fundación Británica del Corazón, quien asegura que como a menudo coexisten problemas corazón y otras enfermedades, particularmente en los ancianos, este estudio sirve como un recordatorio para que los médicos consideren cuidadosamente la forma en que prescriben los AINEs. “Los pacientes deben discutir su tratamiento con su médico de cabecera si tienen alguna preocupación o contraindicación para evitar estos efectos", asegura.

Hay que cuidar el corazón pues el conjunto de enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. “Para blindar a nuestro cuerpo de presentar insuficiencias cardíacas, la principal recomendación es llevar hábitos de vida saludables como una dieta balanceada, baja en colesterol LDL, azúcares y sal, así como actividad física regular”, concluye Téllez.

La literatura científica que relaciona el consumo de analgésicos con problemas cardiovasculares se está ampliando. Estudios anteriores ya habían relacionado el mayor riesgo de sufrir de accidentes cardíacos a personas que estaban consumiendo antiinflamatorios como tratamiento para controlar enfermedades como la artritis.

Otra investigación adelantada por el Comité de Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento, advertía que consumir más de dos gramos diarios de ibuprofeno genera problemas como en el corazón.