Relaciones personales

Qué pareja más pareja

Un sitio en Internet ayuda a hombres y mujeres del mundo a encontrar su media naranja con pruebas de coeficiente intelectual.

9 de febrero de 2003

Cuando se pregunta cuáles son los aspectos que más le llaman la atención del sexo opuesto la mayoría responde: que sea inteligente, responsable, tierno, que tengo valores, buen humor y sea muy culto. Sin embargo las agencias dedicadas a buscar parejas en Internet muy poco han tenido en cuenta estos aspectos pues a la hora de juntar las medias naranjas sólo exigen a los aspirantes una foto y una corta hoja de vida. Consciente de que este método de hacer parejas puede ser muy engañoso, James Currier decidió establecer un sitio en Internet que tuviera como principal criterio de selección el coeficiente intelectual de las personas.

La página, llamada Emode, tiene además de la prueba de inteligencia una serie de exámenes -cada uno de por lo menos 40 preguntas- que los clientes pueden contestar para medir también su inteligencia emocional, talentos, conocer más sobre sus sentimientos y profundizar en su personalidad. Los test, que son similares a los que utilizan profesionales en diferentes ramas, incluyen preguntas de selección múltiple y respuestas abiertas sobre temas éticos, morales y filosóficos que ayudan a establecer un perfil mucho más real y profundo de la persona que busca pareja. "Hacemos los contactos basados en personalidad, inteligencia y valores que tengan en común", dice Currier.

Hacer parte de la base de datos de Emode no cuesta nada pero sí toma tiempo pues se debe llenar una solicitud de por lo menos seis páginas que incluye datos personales y ciertos aspectos básicos de la personalidad como gustos, estilo de vida, preferencias en materia de sexo, humor y entretenimiento. Luego de completar el cuestionario y añadir una foto, el interesado ingresa al sistema, lo cual le da la posibilidad de hacer una búsqueda de personas del sexo opuesto, según el rango de edad y la ubicación geográfica que le interese. El programa arrojará las fotos y las hojas de vida de las personas que más se acoplan a su personalidad. Lo más llamativo es que estos perfiles ofrecen, además de lo obvio -gustos, pasatiempos, valores, estilo de vida- los puntajes de los exámenes a los que se sometió ese aspirante.

Este sistema permite realizar contactos muy acertados. En los otros sitios especializados en conformar parejas las personas deben hacer la selección por su propia cuenta pues sus bases de datos no tienen criterios refinados para escoger a los mejores candidatos. En Emode, según Currier, se le ahorra al cliente ese paso pues el computador hace ese trabajo al mostrar sólo las personas que tienen intereses y aspiraciones similares a las del solicitante. "Los otros sitios hacen la selección basados en fotos o en el color del cabello y otros aspectos que no son importantes en una relación. Aquí nos preocupamos por cosas más profundas", dice.

Aunque la suscripción es gratis, los usuarios deben pagar cada vez que contacten a sus parejas por e-mail a través de un correo interno del sitio. Por 15 dólares Emode interpreta los resultados de cada prueba en la que el cliente participe.

Aunque mucha gente se sentiría tentada a mentir en las pruebas para parecer más culta o más refinada de lo que realmente es, Currier opina que la persona que engaña en estos exámenes se hace daño a sí misma pues así no encontrará a la persona adecuada o, peor aún, corre el riesgo de caer en ridículo cuando su supuesta media naranja descubra que es un impostor.

El éxito del sitio web (www.emode.com) ha sido abrumador. Currier asegura que los usuarios han contestado 120 millones de exámenes. El sitio tiene por lo menos 150 tests de diferentes estilos para que sus clientes conozcan más sobre su inteligencia, estado emocional y las relaciones humanas.

Hay que tener en cuenta que por más pruebas y tests de inteligencia que se hagan el amor es un terreno muy incierto y el sistema no garantiza noviazgo y mucho menos una boda. Pero según Currier eso es lo de menos pues el simple hecho de establecer una amistad ya habrá hecho que valga la pena todo el esfuerzo.