NIÑOS DIVORCIADOS

Ahora los hijos se pueden separar de sus padres biológicos y escoger otros.

11 de enero de 1993

HACE DOS MEses un niño norteamericano de 12 años, Gregory Kingsley, logró ante una Corte norteamericana, divorciarse de su madre biológica y ser dado en adopción a unos padres que él había elegido.
Gregory acusó a su madre de abandono y pidió ser adoptado por una familia mormóna con ocho hijos. Desde entonces, no sólo en los Estados Unidos sino también en Gran Bretaña varios adolescentes han logrado que los tribunales les otorguen el derecho a separarse de sus padres biológicos y optar por otros de su predilección.
A comienzos de este mes, una niña inglesa, Charlotte K, de 11 años, logró "divorciarse" de su madre tras alegar que a ella no le gusta su nuevo padrastro, la niña tomó contacto con un abogado y pidió a un tribunal que le permita vivir con sus abuelos. Esto ha sido posible gracias a una nueva ley que establece que los padres no tienen derechos sobre sus hijos sino responsabilidades hacia ellos. " La ley de la infancia reemplaza el concepto de derechos paternales por el de responsabilidades paternales", explica un documento aclaratorio emitido por la Unidad de Desarrollo de los Derechos de la Infancia, organización creada con la misión de llevar a la práctica los Derechos de la Niñez. La ley de la Infancia garantiza a un niño ser capaz de formular sus propios puntos de vista, el derecho a expresarlos libremente en todos los asuntos que le afecten". Es decir, la oportunidad de ser escuchado en cualquier procedimiento judicial o administrativo que se relacione con su bienestar.
Para muchos padres sin embargo, esta ley es un arma de doble filo. "Es una pesadilla", dijo la madre de otra adolescente inglesa que obtuvo recientemente un dictamen judicial para vivir con su padrastro. "Una madre no pasa nueve meses de embarazo para encontrarse, años después, con que su propia hija quiere divorciarse de ella", reclamó.
La madre afirma que su hija quería "lujos que yo no le podía dar", y que sí le proporcionaba su padrastro, con quien su hija pasaba las vacaciones anuales en España.
Los abogados especializados en asuntos de la infancia dicen, sin embargo, que la ley tiene suficientes salvaguardias para prevenir que los adolescentes rebeldes utilicen los tribunales como campo de batalla contra sus padres. Se estima que la nueva ley es una salida necesaria para niños atrapados en situaciones familiares trágicas que los trabajadores sociales no pueden resolver en el marco de sus atribuciones porque es difícil de establecer las heridas del abuso emocional y sexual. La ley permite ahora a los niños actuar rápidamentepara protegerse, llevando su caso ante el tribunal.
Lo cierto es que los casos de niños divorciados ocupan ahora las páginas de la prensa casi en la misma profusión que la separación de Carlos y Diana. Hace poco el diario Independent señalaba la desesperada situación de los niños explotados o sometidos a abusos afirmando: "Si estos niños han de tener una razonable oportunidad de ser felices en casa de padres adoptivos o amigos ¿porqué se ha de permitir a unos padres egoístas o miopes que lo impidan?"... Pero la profusión de niños que amenazan a sus padres con el divorcio tiene estremecidos a los británicos.