TELEFONO ROTO

Un libro de sicología señala que las parejas colombianas no saben comunicarse.

4 de enero de 1999

Los colombianos podrán ser excelentes charlatanes pero a la hora de comunicarse de verdad son un completo fracaso. A esa conclusión llegó la sicóloga Nelly Rojas de González, una experta en problemas de pareja, después de analizar una extensa encuesta realizada por el diario El Tiempo en septiembre pasado para explorar las necesidades y expectativas afectivas de los colombianos. Estos análisis, junto con su experiencia clínica, sirvieron de base para su más reciente libro, Qué nos une, qué nos separa, en el que pone en evidencia que los hombres y las mujeres en el país tienen serios problemas en sus relaciones interpersonales debido a que emplean una serie de vicios que entorpecen el buen flujo de los mensajes.
Según el estudio, cinco de cada 10 personas dicen una cosa pero terminan haciendo otra. Es la típica conversación en la que uno de los dos pregunta "¿Te pasa algo?" y el otro, con cara de dragón incendiado, contesta: "No... a mí no me pasa nada (¡qué va!)". Rojas de González admite que esta técnica evasiva es muy utilizada por la gente pero recurrir a ella en forma sutil y repetitiva puede ser mortal para una relación.
En su análisis los colombianos también resultaron magos. Seis de cada 10 encuestados lee la mente de sus parejas. Es el típico caso de quien dice: "Es que a ti no te gusta salir conmigo" o "él debe pensar que yo soy una loca". "Todos estos procesos son nocivos para la comunicación", afirma la profesional. "En la mayoría de parejas disfuncionales hay una pésima comunicación mientras que en las sanas hay intercambio de mensajes positivos y agradables".
De los muchos vicios que hay entre las parejas están los de no escuchar ni validar lo que el otro dice, porque cada cual piensa que tiene la razón. También es frecuente _seis de cada 10 personas lo hace_ que a la hora de hablar con su novio, amigo o cónyuge las personas tengan una agenda oculta. "No son capaces de compartir sentimientos o inquietudes con el otro".
Las parejas no son muy dadas a preguntar para evitar malos entendidos ni crean espacios para el feedback, en los cuales puedan expresar cómo se sienten ante el impacto de un mensaje. Estas situaciones, que en lugar de sacar los problemas los tapan, fomentan la famosa comunicación con cuenta de cobro: "Ahora que me acuerdo, hace 15 años usted me hizo quedar en ridículo", en la que se reprochan antiguos episodios porque nunca quedaron resueltos.
La sicóloga ofrece ciertas pautas para evitar estos trastornos comunicativos e invita a las parejas a hablar para aliviar tensiones, a expresar sentimientos y dudas, así parezcan estupideces, y a mantener una actitud respetuosa frente al otro. Después de todo, según la experta, el secreto de una buena conversación no reside en que ésta sea importante sino en estar interesado por lo que la otra persona está comunicando.
Malos hábitos
Estos son algunos de los vicios en la comunicación entre las parejas.
Generalizar: sucede cuando en los procesos comunicativos se incluyen palabras como siempre, nunca, todo, nada. La sicóloga recomienda, en lugar de decir "tú nunca piensas en mí" ser más concreto y explicar en qué situación o circunstancia esa persona sintió que la otra no la tenía en cuenta.
Leer la mente: es pensar por el otro y asumir lo que el otro piensa o siente como un hecho, sin preguntárselo. Si no se establece un diálogo entre los dos para esclarecer lo que cada uno opina de cierta situación la comunicación de la pareja termina dividida en un par de monólogos.
Agenda oculta: ocurre cuando no se comparten los problemas, sentimientos e inquietudes con el otro. Tener una agenda oculta imposibilita encontrar soluciones en pareja.
Doble mensaje: Es decir una cosa y hacer otra. Por lo general uno de los dos pregunta: ¿estás molesta?, y el otro, enfurecido, le responde: ¿Quién? ¿Yo? No, si yo estoy feliz.
Descalificar: Es no valorar lo que el otro dice o hace juzgando en forma desconsiderada. Por lo general la gente utiliza frases como "es que es una histérica" o "está loca", que al ser tan ofensivas cortan la comunicación.