El consumo de tabaco es la principal causa del cáncer de pulmón. | Foto: Archivo particular.

ONCOLOGÍA

Último avance contra el cáncer de pulmón

Este tratamiento está logrando que muchos pacientes vivan tres años y más con la enfermedad. Un gran avance si se tiene en cuenta que hace unos años el pronóstico de vida era solo de ocho meses.

22 de septiembre de 2016

El cáncer es como una locomotora que toma determinadas vías para avanzar. En términos médicos estas vías son señales químicas que les avisan a las células malignas que crezcan y se dividan indiscriminadamente. El trabajo de los científicos se ha enfocado en encontrar dichas señales y diseñar medicamentos para bloquearlas. Se les llama terapias objetivo y gracias a ellas hoy hay buenas noticias para los pacientes con cierto tipo de cáncer de pulmón, el adenocarcinoma de célula no pequeña, uno de los más comunes en Colombia y en el mundo, que constituye 63 por ciento de los casos de tumores en este órgano.

Algunos pacientes con este tipo de tumor que tienen mutaciones definidas como una llamada EGFR hoy son candidatos para este tipo de medicamentos que atacan directamente esa mutación y detienen su crecimiento. Los tumores, sin embargo, han demostrado ser resistentes a este tipo de bloqueos y al cabo del tiempo encuentran otra vía por donde avanzar. De nuevo, los científicos han desarrollado medicamentos para bloquear ese otro camino. En Colombia hoy hay tratamientos dirigidos para controlar hasta dos líneas de la mutación EGFR y otra para ALK. Cuando estas dejan de funcionar, el paciente se remite a quimioterapia.

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De esta forma, “se está ganando tiempo de vida  –dice el oncólogo Carlos Alberto Vargas–. Eso se puede traducir en tres años o más de supervivencia porque tenemos algunos pacientes controlados con el primer tratamiento a 3, 5 y 7 años”. Es un gran avance si se tiene en cuenta que antes, en promedio, estos pacientes solo tenian 8 meses de vida. En algunos casos, desde que empieza el primer medicamento hasta que falla, pueden pasar 18 meses. Además ese tiempo extra de vida permite que otros avances que vienen en camino puedan ser administrados en el momento de que el cáncer de determinado paciente progrese.

Estas terapias tienen ventajas frente a los tratamientos convencionales como la quimioterapia, que es un agente citotoxico que ataca tanto las células sanas como las tumorales por lo cual produce muchos efectos secundarios. Las terapias dirigidas, por el contrario, apuntan solo a las cancerosas y eso hace que el tumor responda y se controle por más tiempo.  Por eso encajan en el concepto de medicina personalizada.  

No todas las vías del crecimiento de cáncer se han podido establecer. Por eso hoy es posible que los pacientes vivan tres situaciones: que no se sepa cuál es la vía,  en cuyo caso recibe otras terapias; o que sí se conozca pero aún no haya droga para eso. Es el caso del padre de Vargas, que tenía cáncer de colon con una mutación en el gen RAS para la cual aún no hay una terapia objetivo. Aunque con quimioterapia logró vivir mucho más de lo que se presupuestaba, “si hubiera existido un tratamiento para su mutación tal vez habría vivido más tiempo y posiblemente con tratamientos mas simples”.

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Una tercera posibilidad, la mejor, de hecho, es que se conozca la vía y exista la droga, como pasa con algunos pacientes con adenocarcinoma de pulmón. Mientras más tiempo permanezca con una de estas drogas, será mejor el pronóstico del enfermo. “Por eso el cáncer de pulmón les ha sacado ventaja a otros que aunque parezcan menos agresivos no tienen drogas tan precisas”. No obstante, hay un porcentaje mínimo de pacientes que, a pesar de tener la mutación EGFR, no les sirven las drogas porque tienen simultáneamente una mutación de resistencia que la inactiva. La droga de la mutación ALK le sirve al 90 por ciento de los pacientes.

Esto ha cambiado el panorama de la enfermedad. Vargas dice que el cáncer se está pareciendo más a otros males crónicos como el lupus y por eso algunos pacientes deben adaptarse no a morir de cáncer sino a vivir con cáncer. “Muchos se sienten tan bien, que creen que estan curados porque viven más y con calidad de vida”. En el futuro se espera encontrar muchas más vías y medicamentos para controlarlas.