Nueva era espacial comercial

El regreso a la Tierra del cohete Falcon 9 de la compañía Space X fue considerado histórico por varias razones. La primera es que el lanzamiento representaba el regreso de la compañía de Elon Musk al terreno, luego del fracaso de una misión en junio cuando un cohete similar explotó segundos después de su lanzamiento. También lo fue porque todo el proceso fue impecable y, para ello, contribuyó el hecho de congelar el oxígeno líquido a menos 171 grados centígrados. El lanzamiento, sin embargo, es relativamente fácil y este tipo de cohetes ha estado en órbita en varias ocasiones desde 2008. Por eso, lo más sorprendente fue que luego de dejar los satélites el cohete encendió sus motores, dio vuelta y emprendió su regreso. Space X había fallado también en esta fase en dos oportunidades. Aunque en noviembre Blue Origins, la compañía de Jeff Bezos, logró regresar su cohete intacto, la hazaña de Musk es única porque Falcon 9 vuela hasta la órbita terrestre, lo cual implica una logística mucho más complicada que solo llegar a la subórbita, como es el caso del vehículo de Blue Origins. Recuperar el cohete es crucial para esta nueva etapa de vuelos comerciales porque reduce enormemente los costos y acerca el momento de establecer colonias humanas en la Luna o en Marte.