Se recomienda tomar baños de sol antes de las 10 de la mañana y después de las 3 de la tarde, durante 20 minutos. En estos se pueden exponer amplios segmentos de piel de las piernas y los brazos.

DEBATE

¿Por qué el déficit de vitamina D está relacionado con el exceso de antisolar?

Algunos estudios señalan que el déficit de vitamina D en el mundo se debe al uso de antisolares para prevenir las lesiones cancerígenas de la piel. ¿Qué hay de cierto?

27 de mayo de 2017

Por años las guías médicas han recomendado usar bloqueadores de sol con el fin de proteger la piel de los rayos ultravioleta (UV). Pero un reciente estudio publicado en la  revista American Ostheopathic Association señala que estos podrían ser los culpables de la epidemia de déficit de vitamina D.

El trabajo, realizado por Kim Pfotenhauer, de Touro University en California, establece que la gente pasa mucho más tiempo en sitios cubiertos, en viviendas oscuras o espacios poco iluminados. Cuando sale se cubre con capas gruesas de antisolares y ropa que protege todo el cuerpo, lo que impide recibir los rayos beneficiosos del sol. La gente lo hace para atender el consejo que por años han dado los oncólogos para evitar el melanoma, un tipo de cáncer de piel letal, cuyo principal factor de riesgo es la exposición a los rayos UV.

Pero la falta de vitamina D también es problemática. Dicho nutriente, que solo se produce cuando la piel se expone a los rayos solares, siempre ha estado asociado a la generación de calcio en el cuerpo y por eso su deficiencia está ligada a la  osteoporosis. Nuevos estudios, además, señalan que tendría un papel crucial en otras funciones como la modulación del crecimiento celular, el sistema inmune y la reducción de la inflamación. Asimismo, se adelantan investigaciones para saber si tiene un papel importante en la esclerosis múltiple, el cáncer, enfermedades respiratorias y los desórdenes autoinmunes.

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La deficiencia de vitamina D se considera una epidemia, con 1.000 millones de personas identificadas con el problema en todo el planeta. Se calcula que el 86 por ciento de los adultos mayores en Estados Unidos y Europa la padecen. Sin embargo, algunos expertos señalan que no hay evidencia de que las personas en países cercanos a la línea ecuatorial, como Colombia, que están expuestas al sol y muchas veces sin protección tengan deficiencia de esta vitamina.

Pero un estudio hecho en Cali con pacientes que llegaron a consulta externa de endocrinología a la clínica Valle del Lili mostró otro panorama. El resultado sorprendió, pues 55,3 por ciento de los pacientes de la muestra resultaron con deficiencia de este nutriente, a pesar de que la ciudad “está en el trópico a solo 1.000 metros sobre el nivel del mar y la gente lleva ropa ligera que expone la piel al sol”, dijo a SEMANA la médica internista Érika Paola Navarro, coautora del trabajo. Algo similar sucede en Australia, donde la incidencia de cáncer de piel es alta y a pesar de ello una de cada cuatro personas tiene deficiencia de vitamina D.

La pregunta que todos se hacen es cómo resolver el dilema. Para el médico oncólogo Mauricio Luján la exposición solar en el mundo sigue siendo muy alta y el cáncer de piel es hoy muy frecuente por lo que no hay que bajar la guardia. “Es importante seguir usando antisolares de acuerdo con el tipo de piel y según la recomendación del dermatólogo”.

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Para tener los niveles de vitamina D óptimos, la persona debe asegurarse de llevar una dieta rica en alimentos que la provean como los pescados grasos (salmón y atún), el hígado de res, quesos, champiñones, huevos y alimentos fortificados. como la leche, los cereales, el jugo de naranja, el yogur y la leche de soya.

Pero según el médico endocrinólogo Enrique Ardila, la dieta sola puede no ser suficiente en algunos casos.  “Lo ideal es hacer un examen de sangre a los pacientes a partir de los 50 años para conocer los niveles de vitamina D,  y si están bajos hay que tomar suplemento de esta vitamina”. Algunos estudios sugieren que a partir de los 65 años, todos lo tomen de manera regular. 

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Pfotenhauer coincide en que la gente siga en la lucha contra el cáncer de piel, pero al mismo tiempo tenga en cuenta que “hay baños de sol que se pueden hacer en forma moderada y sin protección de antisolares que podrían aumentar los niveles de vitamina D”. Esto se puede hacer antes de las 10 de la mañana y después de las 3 de la tarde durante 20 minutos en los que se exponga un amplio segmento de piel como el de las piernas y los brazos. Se debe hacer sin protector solar porque las cremas que tienen niveles de protección de 15 o más disminuyen la producción de vitamina D3 en 99 por ciento.

El sol es la mayor bendición para la vitamina D, pero al mismo tiempo el gran enemigo de la piel. Por eso hay que administrarlo como dice el refrán: Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre.