Para ejercitar la mente no basta con hacer sudokus. Hay que trabajar en un proyecto de vida

INVESTIGACIÓN

Trabajar, trabajar y trabajar

Jubilarse puede no ser la luna de miel que muchos sueñan. Un reciente estudio revela que a quienes se retiran del trabajo a edad temprana se les disminuye la capacidad intelectual.

20 de marzo de 2010

Muchos esperan con ansiedad el retiro. Incluso algunos quisieran adelantar ese momento para gozar del ocio y no volver a cumplir horarios ni a rendirle cuentas a nadie. Pero según un estudio publicado en el Journal of Economic Perspectives, jubilarse tiene un costo para la salud mental. Según Susan Rohwedder de la Rand y Robert Willis de la Universidad de Michigan, autores del trabajo, el retiro laboral temprano, es decir antes de los 65 años, parece tener un impacto negativo en la habilidad cognitiva. A esta conclusión llegaron luego de comparar datos de Estados Unidos, Inglaterra y 11 países de Europa en los que observaron el puntaje de pruebas sicológicas hechas en personas de más de 60 años. Rohwedder y Willis encontraron que en aquellos países en donde los hombres tienden a permanecer más tiempo en la fuerza laboral, como en Estados Unidos y Dinamarca, dichos resultados eran sustancialmente mejores, casi el doble, que los de las personas de países donde el retiro se hace antes, como en Francia y Austria.

Lo anterior parece confirmar la hipótesis de que lo que no se usa se atrofia. De hecho, los médicos han dicho durante años que seguir activos mentalmente luego de la jubilación es crucial para retardar enfermedades que pueden afectar la capacidad del cerebro, como el mal de Alzheimer. Sin embargo, en el estudio los autores advierten que las actividades intelectuales que siempre han recomendado estos especialistas para ello, como jugar cartas y resolver crucigramas, no producen el resultado deseado. Según ellos, sólo el trabajo lograría ese efecto protector.

Felipe Sierra, director de la división de Biología del Envejecimiento del National Institute on Aging, afirma que ya había sido demostrado antes que la jubilación temprana tiene un impacto negativo en la salud física y mental. Un trabajo realizado por el Hadassah Hospital Mount Scopus en Jerusalén con 1.000 hombres y mujeres nacidos en 1920 reveló que quienes habían seguido vinculados al trabajo hasta los 70 años tenían 2,5 más probabilidad de estar vivos a los 82 años que quienes se retiraron y no desempeñaban ningún oficio formal. A finales de 2009, otro estudio, hecho en la Universidad de Maryland con más de 12.000 hombres y mujeres de 51 a 61 años, mostró que quienes se emplean luego de la jubilación tiene mejor salud que quienes no lo hacen. El beneficio se vio sin importar si el trabajo era de medio tiempo o tiempo completo, lo que indica que lo importante no es la cantidad de horas laborales sino seguir vinculado a un oficio. El trabajo de Maryland, publicado en el Journal of Occupational Health Psychology también aportó un dato relevante: los jubilados con mejor salud mental eran aquellos que se dedicaban a actividades relacionadas con su carrera y que probar suerte en una nueva actividad podría generar mayor estrés, lo que arruinaría la salud mental de estas personas.

Sierra destaca la importancia de cualquier actividad después de jubilarse. "Ser empaquetador no es un trabajo intelectual pero aún así aporta el beneficio del contacto social y el sentimiento de tener un objetivo de vida". Sin embargo, no está de acuerdo en que resolver rompecabezas y hacer sudokus no ayude pues señala que hay mucha evidencia sobre el beneficio de estas actividades, así como de tener una vida social y hacer trabajo voluntario para evitar la depresión y el alcoholismo a esta edad. Sherry Willis, de la Penn State University, realizó un estudio con personas de 73 años en el que se estableció que con 10 sesiones que incluían este tipo de ejercicios a través de un computador era suficiente para mantener el cerebro afinado. "Así como cuando uno va incrementando el peso de la carga en los aparatos del gimnasio para que sea un reto, así se debe hacer con la actividad mental". Por eso es importante que los crucigramas sean cada vez más complicados.

Aunque con el paso de los años la capacidad física disminuye, la actividad mental alcanza su mejor momento entre los 55 y 70 años, dice Carlos Cano, jefe de la sección de geriatría de la Fundación Santa Fe. Es cierto que hay más posibilidad de enfermedades neurodegenerativas, pero también se ha visto que esta se retarda si la persona tiene una mente activa. "Es más que hacer sudokus, es leer un libro, es tener un proyecto de vida, ser creativo, ejecutar", afirma. Aclara que con el tiempo la mente de los humanos no presenta deterioro sino modificaciones. La memoria de un joven es más automática mientras que la de los de mayor edad es creativa. "Una persona de 70 es mejor para escribir un artículo que una de 15, pero tal vez la de 15 sea mejor para manejar un computador que el señor de 70", dice. Y con él coincide Sierra, quien asegura que una actividad intelectual que se gana con la edad es la del uso de vocabulario. "Tal vez por eso a los viejitos les gusta resolver crucigramas".

Estos resultados llegan en un momento en que en muchos países se discute la posibilidad de aumentar la edad de retiro debido al costo fiscal que implica una jubilación temprana sobre todo ahora que la población vive más tiempo. Aunque a muchos les parece una pesadilla no poder retirarse más jóvenes, habría un efecto positivo al prolongar esta fecha. Algunos expertos piden cautela. Moisés Naim, director de la revista Foreign Policy, quien escribió una columna sobre el tema, piensa que el estudio es "una conversación entre países ricos" y la realidad de naciones subdesarrolladas como Colombia es que a casi todo el mundo le toca seguir trabajando hasta el final. Además, señaló la importancia de hacer una distinción entre quienes hacen trabajo rutinario y los que se desempeñan en roles más intelectuales. "Un conductor que ha hecho el mismo recorrido durante 40 años de su vida va a querer retirarse aunque se embrutezca", le dijo a SEMANA.

Peor aún, señala Adriana Londoño, coautora del libro Preparación para la jubilación, algunos en Colombia tienen que irse al retiro de manera forzosa a partir de los 40 años, edad en la que empieza a ser difícil conseguir un nuevo trabajo, por falta de opciones para los mayores. Las personas jubiladas, según ella, deberían tener espacio para seguir aportando a la sociedad pero todavía hay limitaciones. Para no ir más lejos, la Registraduría Nacional no acepta que entre los jurados de votación haya personas mayores de 60.

Londoño aclara que la jubilación es un asunto muy individual que afecta de manera diferente incluso a mujeres y hombres. Estos últimos, dice, se desesperan más sin una actividad formal y si han sido altos ejecutivos, les cuesta más salir de su trabajo que a los operarios. Así mismo, destaca que gozar de salud durante el retiro está relacionado con las decisiones que se tomaron desde joven, algo de lo que la población colombiana aún no es muy consciente. "Si no tengo un plan y mi idea de retiro es estar en una mecedora, lo más probable es que me deprima".

El estudio de Rohwedder y Willis sugiere que la salud mental está relacionada en cada país con las políticas de jubilación. En una sociedad donde la gente es obligada a salir del trabajo muy temprano en sus vidas, es probable que haya menos inversión en capital humano, es decir, en estudio y capacitación. "Es diferente si tengo 50 años y espero retirarme a los 65, que si tengo 50 años y la expectativa de retirarme a los 57.En este último caso la inversión en capital humano sería menos probable", dice Elisa Dulcey, directora del Centro de Psicología Gerontológica.

Todos coinciden en que muchos países, incluido Colombia, están en mora de aumentar las edades para empezar a recibir una pensión, no sólo por los cambios demográficos sino por las implicaciones que un retiro temprano puede tener en la calidad de vida de las personas. Y tal vez, el mensaje más relevante del estudio es que aunque la gente se retire de su oficio, esto en ningún momento debe implicar que jubile su mente.