SALUD

¿Quiere saber cuándo va a morir? Calcúlelo usted mismo

Esta semana nos dijeron que el riesgo de muerte puede reducirse con 15 minutos de ejercicio diario. Pero, ¿qué entendemos por esperanza de vida?

Alianza BBC
20 de agosto de 2011

Si usted es rico, no fuma, come verduras, ve la televisión tres horas al día y pasa otro cuarto de hora en la cinta de correr... Nos complace decirle que tiene un 98,2% de chance de no morir antes de cumplir 86 años.

Aunque la escena no es muy realista todavía, estudios como el mencionado y otro que también salió a la luz esta semana -que vincula ver la televisión con morir de forma prematura- muestran cómo los científicos están poco a poco asociando los hábitos con los índices de mortalidad para calcular lo que nos depara el futuro.

Las noticias llegan a cuentagotas pero, ¿qué tal si pudiéramos juntar todas estas investigaciones? ¿Será posible personalizar estos cálculos y diseñar un estudio que diga cuándo va a morir cada uno?

Algo así ya existe en el sitio en internet "Entendiendo la incertidumbre", donde introduciendo algunos hábitos -como cuánto fuma, bebe o la dieta que lleva- se puede ver cómo eso afecta las posibilidades de vivir más o menos años.

Mientras menos clics haga en los comportamientos saludables en esa página web, la "curva de la supervivencia" se tornará más empinada y la caída al fondo del gráfico se volverá más cercana en el tiempo. Es decir, que vivirá menos tiempo.

¿Cómo lo hacen?

La base del cálculo es la probabilidad de morir el próximo año en función de la edad, a partir de lo que ha ocurrido antes con una población similar. En este caso, los datos de la muestra son los correspondientes a la mortalidad en Reino Unido entre 2006 y 2009.

Después, se añade a esa supervivencia media el riesgo extra de tomar alcohol, de hacer poco ejercicio y de otros factores perjudiciales para la salud.

La magnitud de este riesgo adicional proviene de un amplio estudio internacional conocido como EPIC, en el que participaron medio millón de personas. Tiene en cuenta los fallecidos en cada edad asociados a cada uno de esos comportamientos no saludables.

Por cierto, que la diferencia máxima entre los que tenían una vida absolutamente saludable y los que tenían todos los malos hábitos es de 14 años de vida, según el estudio EPIC.

Si se ponen los dos factores juntos, se consigue una curva de supervivencia personalizada.

Salvedades

Por supuesto, hay salvedades. Primero, hay muchos promedios y ninguno de ellos es en realidad personalizado. Uno puede no ver televisión, ser activo y tener un ataque al corazón a los 40 años.

En este cálculo se toman en cuenta sólo los hábitos de vida. No se consideran factores biológicos como la susceptibilidad genética a una enfermedad y el hecho de que puedan existir otras cosas aún no detectadas o desconocidas.

Todo depende de la capacidad de las personas de recordar razonablemente qué han hecho con su tiempo.

Por ejemplo, en el estudio que relaciona el ver la televisión con una vida más corta, habría que hablar más bien del sedentarismo frente a la actividad física.

Asimismo, cuando nos dicen que 15 minutos de gimnasia diaria pueden alargar la vida, realmente no nos dicen cómo de duro debe ser ese ejercicio para que surta efecto. Y lo cualitativo cuenta tanto como lo cuantitativo.

Pronto alguien encontrará la forma de ponerlo todo junto -la dieta, la televisión y todo lo demás, combinado con factores como el peso y la altura- de una manera accesible para que un sujeto pueda personalizarlo y vea qué le espera en el futuro.

La pregunta es si alguien de verdad querrá saberlo.