Angelina Jolie generó una oleada de consultas médicas de mujeres que querían saber cuál era su riesgo de sufrir cáncer de seno. | Foto: A.F.P.

SALUD

El efecto fama de Douglas y Jolie

Al contar sus experiencias con el cáncer, Michael Douglas y Angelina Jolie lideraron en 2013 la más grande campaña de prevención contra esa enfermedad.

14 de diciembre de 2013

Los promotores en salud sueñan con el día en que una celebridad preste su fama para visibilizar una enfermedad en la sociedad, y ese milagro sucedió este año, no una sino dos veces. Primero cuando Angelina Jolie anunció en The New York Times que había decidido hacerse una doble mastectomía para reducir el riesgo de cáncer de seno, enfermedad que mató a su madre a los 56 años. Y luego con Michael Douglas, quien tres años después de anunciar que padecía cáncer de garganta reveló su verdadera causa: el virus del papiloma humano, o VPH, que contrajo por medio del sexo oral.

Angelina Jolie propició que muchas mujeres en el mundo acudieran a especialistas para conocer su propio riesgo. La actriz de 38 años tenía un 80 por ciento de riesgo de sufrir de cáncer de seno y un 50 por ciento de cáncer de ovario debido a la presencia de dos genes defectuosos conocidos como BRCA1 o BRCA2. Para comprobar su condición se sometió a una prueba genética.

En Australia se reportó que el número de mujeres que ha solicitado dicho examen aumentó en un 40 por ciento a partir del anuncio de Jolie. En Estados Unidos, los servicios de consejería sobre genética tuvieron un incremento del 50 por ciento en sus citas.


En Inglaterra la reacción fue incluso exagerada, pues cientos de mujeres acudieron a sus médicos para solicitar una mastectomía sin necesitarla. “Hemos visto un gran número que la piden para estar tranquilas pero si no tienen la predisposición genética no se beneficiarían”, dice Kefah Mokbel, profesor del London Breast Institute.

Según los cálculos, el 29 por ciento de los cánceres que padecen las mujeres empiezan en el seno y de estos entre el 5 y el 10 por ciento se deben a la presencia de alguno de estos genes defectuosos. Un estudio reciente con 2.500 de estas personas encontró que quienes se hicieron la mastectomía vivieron libres de cáncer durante las siguientes tres décadas, lo que no sucedió con el 7 por ciento de las que no se sometieron a dicha intervención. O sea que en dichos casos la mastectomía ha probado ser un excelente tratamiento preventivo.

El examen genético para conocer el riesgo es muy costoso. Pero gracias al ‘efecto Jolie’ la Asociación de Patología Molecular de Estados Unidos demandó a Myriad Genetics, una compañía de Utah que había patentado los genes y cobraba 4.000 dólares por cada prueba, lo que dejaba por fuera del diagnóstico a muchas mujeres. La Corte Suprema de Justicia de ese país decidió que los genes no pueden ser patentados, lo que implica que muchas otras compañías podrán tener acceso al gen y hacer pruebas. En resumen, se espera que el precio del examen baje.

Aunque no tan ruidoso como el efecto Jolie, la revelación de Michael Douglas se ha equiparado con lo que Rock Hudson hizo por el VIH décadas atrás. El cáncer oral es muy raro pero está en aumento tal vez porque otros tumores de dicha cavidad, ocasionados por el tabaco, están disminuyendo. 

En ese sentido, poner sobre la mesa esta enfermedad fue importante para un grupo de hombres que está más preocupado por el colesterol que por el efecto de un virus de transmisión sexual en su organismo. Los expertos señalan que estos pacientes son principalmente hombres entre los 45 y 55 años, heterosexuales y de raza blanca que han tenido sexo oral con al menos seis parejas en su vida.

El cáncer oral causado por el virus del papiloma humano tipo 16 no puede ser detectado a tiempo como sucede con el de cuello uterino, que cuenta con la citología, una prueba que detecta células precancerosas en ese órgano. La razón es que la infección se instala en las amígdalas, donde es difícil tomar una muestra. Además, el cáncer aparece en la parte más profunda de la lengua y muchas veces pasa inadvertido o se confunde con otros males.

Se espera que la publicidad ayude a desarrollar métodos de detección temprana y acabe con el estigma de las enfermedades de transmisión sexual, que impide que las parejas hablen a ‘calzón quitao’ del tema. Algunos estudios preliminares señalan que la vacuna contra el VPH ayudaría a proteger a los hombres del cáncer de garganta asociado con dicha infección. 

Pero es importante estar atento a los síntomas, como dolor de garganta persistente por varias semanas, un bulto en el cuello o la llamada voz de papa, que es la forma como alguien habla cuando siente un quemonazo en su laringe.

A ambos actores se les abona su valentía para revelar historias muy íntimas, a sabiendas de que pueden dañar su imagen, sobre todo en el caso de Douglas. Sin duda, en ambos casos prevaleció su interés por ayudar a salvar vidas.