ENVEJECIMIENTO

¿Se acabará la menopausia?

Un experto en envejecimiento anunció la semana pasada que en 20 años la ciencia podrá suspender una de las etapas más temidas de las mujeres.

27 de septiembre de 2014

Los cambios de ánimo, los desequilibrios hormonales, los calores y la infertilidad que vienen con la menopausia serán pronto cosa del pasado. Según el científico inglés Aubrey de Grey esta etapa de la vida a la que muchas le temen podría evitarse con terapias de células madre y medicina regenerativa. “No hay ninguna razón por la cual la capacidad reproductiva de las mujeres no se beneficie del rápido progreso en este campo de investigación”, dijo la semana pasada De Grey, un excéntrico ingeniero de sistemas y biólogo que se ha convertido en el vocero más reconocido y vehemente de la medicina antienvejecimiento. 

En una entrevista al diario londinense The Times, De Grey señaló que si la ciencia hoy está habilitada para crear un corazón artificial a través de ingeniería de tejidos, no ve obstáculos para crear de la misma manera un ovario, que es un órgano más. “Hay muchas posibilidades y ya existen trabajos científicos en desarrollo para lograr esta meta”, agregó.

La menopausia es el fin de la capacidad reproductiva de una mujer. Ocurre en promedio alrededor de los 50 años, cuando los ovarios dejan de producir óvulos y hormonas. Como consecuencia de ello las mujeres no solo sufren cambios físicos que pueden resultar muy molestos e interferir en su vida diaria, como los calores y los cambios de ánimo, sino que pierden para siempre la posibilidad de tener hijos. Por eso este reloj biológico es una presión permanente pues, a diferencia de los hombres, les pone a ellas un límite para concebir. Si pudiera detenerse y permitirles procrear más allá de los 45 años sería una opción que caería como anillo al dedo a aquellas que quieren postergar la maternidad para alcanzar primero sus metas profesionales. 

Serían muchas, si se tiene en cuenta que la edad de las madres primerizas en el mundo industrializado ha aumentado en las últimas décadas. Un estudio hecho en Italia, Alemania y Gran Bretaña mostró que la edad de ellas al momento del nacimiento de su primer hijo es de 30 años en promedio. En Estados Unidos, los partos han disminuido 4 por ciento en todas las edades excepto entre las mayores de 45 años, grupo en el que se ha elevado 17 por ciento.  Los ejemplos más visibles son Halle Berry quien tuvo un bebé a los 47 y Kelly Preston, la esposa de John Travolta, quien dio a luz a los 48.

Muchos expertos en infertilidad están de acuerdo con De Grey en que se han dado grandes avances para ‘congelar’ la menopausia indefinidamente. Hace un par de años una técnica lo logró al remover pedazos del ovario, que luego se guardaron por décadas hasta que la paciente quiso tener hijos, en cuyo caso se volvieron a replantar con una minuciosa y delicada cirugía. El procedimiento se hizo en mujeres con cáncer que habrían quedado infértiles con el tratamiento de radioterapia para erradicarlo.

Se calcula que más de 20 niños han nacido de esta forma sin necesidad de que sus padres se sometan a técnicas de fertilización in vitro. Por eso no se descarta que esa terapia sea una opción para una mujer sana que simplemente quiere postergar el momento de empezar una familia.

Sherman Silber, un cirujano que ha realizado 11 de estos trasplantes dice que tal como están las cosas una mujer que nace hoy tendrá la posibilidad de vivir 100 años. Si todo se mantiene inalterado y la menopausia aparece alrededor de los 50 años, ella será infértil durante más de la mitad de su vida.  La técnica, sin embargo, permitiría ampliar esa ventana de oportunidad. “La mujer remueve partes del ovario cuando está joven y se los pone cuando esté llegando a la menopausia”, señala el experto. Incluso al principio se creyó que los trasplantes solo funcionarían por seis meses lo que le daba a la mujer posibilidades limitadas de concebir, pero se ha demostrado que su vida útil es mucho mayor. 

Todavía es dogma que las mujeres nacen con sus óvulos contados y que una vez se terminan no hay nada qué hacer para concebir. Quienes hoy lo logran luego de los 45 años por lo general recurren a óvulos de mujeres más jóvenes. Pero otra cosa dicen las investigaciones de Evelyn Tefler, una bióloga experta en reproducción de la Universidad de Edimburgo, quien ha encontrado evidencia de que los ovarios preservan folículos inmaduros mucho después de la menopausia. En un futuro estos podrían usarse para extender los límites de la fertilidad. También se ha observado que los ovarios tienen células madre primitivas de óvulos lo cual significa que habría un suministro más amplio de estas células germinales al previamente calculado. 

Otra opción planteada por De Grey es la medicina regenerativa, que promete producir en el laboratorio prácticamente cualquier órgano. El año pasado científicos de la Universidad de Wake Forest cultivaron tejido de los ovarios en el laboratorio. Según Emmanuel Opara, autor del trabajo, el cultivo produjo estrógeno y progesterona, las hormonas femeninas que este órgano deja de secretar cuando se remueve quirúrgicamente, cuando se altera por radiación debido a una enfermedad como cáncer o por la menopausia. Opara cree que este tipo de investigaciones llevará a terapias más efectivas para evitar los efectos de la falta de hormonas en el organismo. Aunque existen medicamentos de reemplazo hormonal, esta solución sería mucho más natural porque “ofrece el potencial de que el propio ovario secrete las hormonas de acuerdo con las necesidades del cuerpo y no con una dosis programada en una droga”, dice el experto. 

Pese a las ventajas aparentes, no todas las mujeres están de acuerdo con la opción propuesta por De Grey. De hecho, algunas de ellas sueñan con la llegada de la menopausia porque las libera de la posibilidad de tener más hijos. Consideran que una cosa es criar a los 30 y otra muy diferente a los 50 cuando el cuerpo y la mente ya no son tan ágiles. Para Nancy London, autora del libro Hot flashes, warm bottles, la menopausia debe ser respetada porque después de los 50 la mujer pasa a una nueva fase en la cual es más reflexiva y menos egoísta. “Decidir tener los hijos a esa edad interrumpe la trayectoria natural de la vida y causa sufrimiento y desequilibro tanto para el niño como para los padres”. 
Este pensamiento coincide con teorías evolutivas que señalan la menopausia como una estrategia de supervivencia de la especie para que las hembras puedan concentrarse en los hijos ya nacidos y en sus nietos en lugar de tener nuevos retoños que pongan en peligro su vida.  

Pero una cosa es la mujer cavernícola y otra la del siglo XXI. No hay duda de que las modernas quisieran más tiempo para decidir sin presión el momento adecuado para tener hijos. Y no solo eso, también optarían por prolongar la menopausia para mantenerse jóvenes. Como se sabe, la supresión de las hormonas genera muchos cambios abruptos en el organismo como la pérdida de la elasticidad de la piel, la resequedad vaginal y las expone a riesgo de infarto y de osteoporosis. Eliminar la menopausia ayudaría a postergarlos.  Sin embargo, la exposición prolongada a las hormonas también podría aumentar el riesgo de cancer de seno y útero, por lo que algunas estarían renuentes a aceptar una vida sin esta pausa. 

Ante esto, De Grey ha dicho que la ciencia estaría en capacidad de “encender y apagar” la menopausia, y así el avance estará disponible solo para las que lo quieran. Algunos científicos, como Robin Lovell -Badge, un experto en células madre del Instituto de Investigación Médica de Londres, rechazaron de pleno sus declaraciones pues, como él lo dice, “hasta el momento no se ha podido probar con suficiente amplitud que sea posible crear óvulos de un cultivo de células madre”. Pero otros, como Peter Thiel, uno de los principales inversionistas de Facebook, mantienen su fe en él y lo demuestran con el apoyo financiero que le dan a su organización Sens, que a su vez patrocina laboratorios que investigan diferentes maneras de prolongar la vida en los seres humanos. Pero tal vez la mayor prueba de que las ideas de De Grey no son disparatadas es que en 2006 la revista Technology Review ofreció 20.000 dólares a quien pudiera derrumbar sus propuestas sobre el envejecimiento. El premio fue declarado desierto.