Para muchos expertos, la muerte de Michael Jackson representa el fin de las celebridades . Las facilidades de hacer música y la posibilidad de divulgarla por Internet, hacen que en estos tiempos haya más íconos a quien seguir

MÚSICA POPULAR

Sin heredero posible

La tecnología ha cambiado el concepto mismo de la fama. Algunos creen que por eso fenómenos como el rey del pop, Michael Jackson, no volverán a surgir.

5 de julio de 2009

Quién iba a creerlo. En un momento en que la industria de la música pasa por su peor crisis y los artistas luchan por vender discos, la semana pasada los álbumes de Michael Jackson rompieron todos los récord en ventas. Sólo en el primer fin de semana luego de su súbita muerte se registraron en total 422.000 copias vendidas de tres de sus álbumes, entre ellos Thriller, su obra más popular. Y eso no es todo. Sus canciones experimentaron 2,3 millones de descargas digitales. En los últimos cinco años ningún artista ha logrado más de un millón de descargas, según Nielsen, agencia que registra estos movimientos. El 'Rey del Pop' había establecido los mayores récord en vida. En 1982, Thriller se mantuvo 37 semanas no consecutivas en el primer lugar de la lista Billboard y vendió más de 100 millones de copias, algo que difícilmente hoy un artista podría igualar.

Estas cifras exorbitantes en un mercado cada vez más deprimido han hecho pensar a los expertos que Michael Jackson podría ser el último ícono de la industria discográfica tal y como se conoció en décadas pasadas. David Segal, del The New York Times, está convencido de ello. Y no precisamente porque no haya otros tan talentosos como él, sino porque las nuevas tecnologías están redefiniendo el concepto de celebridad, un término que antes se medía por el número de discos vendidos, ingresos y por las veces que un nombre aparecía en los medios masivos.

Esto es lo que está pasando. No sólo la gente ya no quiere pagar por la música, sino que cuando lo hace, no compra álbumes sino canciones al detal, con lo que las megatiendas de discos se están cerrando debido a su caída en ingresos. Según Ivan Benavides, músico y productor, "vender un millón de copias en Colombia era señal de que las cosas iban por buen camino. Pero si hoy ese artista vende 50.000 discos, tiene que darse por bien servido", dice.

Pero además, la categoría de ídolo pop es un espacio cada vez más competido, según Segal. Esto se debe a que hoy existe una mayor oferta de bandas y cantantes, gracias a programas asequibles y fáciles de usar mediante los cuales cualquiera con conocimientos básicos de música puede grabar una canción interesante en su computador personal.

Y con una simple conexión a Internet es posible que ese universo de nuevos músicos logre mostrar su trabajo a todo el mundo a través de sitios web como YouTube y Myspace. "Hay más caminos para ser exitoso", afirma Segal. De hecho, el 80 por ciento de los nuevos lanzamientos, según Humberto Moreno, de MTM, es de sellos independientes, y sólo el 20 por ciento son propuestas de la industria convencional.

Hace dos décadas un artista habría tenido que pasar por el filtro de los empresarios de las disqueras y habría necesitado todo el apoyo de los medios masivos para convertirse en una celebridad. Hoy el éxito de alguien está en manos del público. "Un click determina quién es famoso", dice David Weinberger, del Harvard Berkman Center for Internet Society.

Pese a que se venden menos discos, Moreno, de MTM, asegura que hoy más que nunca la gente está consumiendo música. Lo que sucede es que el interés está mucho más atomizado y "cada audiencia especializada tiene sus propios ídolos", señala el experto. Además, la fama por Internet es diferente, pues se trata de "una relación más íntima, entre el artista y unos pocos", puntualiza Weinberger. Como consecuencia, los sociólogos advierten el surgimiento de muchas microcelebridades que, a diferencia de sus antecesores, ya no son ídolos de las masas, sino de pequeñas comunidades, con quienes mantienen una distancia cada vez menor. "Tanto el público como el artista participan directamente en la creación de su fama porque hay una relación entre ellos más equitativa", dice Rex Sorgat, columnista de New York Magazine.

Con todos estos cambios, Benavides piensa que la célere frase de Andy Warhol que decía que todos tenían sus 15 minutos de fama, se debe adaptar a las nuevas circunstancias. Él ya lo hizo. "Hoy no se trata de tener 15 minutos de fama, sino que cada quien es famoso entre 15 personas", afirma.