PEPITAS D´ ESAS

Gracias a ellas, la tasa de la natalidad en Colombia ha disminuido en los últimos años.

2 de agosto de 1982

En 15 millones se ha reducido la población calculada para Colombia en el año 2000. Es el resultado de una campaña paciente y sistemática, discreta pero no clandestina. Comenzo hace 20 años, y hoy, ha logrado a pesar de la oposición de la Iglesia y de algunos sectores de izquierda, modificar drásticamente el patrón reproductivo de la Colombia conservadora y machista que, religiosamente, se consagra año tras año al Sagrado Corazón.
La tasa de natalidad ha descendido verticalmente: del 34% de 1962 al 18% en 1981, cifra nunca antes registrada. Esto significa que ya nacen 47 sino 26 niños por cada mil mil habitantes al año. Colombia no terminara el siglo con 62 millones de habitantes, sino con menos de 36 millones.
Profamilia, la entidad pionera en America Latina en campañas de planificación familiar, y la mayor responsable de este descenso de la tasa de nacimientos, en el país, enfiló baterias sobre las áreas urbanas más necesitadas y se fue extendiendo, poco a poco, hacia los campos abandonados. A pesar de la crítica y acusada de "enlazar" a la mujeres para "embutirles" la píldora, de "maniatarlas" para esterilizarlas, fue buscando un atajo para no estrellarse con la iglesia y evitar polémicas innecesarias. La posición de la iglesia que comprendia el probléma pero que solo autorizaba )y autoriza) ciertos métodos como el del "ritmo", muy inseguro, y el de la abstención de las relaciones sexuales en los días de "peligro", lo mismo que los pronunciamientos del Papa Pablo VI, en vispera de su viaje a Colombia, en 1968, pusieron en predicamento a muchos católicos. Pero la necesidad sentida de evitar embarazos fue superior a toda consideración y el número de mujeres ansiosas de planificar el tamaño de su familia creció como crecieron las críticas y los ataques. Quienes participaban o apoyaban los programas de planificación familiar eran sindicados de estar "vendidos al imperialismo yanqui". Porque la píldora vino de los Estados Unidos y porque ese país apoyaba económicamente algunos de los programas por intermedio de la AID.

SIN TIMIDEZ Y SIN PEREZA
El peligro del crecimiento geométrico de la población frente al crecimiento aritmético de los alimentos, fueron señalados, hace ya mucho tiempo, por el cura anglicáno Robert Malthus en una obra sin firma "An Essay on the Principle of Population as it affects the future improvement of society" (1789). La resonancia del libro fue tal que el autor reclamó su paternidad responsable y propuso retardar los matrimonios de los pobres y la "abstención" por convicciones morales.
En Colombia el lema de la explotación demográfica lo puso sobre el tapete el ex-presidente Alberto LLeras, quien, en marzo de 1967, dos años depués de haber expuesto el problema ante el Senado norteamericano escribio: "De esto ( control de la natalidad) solían hablar hasta ahora muy pocos los gobiernos. El Papa los ha liberado del temor cuando declara que es ilícito a los gobiernos hacer capañas de control de natalida. Es decir, cuando aparece estar indicando que debe hacer sin timidez y sin pereza". Fue entonces cuando Profamilia intensifico sus programas de información y servicios.
Pero surgió, feroz, un enemigo encarnizado, el siquiatra Hernán Vergara quien, en su obra "El complejo de Layo", enjuicia desde la perspectiva catolica a las entidades y personas comprometidas en la política demográfica. Y trajo a cuento el mito de Layo, muerto a manos de su hijo Edipo: "No pretendo que sea leyenda griega haya previsto ni los personajes ni la circunstacias en que se ha desenvuelto la política demografica de estos países de América, pero no es aventurado afirma que ha seguido los mismos cultos, caminos, comunes al incosciente colectivo de la humanidad".
Y la "literatura" en pro y favor del control de la natalidad florecio en la decada de los 70 y los programas avanzaron con cautela pero con firmeza. Y Vergara tronaba, Zeus olímpico. El prestigio de Alberto Lleras puesto al servicio del control demográfico sacaba de sus casillas al siquiatra: "Esto es un engaño pensar que con exaltar la importacia de Alberto Lleras como vocero de América Latina, hasta el punto de declararlo un Bolivar redivivo, los países latinoamericanos van a seguir tras la escuela colombiana que con él ha nacido.
Y las mujeres acudian en número cada vez mayor, compraban píldoras "por ciclos" y, las más audaces, solicitaban la ligadura de las trompas. Y se habló, por primera vez públicamente en Colombia de la vasectomia. Hoy ya nada de esto es un misterio. La planificación familiar es un factor que pesa en toda familia, como la distribucion del ingreso y la racionalización de los gastos. Porque los hijos no vienen con el pan debajo del brazo.
No obstante, el problema de la explosión demográfica no ha terminado. Si bien es cierto que la situación no es tan grave como hace 10 años cuando, cada cinco segundos, nacían en el mundo 11 nuevos bebés, el médico, Miguel Trías, director ejecutivo de Profamilia, afirma que "no debemos dormirnos sobre los laureles. Se cierra sobre el horizonte un nubarrón. Llegaron a la edad de casarse los que nacieron cuando la tasa de natalidad era muy alta. Aunque confiamos que se comporten en una forma más discreta que sus padres en asuntos reproductivos, le van a dar un gran remezon a la población. El momento que se avecina es difícil". El problema, es de siempre, "ser o no ser".