ACTIVIDAD FÍSICA

Sexo y deporte

Aunque cada vez hay menos restricciones para que los atletas puedan tener relaciones sexuales durante un torneo de alta competencia, todavía es un tema tabú.

28 de junio de 2014

“Si un jugador no puede pasar un mes o 20 días sin tener relaciones sexuales, entonces no está preparado para ser jugador profesional”, dijo Miguel ‘el Piojo’ Herrera, director técnico de la selección mexicana de fútbol, al diario Reforma de ese país antes del comienzo del Mundial de Brasil 2014. Esta polémica declaración no solo dejó claro que sus jugadores tendrían prohibido tener relaciones durante el torneo sino que puso sobre la mesa un tema extradeportivo que siempre sale a flote cuando se celebra un evento deportivo de esa magnitud. La cuestión de fondo es si esto afecta el rendimiento de los deportistas de alto rendimiento.

Aunque algunos entrenadores como Herrera son muy estrictos, otros le restan importancia y dejan en libertad a sus dirigidos de llevar a sus parejas a la concentración. Para el Mundial de Brasil tan solo a siete de las 32 selecciones les prohibieron tener sexo: Chile, México, Rusia, Bosnia-Herzegovina, Camerún, Ghana y Corea del Sur. Las demás no les pusieron restricciones y tan solo les recomendaron no hacerlo la noche anterior a un partido. “Se recomienda que máximo 12 horas antes de la competencia no tengan relaciones sexuales para que entren en estado de concentración”, afirma Gustavo Adolfo Castro Vargas, médico del deporte del Centro Médico Deportivo MET.

Hasta la fecha no hay evidencia científica que demuestre que un atleta rinda menos por tener relaciones sexuales. Se han realizado pocas investigaciones sobre el tema y las mismas no han sacado conclusiones certeras. Un análisis de 31 estudios sobre sexo y atletismo publicados en la revista Clinical Journal of Sports Medicine no encontró suficientes pruebas para señalar que el rendimiento de un deportista se vea afectado por una noche pasional. El trabajo reveló que durante una relación sexual se queman de 25 a 50 calorías, lo que equivale a subir dos pisos de escaleras. Los autores señalaron además que todo depende del individuo, pues a algunos puede distraerlos mientras que a otros los puede ayudar a liberar la tensión previa a la competencia.

Castro concuerda con esta visión y señala que permitirles a los jugadores llevar a sus parejas a la concentración puede ser un estímulo psicológico que los motive y, además, los tranquilice durante el torneo. De hecho, durante la última década las normas en las villas olímpicas y en las concentraciones de los equipos de fútbol han cambiado y son menos estrictas. En los pasados Juegos Olímpicos celebrados en Londres en 2012, por ejemplo, los organizadores repartieron 150.000 condones para los deportistas. Si hay restricciones en ese aspecto tiene que ver en muchos casos con la cultura del país involucrado. “Jugué en varios países donde no podías ver a tu novia o esposa durante dos meses. Cada equipo y cada país manejan eso diferente”, señaló en una entrevista televisiva el entrenador alemán Jürgen Klinsmann, que dirige a Estados Unidos y no les ha prohibido tener sexo a sus jugadores.

Carlos ‘El Pibe’ Valderrama declaró antes del Mundial que si la selección que él lideró en la década de los noventa hubiera tenido sexo les hubiera ido mejor. Sobre todo si les hubieran permitido hacerlo después de los partidos para relajarse. Los expertos señalan que lo más recomendable es que los deportistas no intenten poner en práctica el Kama Sutra y que tengan relaciones solo con su pareja estable, sin mezclar alcohol y drogas porque eso sí generaría mucho estrés y desorden en vísperas de un partido.

De las siete selecciones que impusieron restricciones a sus jugadores en Brasil tan solo dos han sobrevivido, lo cual indica que no hay una relación directa con el desempeño de un equipo. “Ese gasto energético no va a mermar ni a disminuir el rendimiento deportivo. Lo importante es que sean responsables para sacarle provecho”, concluye Castro.