PSICOLOGÍA

No es adicción, es amor

Martin Lindstrom, autor del libro Brandwashed, investigó si los teléfonos celulares eran realmente adictivos.

8 de octubre de 2011

Martin Lindstrom, autor del libro Brandwashed, investigó si los teléfonos celulares eran realmente adictivos. Agrupó a ocho hombres y ocho mujeres entre 18 y 25 años, y los conectó a aparatos que ofrecen imágenes de resonancia magnética funcional (FMRI, por sus siglas en inglés). Su idea era ver el funcionamiento de sus cerebros mientras los exponía a un iPhone que vibraba o timbraba. De ese modo descubrió que la corteza insular del cerebro, que se asocia a sentimientos de amor y compasión, se activaba cuando los sujetos escuchaban el aparato. “Respondieron de la misma manera en que lo hacen ante la presencia del novio o la novia o de un miembro de la familia”, dijo Lindstrom en un artículo en The New York Times, la semana pasada. En conclusión, el experto considera que más que adicción, entre estos aparatos y sus dueños se genera una relación afectiva que, como todas las demás, tiene sus momentos idílicos y de tensión.