Rata transmisora de peste bubónica o ‘negra’. | Foto: Archivo particular.

SALUD

¿La peste bubónica resurge en el planeta?

El calentamiento global favorecería la propagación de la plaga que mató 50 millones de personas en el Siglo XIV.

6 de noviembre de 2013

La peste bubónica o "negra" que causó terror en Europa en el medioevo y arrasó con la tercera parte de su población, todavía no se ha erradicado del planeta. 

Así lo demuestra un estudio publicado recientemente en la revista The American Journal of Tropical and Hygiene. El investigador Thomas Butler analizó los datos mundiales sobre este flagelo, en un periodo de casi 10 años, comprendidos entre 2000 a 2009 y destaca que Europa no fue víctima, mientras que África, Asia y América sí.

Según este informe, de “21.725 casos reportados, 1.612 personas murieron a causa de la peste”. Las regiones menos desarrolladas y más pobres son las más propensas a contraer esta enfermedad. África representa más del 97% de las infecciones, con Congo a la cabeza, (10.581 y más de 100 muertos), seguida de Madagascar (7.182 casos), y Zambia (1.309), en ese periodo.

Allí también se muestran casos aislados, como los de Afganistán en el 2007, donde murieron 17 personas de 83 que se infectaron por comer carne de camello, o en Estados Unidos (57 casos y 2 muertos).

La peste bubónica es una enfermedad infecciosa que pueden padecer los animales y seres humanos, provocada por la bacteria Yersinia Pestis. Está presente en los roedores salvajes, como las ratas infectadas con esta bacteria y las pulgas que pican a los roedores. Cuando una persona es "atacada" por esa pulga transmisora, puede contagiarse con este patógeno letal. 

La infección se incuba en un periodo de tres a siete días. Los síntomas son el ennegrecimiento de la piel -de ahí su nombre-, fiebre repentina, escalofrío, dolor de cabeza y cuerpo, vómito, náuseas y debilidad. Un diagnóstico rápido es fundamental para reducir el riesgo de complicaciones y muerte.

La "negra" aún no se ha erradicado en el planeta, a pesar de ser una enfermedad tan antigua y de los avances logrados como resultado de las políticas públicas en materia de salud, los cambios en los hábitos de higiene, antibióticos recetados, la vacuna y las campañas de desratización, entre otros. 

Otras pruebas

Por otra parte, entre 1991 y el 2006, fueron comunicados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) 40.000 casos de peste bubónica provenientes de 25 países. Del 2009 al 2013, en Madagascar, hogar de esta plaga, 500.000 casos se reportan por año, muchos provenientes de los presos contagiados por hacinamiento en las cárceles y de los humedales, donde abundan ratas y pulgas infectadas, informó Radio France International (RFI).

Pierre Bartélemy, periodista científico del diario Le Monde, resalta que factores como “el aumento de la temperatura global pueden incrementar la prevalencia de bacterias en los roedores”, y que “la globalización de los intercambios comerciales con medios de transporte cada vez más rápidos, así como la resistencia a múltiples antibióticos contra la Yersinia pestis”, conllevan un alto riesgo de incrementar los casos de peste bubónica en el planeta.

Otros científicos destacan como determinantes “la gran plasticidad del genoma de la bacteria, lo que le da la capacidad de adaptarse fácilmente hoy a los cambios en el ecosistema”.

Este panorama demuestra que la peste medieval ha resurgido y que no se puede subestimar el devastador patógeno letal que puso y seguiría poniendo en vilo a la humanidad. Por esto, la OMS, el Comité Internacional de la Cruza Roja (CICR) y el Instituto Pasteur en Francia lanzaron una voz de alerta global sobre la amenaza actual, según informaron varios medios como BBC y Le Monde.