ENTREVISTA

“Perdonar es contar una historia diferente”

Frederic Luskin, director del proyecto ‘El poder del perdón’, habló con SEMANA sobre las implicaciones psicológicas de uno de los temas más discutidos en 2014.

13 de diciembre de 2014

SEMANA: ¿Qué es el perdón?

Frederic Luskin: Perdonar es hacer la paz dentro de sí mismos sin tener que reconciliarse con el otro u olvidar lo que pasó. Perdonar significa que, luego de sufrir el dolor, usted decide no quedar atrapado allí.

SEMANA: ¿Es diferente a la reconciliación?

F. L.: Sí. El perdón le hace despojarse de ese equipaje emocional, del ‘te odio’, para que luego tome la mejor decisión de qué hacer con esa relación. Aun cuando ya no sienta rabia puede reclamar sus derechos frente a esa persona.

SEMANA: ¿Por qué es tan difícil de lograr?

F. L.: Porque el sistema nervioso está diseñado para proteger al individuo de situaciones pasadas que lo han herido. Y lo protege al ponerse bravo cuando recuerda. Si uno dice ‘odio a mi vecino’ todos los días por dos semanas, empezará a creer que eso es cierto aun si el vecino cambia. El cerebro crea esas vías neuronales y estas, por naturaleza, están diseñadas para que sean difíciles de cambiar.

SEMANA: ¿Hay gente más proclive a perdonar?

F. L.: Para la gente espiritual es algo natural, sin embargo, hay que practicar la fe para lograrlo. La gente que culpa a un dios castigador tiene más problemas para perdonar. Los viejos perdonan más que los jóvenes, quizás porque se dan cuenta de que no van a vivir para siempre. No hay gran diferencia entre hombres y mujeres.

SEMANA: ¿Perdonar favorece la salud?

F. L.: La gente con rabia que perdona reduce los síntomas de enfermedad coronaria. Como la rabia y el dolor físico se producen por las mismas vías perdonar reduce el dolor crónico.

SEMANA: ¿Cuál es el fin del perdón?

F. L.: Perdonar es contar una historia diferente, una en la cual no somos víctimas de las circunstancias de la vida sino héroes que sobrepasan la adversidad.