El sueño muy largo (más de 9 horas) y el demasiado corto (menos de 5 horas) están asociados con dietas poco variadas. | Foto: .

SALUD

Para dormir bien, ¡fíjese en lo que come!

Nuevos estudios señalan que existen vínculos entre lo que las personas comen y el buen o mal descanso.

8 de marzo de 2013

Cada vez hay más evidencia de que la gente, en especial los más jóvenes, padecen de insomnio. Además de ser algo preocupante, pues el mal sueño se asocia con problemas de hipertensión y el aumento del riesgo de sufrir diabetes, obesidad u otros males de salud, los expertos en el tema están tratando de encontrar las razones por las cuales esto sucede y cómo ciertos hábitos podrían ayudar a cambiar esta tendencia.

Una investigación reciente, llevada a cabo por miembros del Centro para el Sueño y Neurobiología Circadiana, de la Universidad de Pensilvania, encontró una relación entre la dieta de las personas y sus ciclos de sueño. Para ello, usaron datos de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud de Estados Unidos y descubrieron que las personas que duermen de 7 a 8 horas por noche tienen un régimen alimenticio mucho más variado que quienes lo hacen tan solo por cinco o menos horas.

El estudio reveló que los que duermen menos horas de lo aconsejado por los especialistas, beben menos agua, consumen bajas cantidades de vitamina C y tienen menos selenio, un micronutriente que se encuentra en las nueces, la carne y los mariscos. Sin embargo, comen más verduras y hortalizas.

En el caso de quienes sí descansan las horas recomendadas, presentan mayores índices de carbohidratos y alcohol, pero menos de colina, un nutriente esencial que puede encontrarse en los huevos y las carnes procesadas, y de teobromina, sustancia que se encuentra en la planta de cacao y, por ende, en el chocolate y el té.

Los investigadores, que tuvieron en cuenta factores como la obesidad, la actividad física y los ingresos, concluyeron que el sueño muy largo (más de 9 horas) y el demasiado corto (menos de 5 horas) están asociados con dietas poco variadas. Sin embargo, aclararon que no saben si el cambio de dieta afecta la cantidad de tiempo que duermen, pues hay gente más dormilona.

Aunque hay ciertas similitudes entre las dietas que consumen unos y otros, no hay evidencia clara sobre cuál sería la ideal para que alguien duerma bien. Sin embargo, varios estudios han revelado que las personas que duermen menos horas, sienten más hambre debido a que el cuerpo necesita más energía si no ha descansado lo suficiente. Además, el nivel en la sangre de grelina, una hormona relacionada con la sensación de hambre, se eleva.

Los expertos concluyeron que las investigaciones futuras acerca del tema deben evaluar si estas asociaciones entre dieta y sueño se deben a la falta de regulación del apetito, a causa del descanso corto o largo, o si los nutrientes de ciertos alimentos tienen efectos fisiológicos sobre el sueño. El trabajo fue publicado en la revista Appetite.