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En un nuevo museo de Los Angeles, los visitantes pueden, por un momento, meterse en el pellejo de las minorías perseguidas.

18 de octubre de 1993

EL RACISMO HA sido puesto por fin en su sitio. Esa es la leyenda de un nuevo lugar inaugurado recientemente en Los Angeles, llamado El Museo de la Tolerancia, que agrupa documentales, videos y fotografías sobre la historia de la intolerancia humana.
Pero quizá lo que más llama la atención es un oscuro corredor, llamado el túnel de los susurros, por el cual el visitante que se aventure puede vivir por unos momentos el tormento de ser parte de una minoría perseguida. En el techo está dispuesta una serie de parlantes que repiten insultos de toda clase: "Usted no es más que basura", "Oiga negro, estoy hablando con usted"; "Muévase marica"; "Pinche cabrón"; "Homofóbico"; "Qué buen pedazo de carne", "Vieja p... ", "Cuidado con lo que hace, judío,'; "Cerdo sexista ", y muchas otras.
Esta es sólo una de las poco ortodoxas muestras que se exponen en el museo y que tienen como única intención provocar al espectador. Pero lejos está de ser la más impactante. Existen también estatuas en cera que recrean terribles escenas de la Alemania nazi. Igualmente se pueden apreciar monitores de video interactivos sobre los acontecimientos de los disturbios en Los Angeles, y el genocidio en el que murieron alrededor de un millón de armenios. Hay, además, paredes electrónicas que se activan al oprimir un botón para mostrar una enciclopedia animada donde, de la A a la Z, aparecen todos los grupos racistas y violentos de Estados Unidos -se encuentran nombres como Nación Aria y Libertad hasta Ku-Klux-Klan y los Neonazis-.
En resumen, el Museo de la Tolerancia expone una muestra de toda la intolerancia que ha ocurrido durante este siglo. Su director, Gerald Margolis, señala: "El museo es un lugar inolvidable y muy particular. Es un sitio en el que todo el mundo debería pasar un día. No todos lo harán, pero deberían". Es un recorrido que pone de presente al visitante los horrores cometidos por la ignorancia, el miedo, los prejuicios, la persecución y el odio de que es capaz la humanidad.