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ESTADOS UNIDOS

Tatequieto a los ‘curanderos’ de la homosexualidad

Jerry Brown, el gobernador del Partido Demócrata de California, firmó una ley que prohíbe los tratamientos para 'curar' a los homosexuales menores de edad. Con esto despertó la ira del Partido Republicano.

5 de octubre de 2012

California avanza cada día más frente a la materialización del derecho a la igualdad. Jerry Brown, el gobernador de este estado, acaba de promulgar una ley que prohíbe cualquier tipo de tratamiento que pretenda convertir a un menor de edad homosexual en un heterosexual.

Según Brown, esas terapias no científicas (en ingles denominadas “Gay Teen ‘conversion’ or ‘reparative’ therapy”) han ocasionado suicidios y muchas depresiones en los jóvenes que no han aceptado su orientación sexual. “Estas prácticas no tienen ninguna base científica ni médica y ahora quedarán relegadas a la charlatanería”, le dijo a Los Ángeles Times.

La Asociación Psicológica de California, la Dirección de Ciencias del Comportamiento de California y grupos como el Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas, han apoyado la ley.

“Nadie puede quedar impasible mientras los menores son sometidos a abusos psicológicos y quien obligue a un menor a cambiar su orientación sexual debe comprender que es inaceptable”, ha dicho senador demócrata por California Ted Lieu, uno de los promotores de la iniciativa.

Sin embargo, el Partido Republicano y algunos grupos religiosos han dejado saber su opinión y se han opuesto a la norma con el argumento de que es una intromisión en la libertad que tienen los padres en la educación de sus hijos.

Algunas organizaciones como el “Pacific Justice Institute” ya presentaron recursos legales contra la ley por considerar que se viola la primera enmienda de la Constitución por coartar la libertad de los médicos y los pacientes.

Y, por supuesto, la Asociación Nacional para la Investigación y las Terapias para la Homosexualidad (NARTH por sus siglas en ingles), una de las entidades encargadas de estos tratamientos, han manifestado su inconformidad.

Christopher Rosik, el presidente de esta Asociación, afirmó que “los ciudadanos, especialmente los padres, deberían ser conocedores de la indiferencia de quienes apoyan esta ley para con su libertad de elección”. Asimismo, señaló que los supuestos daños a los niños de los que habla el senador Lieu están basados en intereses políticos y no en investigaciones.

Sin embargo, los impulsores de la norma afirman que la legislación se basó en estudios realizados por más de 40 años que demuestran que la orientación sexual no es una enfermedad, ni un desorden, ni una limitación, por lo que no tiene sentido buscarle una “cura” con estas terapias.

California nuevamente es el primero en dar el paso frente a este tipo de medidas. La norma entrará a regir a partir del 1 de enero del 2013.