C I R U G I A    <NOBR>P L A S T I C A</NOBR>

Ojo con la liposucción

La cirugía para quitar la grasa localizada es segura si se toman las precauciones debidas.

19 de marzo de 2001

La muerte de Claudia Elena Giraldo, nutricionista del Envigado Fútbol Club que falleció recientemente tras someterse a una liposucción, conmocionó al país. Aunque aún no se conocen las causas de las complicaciones que originaron su deceso, este caso vuelve a poner sobre el banquillo un procedimiento al que se someten miles de mujeres y hombres con el fin de tener un cuerpo esbelto.

Los médicos cirujanos estiman que el índice de mortalidad de esta cirugía es de uno en 100.000, mucho menor que cualquier otra. No obstante, sólo en Bogotá entre 1995 y 2000 han muerto a causa de este procedimiento ocho personas por complicaciones posoperatorias.

La liposucción es una de las operaciones estéticas más solicitadas en el momento. Consiste en quitar la grasa localizada en ciertas partes del cuerpo que no ha sido posible eliminar por medio de dietas ni ejercicio. La cirugía consiste en hacer incisiones mínimas de tres a cuatro milímetros en las áreas que se van a corregir. Sobre esas áreas se inyecta una mezcla de líquidos (solución salina, adrenalina y anestésico local) para inflamar el tejido y minimizar el sangrado. Luego se introduce una cánula para extraer la grasa, cuyo volumen debe ser limitado. Las incisiones de más de 6.000 mililitros requieren de mayores cuidados posoperatorios.

Aunque a simple vista es un procedimiento sencillo, los médicos especialistas opinan que la liposucción, como cualquier otra cirugía tiene posibilidades de complicación. “Es por eso que no la puede hacer cualquier persona”, dice Jorge Eduardo Aristizábal, médico cirujano plástico. Entre los riesgos están un tromboembolismo, lo cual es más frecuente en pacientes mayores de 40 años que se someten a cirugías muy largas; embolismo graso; perforación de vísceras como hígado o intestinos debido a la falta de pericia o complicaciones relacionadas con la anestesia general. “Además es crucial la rapidez con que el médico reaccione ante las complicaciones”, dice Aristizábal.

Para minimizar los riesgos los médicos consideran que los pacientes interesados en este procedimiento deben primero escoger un médico que sea cirujano estético y que además haya hecho un entrenamiento en este tipo de técnica. Así mismo es indispensable que el lugar donde se realice la operación cuente con los equipos mínimos exigidos por el Estado para atender complicaciones. Por último recuerdan que la liposucción no es un método de adelgazar sino una manera de extraer los gorditos que han sido resistentes a otros tratamientos.

Parte de la responsabilidad está en manos del paciente, quien debe escoger el cirujano idóneo e indagar profundamente sobre esta cirugía y sus complicaciones antes de pasar al quirófano (Ver recuadro). Es un deber del paciente averiguar las credenciales y diplomas del especialista y dudar de él si no quiere suministrarle esta información. Una alternativa para conocer qué clase de profesional es consultar con la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica. No se deje engañar por títulos extranjeros, avisos de periódico o por el directorio telefónico. Como la cirugía plástica cuenta con muchas subespecialidades, es recomendable averiguar quién es el más experto en determinado procedimiento.

Aunque no existe el riesgo cero, escoger el cirujano adecuado y asumir la liposucción como un evento serio y riguroso reduce considerablemente las probabilidades de complicaciones.