¿Qué es lo que más odia que le digan después de tener sexo?

¿Qué es lo que más odia que le digan después de tener sexo?
 
El portal argentino Entremujeres.com realizó una encuesta a 4.000 mujeres con la siguiente pregunta: “¿Qué odias que te digan después de tener sexo?”. Este es el ranking de las 5 frases más odiadas por las argentinas.
 
N° 1: “Me tengo que ir”
 
Es la frase más odiada tras una noche de pasión. El 41 por ciento de las mujeres busca un poco de atención, que el hombre se muestre a gusto, que diga cuánto disfrutó… ¡Y que no salga corriendo! Tuvo 1.642 votos, más del doble que el segundo puesto.
 
N° 2: “¿Dónde está el control remoto?”
 
Qué el hombre se ponga a ver televisión o a leer una revista no está entre las prioridades de las argentinas. Setecientas noventa y ocho mujeres (19 por ciento de las participantes) votaron la pregunta “¿dónde está el control remoto”? como la segunda más odiada.
 
N° 3: “No tengo ganas de hablar"
 
El 16 por ciento de las mujeres encuestadas calificaron esta frase como una de las peores que pueden decir los hombres después de tener sexo. Las mujeres manifestaron que les molesta la indiferencia y dijeron que, después del sexo, es el momento de charlar, de compartir intimidades y de conocerse mejor.
 
N° 4: “No quiero compromisos”
 
El 12 por ciento de las argentinas calificaron en cuarto lugar esta frase, porque atenta contra la fantasía que surge después de una noche de copas que termina en la cama. Esta fue la frase más odiada por 499 mujeres que participaron en la encuesta.
 
N° 5: “¿Me puedo quedar?”
 
Finalmente, 10 por ciento de las encuestadas calificaron esta pregunta como la peor que le pueden hacer a una mujer después del sexo, por considerarla inoportuna. Este es el caso contrario a la frase N° 4.
 
Los resultados son contundentes. el puesto N° 1 (“Me tengo que ir”) y el puesto N° 5 (“¿Me puedo quedar?”) son diametralmente opuestos. El 41 por ciento de las mujeres quieren que los hombres se queden, duerman con ellas y, por qué no, amanezcan a su lado. Solo el 10 por ciento prefiere, después de una jornada de éxtasis, que los amantes sigan su rumbo.

Sacando cuentas, parece que las cosas son como siempre fueron. Le decimos "no" al abrazo descartable. Y evitamos que el “toco y me voy” se instale en nuestras sábanas.
 
En su caso: ¿cuál es la frase que más odia que le digan después del sexo?