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SALUD

¿El sexo cuenta como ejercicio?

Según el mito, las relaciones sexuales queman la misma energía que el ejercicio. Un estudio parece traer buenas noticias.

28 de octubre de 2013

Un nuevo estudio hecho en jóvenes afirma que el sexo quema en promedio 4,2 calorías por minuto en los hombres y 3,1 calorías por minuto en las mujeres. Esta intensidad equivale a una actividad física de intensidad moderada, informaron los investigadores el 24 de octubre en la revista científica PLoS ONE. En otras palabras, el sexo es mejor ejercicio que un paseo, pero no tan bueno como trotar.

"Estos resultados sugieren que la actividad sexual podría considerarse, en ocasiones, como un ejercicio importante", escribieron los autores del artículo.

Que el sexo equivalga a un entrenamiento es un tema largamente debatido. Un mito popular sostiene que una sesión típica quema entre 100 y 300 calorías, pero nadie las ha cuantificado directamente.

Sin embargo, algunas personas valientes han tenido relaciones sexuales por la ciencia. Los afamados investigadores de sexo William Masters y Virginia Johnson observaron parejas mientras tenían relaciones sexuales y señalaron que sus frecuencias cardíacas alcanzaron cifras tan altas como los 180 latidos por minuto (lo normal es entre 60 y 100 latidos por minuto). El estudio tuvo en cuenta que entre 85 y 119 latidos por minuto equivale a una sesión de ejercicio moderada para un individuo de 50 años de edad.

En 1984, un estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine que incluyó a diez parejas casadas evaluó la frecuencia cardíaca, la presión arterial, un analizador de gases de oxígeno de respuesta rápida y electrocardiografía para determinar que, en el caso de los hombres, la autoestimulación produjo un aumento del ritmo cardíaco de un 37 por ciento, mientras que el sexo cuando el hombre se hacía “arriba” lo incrementó en un 51 por ciento.

Un problema con estos estudios es que las parejas debían estar en un laboratorio y conectados a cables y tubos, lo cual hacía difícil reproducir una sesión de sexo normal. Afortunadamente, la nueva tecnología proporciona una solución a este problema.

Gracias al uso de un brazalete portátil llamado “SenseWear”, investigadores de la Universidad de Quebec en Canadá midieron los gastos energéticos de las personas que tuvieron relaciones sexuales en sus hogares. Los investigadores reclutaron a 21 parejas heterosexuales entre 18 y 35 años -escogieron jóvenes ya que los gastos de energía varían con la edad.

Primero, cada persona completó una primera sesión de actividad física de intensidad moderada en una cinta de ejercicios de 30 minutos para proporcionar una medida de referencia de su consumo de calorías. Luego fueron enviados a casa con los brazaletes puestos y se les instruyó tener sexo cuatro veces en el transcurso del mes.

Las bandas “SenseWear” tenían acelerómetros, sensores de temperatura y de respuesta galvánica de la piel –el aumento de la conductividad eléctrica que se produce cuando una persona suda–; mediciones que, en conjunto, permiten evaluar exactamente las calorías gastadas.

Directo al grano


Las sesiones de sexo que se registraron en este experimento duraron un promedio de 24,7 minutos; la más corta fue de 10 y la más larga de 57 minutos. Los hombres gastaron más energía que las mujeres, incluso después de hacer correcciones estadísticas. En promedio, a ellos un encuentro sexual les costó 101 calorías, es decir 4,2 por minuto, comparado con 276 calorías (9,2 por minuto) en la caminadora.

Las mujeres gastan un promedio de 69 calorías durante una sesión de sexo equivalentes a 3,1 calorías en un minuto. Una vez más, los números no fueron tan altos como una sesión en la cinta, en la cual las mujeres eliminaron un promedio de 213 calorías (7,1 por minuto).

Sin embargo, según los investigadores, debido a que las personas encuentran el sexo placentero, les es más fácil ponerse en “posición horizontal” que ir a un gimnasio.

El sexo, además, puede ser una mejor manera de quemar calorías que las tareas domésticas, aunque se necesitan más investigaciones que apoyen esta afirmación. Un estudio publicado en octubre en la revista BMC Public Health encontró que las personas sobrestiman la cantidad de calorías que se queman mientras hacen los quehaceres del hogar.