UN FRENILLO PARA EL OJO

LOS CIENTIFICOS que se especializan en los problemas oculares siempre han tratado de ofrecer a quienes padecen de miopia e hipermetropía una alternativa no quirúrgica diferente a la queratomía radial y el láser. De esa búsqueda nació hace algunos años la ciencia de la ortoqueratología, que prácticamente trabaja en el ojo de la misma manera que lo hace la ortodoncia en los dientes. Sin embargo, hasta el momento esta técnica no ha logrado que los resultados sean permanentes. No obstante, indica que esa meta puede estar cerca. Hace unos días la sociedad californiana Advanced Corneal Systems anunció algunos avances en esta dirección. Según los investigadores, una prótesis plástica transparente hecha a la medida del ojo y utilizada por el paciente durante un buen tiempo podría remoldear la cornea. Una vez se retirara este lente, la córnea mantendría definitivamente su nueva forma. El método ha sido probado en 15 mexicanos con este tipo de defectos visuales. "La visión de cada uno de ellos ha mejorado o ha permanecido estacionaria pero en ningún caso ha empeorado", dice Diana Schmidt, vicepresidenta de mercadeo de la empresa. Lo más interesante es que la mejoría en la visión ha persistido 17 meses después de la intervención, lo cual sugiere que la córnea ya no se modificará más.
El único acto quirúrgico necesario para lograr este objetivo fue la aplicación de una inyección enzimática sobre el borde de la córnea con el fin de hacerla más elástica y, por tanto, más fácil de manipular.
El lente utilizado para este nuevo método es elaborado bajo medidas exactas del ojo y en el mismo material de los lentes de contacto ordinarios. Las protesis para los miopes, que ven de cerca pero no de lejos, aplastan la cornea. Esto permite reducir la convergencia del cristalino, haciendo que las imágenes se formen sobre la retina y no delante de ella. Las prótesis para los hipermétropes, quienes ven mejor de lejos que de cerca, dejan la córnea más curva, y por tanto las imágenes se forman sobre la retina y no detrás de ella.
Antes de poner la prótesis se inyecta el medicamento. Durante los tres primeros días el paciente tendría que usar los lentes sin quitárselos, pero después sólo sería necesario usarlos en las noches durante tres meses. Una vez el tratamiento termine el paciente recobraría la visión de una persona normal.
Tanto algunos especialistas estadounidenses como expertos colombianos aún son escépticas frente a esta técnica, principalmente porque no garantiza que sea permanente, mientras que otras, como la técnica láser y la queratomía radial sí. "Además arroja buenos resultadosen pacientes que presenten menos de tres dioptrías pero no sirve para quienes tienen un rango superior", dice el oftalmologo Zoilo Cuéllar. Otros, como el doctor Charles McGhee, experto en terapia ocular, consideran riesgoso cualquier tipo de inyección en la córnea ya que ésta puede causar infecciones o dejar cicatrices.
Aún falta que la técnica se desarrolle. Pero una vez se apruebe serán muchos los pacientes afectados por este tipo de problemas que podrían decirle definitivamente adiós a la gafas y a los lentes.