Se calcula que en Colombia cerca de 300.000 personas sufren de alzheimer

PREVENCIÓN

Que vivir no quede en el olvido

El alzheimer es un mal temido en la vejez, pero gracias a medicamentos y terapias complementarias se puede controlar.

28 de noviembre de 2009

El alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por la pérdida de la memoria progresiva, así como de otras capacidades mentales. Esto sucede porque las neuronas se van desgastando y las funciones para las que están programadas no se siguen presentando.

Es importante que tanto familiares como la persona a la cual se le diagnostica alzheimer entiendan que si bien es doloroso padecer una enfermedad con la que se pierde la lucidez, existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que retardan la aparición de los síntomas y además ayudan a mantener las habilidades el mayor tiempo posible, para tener una mejor calidad de vida.

Carlos Cano Gutiérrez, especialista en geriatría y director del Centro de Atención al Adulto Mayor de la Fundación Santa Fe, afirma: "Los tratamientos no farmacológicos, terapias como musicoterapia, las artes manuales, la danza (danzaterapia), el baile y actividades lúdicas, sirven para reactivar funciones que se han perdido, como el movimiento, la coordinación y la concentración. Incluso, la tranquilidad".

Sandra Cante Maldonado, terapeuta ocupacional, realiza terapias en los hogares de los enfermos de alzheimer. Su asistencia consiste en realizar una valoración del entorno familiar del paciente, para determinar a qué se dedicaba, y de acuerdo con el diagnóstico, va enfocando el tratamiento. Es decir, si a la persona le gustaba la música centra su tratamiento en las melodías de su época.

Y explica: "Con estos tratamientos los pacientes empiezan a cambiar su estilo de vida y vuelven a integrar actividades en su rutina diaria, lo que hace que su estado de ánimo mejore. Al principio de la terapia ellos son un poco retraídos, pero a medida que vamos avanzando, empiezan a manejar mejor sus espacios de conversación, tienden a ser más amables, más alegres".

Es importante que los familiares de quienes padecen alzheimer acepten la realidad, se capaciten en el problema, entendiendo que es una enfermedad que lleva un proceso largo donde va a haber deterioro y cambios. Es primordial que busquen asistencia, tanto un enfermero que colabore en el cuidado del paciente, como sicólogos o terapeutas que ayuden a hacer más llevadera la evolución de la enfermedad. La familia también puede potencializar los espacios de calidad de vida, tratando de manejar las conversaciones, enfocándolas hacia el pasado, para tratar de que el paciente evoque la memoria remota.

Jorge López, presidente de la Asociación Colombiana de Geriatría, da algunos consejos para disminuir la probabilidad de padecer alzheimer: "No importa qué edad se tenga, si aún no se ha diagnosticado la enfermedad y no se presentan síntomas, existe la posibilidad de disminuir la probabilidad de padecerla. No a un 0 por ciento, pero sí quizás a un 30 o 40. La clave está en llevar una vida activa, tranquila, una dieta balanceada, dormir bien, realizar actividades de agilidad mental, evitar el aislamiento".

Este tipo de ejercicios no cura la enfermedad ni la evita en su conjunto. Pero hay que tener en cuenta que un paciente poco estimulado, con poca actividad social y abandonado a su suerte, sufrirá una avance mucho más rápido en su demencia.