La serie The Way We Dress analiza las dificultades de las mujeres con su cuerpo, la moda y la mirada de los demás. | Foto: Fotograma de Youtube.

MUJERES

“Queremos ser esqueletos, cubiertos con piel blanca y delgada”

Un proyecto audiovisual obliga a reflexionar sobre la imagen que tienen las mujeres de sí mismas y sus angustias frente a la sociedad.

30 de julio de 2015

The Way We Dress es un proyecto audiovisual de la revista online Newness compuesto por una serie de mini documentales de menos de 3 minutos, dirigidos por reconocidos artistas.

Al referirse a esta sugestiva serie documental, el diario El País de España indica que “apela al inconsciente colectivo subyacente en la moda, el cuerpo de las mujeres y la mirada de los demás. (…) The Way We Dress es una sutil y afilada manera de considerarlos preconceptos dignos de poner patas arriba y relativizarlos como cualquier otro objeto cultural”.

Las protagonistas son mujeres de distintas edades y culturas y la propuesta visual es límpida y atractiva. Las temáticas son abordadas con aparente ligereza, pero reflejan el frágil equilibrio de existir siendo mujer en un mundo donde lo aparente tiene un peso innegable.

El título del proyecto traduce, literalmente, La manera como nos vestimos, y deja en claro la línea editorial: la apariencia como eje de reflexión sobre lo femenino y la imagen que tienen las mujeres sobre sí mismas.

Notas sobre la mirada


Las imágenes van pasando rápido, atravesadas por el ruido de la calle y testimonios en off. Mujeres en la calle, en el metro,  mirándose, caminando, vestidas, desfilando con, o sin querer, para el público: todo aquel que se cruce, que las vea (queriendo, o no, pasar desapercibidas). Ojos marrones, azules, negros,  todos atentos.

“Generalmente me siento como una loca porque miro a la gente,  y creo que piensan que los observo, y es lo que pasa, es porque la moda me atrae”; “Me gusta interpretar papeles”; “No quiero que la gente piense que pienso demasiado en ello, que le doy demasiada importancia”; “A veces me parece más satisfactorio que una mujer me observe con atención a que lo haga un hombre”.  Frases como estas se escuchan a lo largo del video.

La directora canadiense Chelsea McMullan abre así una ventana indiscreta sobre las interacciones silenciosas en los espacios públicos y el poder del contacto visual entre mujeres.

Hay demasiado de mí

Una mujer que pareciera escapada de un cuadro de Rubens, sentada, desnuda, sus ojos azules delineados de negro, y una silla de mimbre, la imagen borrosa de un cuarto oscuro al fondo. Distintos planos se enfocan en su cara, sus manos, el inicio de sus pechos y su cuerpo voluptuoso, la palidez de su piel.

“Una mujer nunca es lo suficientemente delgada”, dice, con una voz suave, con la mirada firme y los ojos llorosos. “Queremos ser esqueletos, cubiertos con piel blanca y delgada”; “quisiera hacer desaparecer 90 kilos de grasa, quisiera entrar a presión en mi vestido, y convertirme en un ser humano”; “Soy una vaca”; “Me gustaría ostentar mis huesos felizmente frente a los rostros de los tristes seres humanos que me hacen sentir como si no existiera”; “Hay demasiado de mí”.

Los ideales de belleza contemporáneos estallan en este video. La fragilidad y la fuerza de la protagonista y lo vulnerable y feroz de sus palabras hacen que el mensaje cale hondo. Aquí, la directora Siri Bunford se basó en un pasaje del libro colectivo Women in clothes, de Sheila Heti, Heidi Julavitz y Leanne Shapton, para crear esta obra delicada y contundente.

El vestido de Hong Kong



En el tercer video, Hong Kong Dress, la diseñadora irlandesa Simone Roche le rinde un nostálgico homenaje a la elegancia cotidiana de las mujeres asiáticas, con un recorrido por las calles de la isla, en una monocromática gama de pasteles. “Hay algo muy poético en la manera como las mujeres se visten”, concluye Roche, tras 2:37 minutos de bellas imágenes de mujeres de la tercera edad.

Separándonos

Y en el último documental, Separándonos, al aire desde este miércoles, la directora Crystal Moselle habla del poder transformador de la ropa y de la proyección de lo que se quiere ser a través de las escogencias vestimentarias. “¿Cuando me pongo esto, cómo me siento?”, se pregunta una de las protagonistas. Y es esa la pregunta central del video, que trasciende los 2:56 minutos de este episodio y es uno de los hilos conductores de la serie.

“Puedo controlar lo que quiero que la gente perciba de mí”, afirma otra mujer, vestida de negro, con un llamativo collar dorado, impactantes labios rojos y un afro.