comportamiento

Patito feo

Un estudio confirma que los padres prefieren a los hijos bonitos que a los menos agradecidos.

9 de mayo de 2005

Científicos canadienses acaban de comprobar algo que nadie se atrevería a aceptar: que los padres prodigan mayores cuidados a sus hijos bonitos que a los feos. La investigación fue realizada por el científico Andrew Harrel, de la Universidad de Alberta, con más de 400 familias que tenían niños de entre 2 y 4 años. El investigador observó el comportamiento de los padres sin que ellos lo supieran mientras recorrían supermercados y tiendas con sus pequeños. El científico se enfocó en tres aspectos: el tiempo dedicado al cuidado, el número de veces que se les permitió a los niños involucrarse en actividades peligrosas y si se les aseguraba en el coche o no. También evaluaron la belleza de los niños en una escala de uno a 10. Los resultados de su trabajo son impresionantes. Los niños menos favorecidos físicamente fueron tratados totalmente diferente a los lindos. Harrel encontró que a los menos agraciados los dejaban solos deambulando sin ninguna vigilancia, lo cual los puso en mayores situaciones de riesgo. Sólo 1,2 por ciento de los feos fueron amarrados a su coche, mientras que 13,3 por ciento de los bonitos contaron con esta medida de seguridad. La diferencia fue mayor cuando era el padre y no la madre quien los llevaba de tiendas. En esos casos ninguno de los menos bonitos fue asegurado. Para Nadja Reissland, profesora de desarrollo infantil de la Universidad de Aberdeen, en Escocia, no hay nada extraño en estos resultados. ?Cuando una persona ve algo bello se siente atraída. Lo mismo sucede en estos casos?. De hecho, otras investigaciones han mostrado que los niños desde muy pequeños también se sienten fascinados por las caras más simétricas. Sin embargo, para la académica esto no significa que al final del día a uno le vaya mejor que al otro. Es posible que el bonito se sienta apabullado por tanta atención mientras que el feo desarrolle otras habilidades para obtener el cuidado de sus padres. ?Estoy segura de que, al final, a ambos les va igual?. Aunque el trabajo no aporta las causas de este comportamiento, sicólogos e investigadores han opinado que esta conducta se explica a la luz de las teorías evolucionistas pues los niños bonitos representan un mejor legado genético y por lo tanto reciben mejores cuidados. Pero otros controvierten esta afirmación diciendo que si fuera cierta, las parejas feas tendrían menos hijos. Otros consideraron que la metodología de Harrel está errada y así mismo sus conclusiones. Sin embargo, el científico considera su trabajo un paso adelante en el tema de la discriminación por la apariencia física. "Sabemos que los niños lindos reciben más atención en el colegio, pero nunca imaginamos que la influencia del atractivo fuera un factor tan determinante", afirmó. Incluso sugiere que se puede asociar el atractivo al tema de maltrato infantil y a la idea de valor social. "Hay muchas características que hacen a una persona más valiosa que otra y el atractivo físico puede ser una de ellas". La mayoría de padres se ha sorprendido con este hallazgo. Muchos dirán: "Yo quiero a mis hijos por igual", "yo no discrimino con base en la belleza", "todos mis hijos son importantes". Pero ahora la ciencia acaba de demostrar que el amor no es tan ciego como parece ser.