familia

Padre e hijos

Detrás del Batman del palacio de Buckingham se esconde la historia de muchos padres que luchan por tener la custodia de sus hijos.

19 de septiembre de 2004

El lunes pasado un grupo de activistas se agolpó frente al palacio de Buckingham. Aprovechando que la policía estaba concentrada en los manifestantes, dos hombres disfrazados como Batman y Robin subieron por la reja de uno de los costados del palacio y se encaramaron a uno de los edificios contiguos a la residencia de la reina Isabel II. Y como si se tratara de una hazaña digna del legendario héroe de caricatura, Batman logró caminar por una estrecha cornisa hasta llegar al balcón real desde donde la soberana saluda a sus súbditos en las ocasiones especiales.

El objetivo de todo este golpe publicitario era crear conciencia sobre la situación de muchos padres en Gran Bretaña que luchan por acabar con el feminismo persistente en los juzgados de familia. Después de cinco horas de protesta la policía lo capturó. Detrás del disfraz de Batman no se escondía el multimillonario Bruno Díaz sino Jason Hatch, de 32 años, uno de los 10.000 miembros del grupo Parents for Justice (Padres por la Justicia), quien dejó en claro su mensaje: "Es más fácil llegar al balcón de la reina que ver a mis hijos".

El grupo sostiene que cuando una pareja se separa el sistema legal favorece a las madres en la custodia de los hijos y se hacen los de la vista gorda cuando ellas incumplen el régimen de visitas estipulado. Padres por la Justicia no es la única organización en el mundo que aboga por estos derechos. En muchos países los hombres han formado alianzas para demostrarle a la sociedad que su papel como padres ha cambiado drásticamente en los últimos 30 años y las leyes deberían reflejarlo.

En Argentina, por ejemplo, la Asociación de Nuevos Padres -Anupa- trabaja para crear conciencia sobre el derecho del padre varón separado a ejercer una paternidad activa y difundir la opción de la tenencia compartida. En Uruguay la organización SOS Padres ha protestado porque en muy rara ocasión la tenencia se le adjudica al hombre "Darles los hijos a las madres es la solución más práctica, aunque no haya razón que la justifique", dijo la abogada del grupo al periódico Tiempos del Mundo. En Francia, el libro El nuevo padre, escrito por la socióloga Evelyn Sullerot, escandalizó a las feministas al afirmar que existe un matriarcado social que da todo el poder a las mujeres en caso de conflicto familiar.

La realidad es que aunque en la mayoría de legislaciones del mundo ambos padres tienen igualdad de derechos, culturalmente el asunto de la crianza sigue siendo un tema femenino. Son ellas quienes piden quedarse con ellos. Además, los estereotipos favorecen a la mujer porque por tradición ellos son los que abandonan la casa y las mujeres, las que deben asumir solas las labores de crianza. Así mismo muchos hombres aún consideran que los niños van a estar mejor bajo el cuidado femenino. Pero cada vez hay más padres con interés en pasar más tiempo con sus hijos debido al cambio de papeles. "Cuando se divorcian para algunos es motivo de controversia pasar de ser un padre activo a volverse el papá 'helado', que saca los fines de semana a su hijo a comerse un helado", dice el abogado Álvaro Pinilla.

La mayoría de los acuerdos de custodia y visitas se deben hacer entre los miembros de la familia. Pero cuando no lo logran el asunto se resuelve ante el juez. Gloria Orozco, juez 13 de familia, admite que muchos hombres sienten prevención y creen que "la tienen perdida porque la mayoría de jueces somos mujeres, afirma. No es cierto. Somos imparciales y estudiamos cada caso teniendo en cuenta el bienestar de los niños". Sin embargo, frente a una misma condición entre hombre y mujer ella le daría la custodia a la mamá si el niño siempre ha estado con ella y no hay razones para no hacerlo. "Uno prefiere que continúe con ella", dice Orozco.

Según la juez de familia Martha Ospina, se ven hombres que abandonan a sus hijos totalmente. Pero hay otros que quieren ser más activos y cercanos, y a los que las madres les dicen: no, gracias, el niño no necesita nada. "Lo cierto es que es un derecho del niño poder ver a su padre".

César Esparza, recién divorciado y padre de una niña, opina que la custodia se le debe dar al progenitor que en el día a día le pueda brindar la mayor calidad de tiempo a los hijos pues hoy ambos trabajan al mismo ritmo y ganan sueldos muy parecidos. Asegura que así como hay hombres que no quieren responsabilizarse por sus hijos, otros asumen este papel en forma total y sus ex mujeres no los ayudan en el proceso. "Nadie las demanda por alimentos", argumenta.

Para no volver el tema una batalla más entre los sexos, se abre paso una tercera vía que puede ser beneficiosa para todos. Es la custodia compartida, en la cual los acuerdos para las visitas son mucho más flexibles e incluso permiten que el niño viva por lapsos determinados en la casa de uno y del otro. "Hay una gran controversia sobre esto. Unos dicen que les puede generar inestabilidad a los niños, otros aseguran que si las reglas son claras es una gran alternativa", afirma Pinilla.

El abogado nota cierta reticencia de las mujeres a aceptar esto, "pues a nadie le gusta que se le metan en sus terrenos". Además, el que se queda con los hijos tiene un poder y muchas veces lo usa para pasarle cuentas de cobro al otro. Según estadísticas de la Alianza para los Derechos de los Padres que No Tienen Custodia (Alliance for Non Custodial Parent's Rights, Ancpr), 40 por ciento de las madres que han interferido en las visitas lo hacen para castigar al esposo. Sólo el 11 por ciento consulta al padre sobre temas del hijo y 37,9 por ciento de los hombres no tienen acceso a sus derechos de visita.

Los expertos recomiendan hacer los acuerdos en familia pues así son más fáciles de cumplir que cuando son impuestos por una tercera persona. La clave para tomar las decisiones es pensar en el bienestar de los hijos y en que son ellos los que necesitan disfrutar de la compañía de sus dos padres. Lo ideal es que no sea necesario volverse un superhéroe para que ellos tengan este privilegio.