RECORD HISTORICO

Una francesa llega al libro de 'Records Guinness' como la persona más vieja en la historia: 120 años y ocho meses.

20 de noviembre de 1995

POCAS MUJERES admitirían tener el título de las más viejas. Pero ese récord lo ha alcanzado Jeanne Calment, una francesa que la semana anterior llegó a los 120 años y 238 días, sobrepasando los 120 años y 237 días de vida que había alcanzado el japonés Schigechiyo Izumi, quien falleció en 1986.
Aunque muchos longevos del mundo dicen ser mayores que la señora Calment, sólo ella ha podido comprobar con papeles en mano la veracidad de su prolongada existencia. Entre ellos un colombiano, Francisco Barrios, de Majagual, quien según una entrevista del diario El Tiempo, a comienzos de este mes celebró 125 años. Sin embargo su edad no está avalada por Guinness. La semana anterior Norris McWhirter, fundador del Libro de Records Guinness, dijo que la edad de otras personas que aseguran ser mayores que Calment no puede verificarse con documentos oficiales y que muchos de esos reclamos han sido claramente engañosos. McWhirter calcula que el corazón de Calment ha latido 4.250 millones de veces desde su nacimiento, el 21 de febrero de 1875. "Tomando en cuenta los días de los años bisiestos, ella es el ser humano con la vida longeva más prolongada en la historia", escribió el experto en el diario The Times, de Gran Bretaña.
Esta mujer que ha visto morir a todos sus parientes y está ciega, casi sorda y recluida en una silla de ruedas vive en un asilo en Arles, sur de Francia. Cuando era niña conoció al pintor Vincent van Gogh y vio construir la Torre Eiffel. Según cuenta la señora Calment, el pintor holandés adquiría sus lienzos en la tienda de propiedad de su padre. Y ella describe a van Gogh como un hombre "feo como el pecado, de mal temperamento, gruñón y apestoso a alcohol".
La señora Calment tenía 21 años cuando se celebraron en Atenas los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna. Cumplió la edad del retiro -65 años- en 1940, el año en que Francia fue invadida por los nazis, y tenía 70 cuando la ley francesa permitió votar por vez primera a las mujeres. Su fortaleza la llevó a andar en bicicleta hasta la edad de 100 años y fumar hasta cumplir los 117. Pero no todo ha sido felicidad en su larga vida. Hace 60 años murió su única hija, lleva 50 de viudez y hace más de 30 murió su último pariente, su nieto, quien pereció en un accidente automovilístico en 1963.
Ella recomienda sin embargo la risa como el secreto para prolongar la vida, y la verdad es que tiene buenas razones para seguirse riendo: cuando cumplió 90 años, un abogado le propuso pagarle 2.500 francos (500 dólares) mensuales hasta su muerte a cambio de heredar su residencia en Arles, un sistema común en Francia. Desde entonces el abogado ha pagado más de 900.000 francos (180.000 dólares), lo que equivale a tres veces lo que cuesta la casa.
Luego de una vida que se inició antes de la invención del automóvil, el cine, el teléfono y el avión, Jeanne Calment asegura que todavía disfruta de un vaso de vino, el chocolate y de vez en cuando un cigarrillo. Para el cuidado de la piel recomienda el aceite de oliva y un poco de maquillaje. El pasado 21 de febrero, cuando celebró 120 años, dijo a la prensa "Dios debe haberse olvidado de mí. Sólo espero por los periodistas y la muerte". La semana pasada hubo una pequeña celebración en el asilo pero los periodistas no fueron admitidos. Su médico afirmó: "Ella disfruta haber roto el récord, pero está un poco agotada".