trÁnsito

Una luz en el camino

A partir de esta semana quien viaje por carretera debe encender las luces de día y de noche. La medida busca reducir los accidentes en las vías colombianas.

28 de noviembre de 2004

Un destello de luz podría haber sido suficiente para evitar una desgracia. Pablo Sánchez viajaba en su camioneta por una carretera hacia la Costa. En una de las rectas quiso avanzar por el carril contrario para pasar una tractomula. Miró el espejo retrovisor, hizo la maniobra con el timón y avanzó por el carril contrario, pero en cuestión de segundos se dio cuenta de que había cometido un grave error. De repente apareció otro vehículo en dirección contraria y a pesar de su intento por frenar, la colisión con el otro carro fue inevitable. En el accidente murieron los dos hijos de Pablo.

La medida que acaba de establecer el Ministerio de Transporte busca prevenir accidentes como los de la familia Sánchez. La norma que entrará en vigencia el primero de diciembre exigirá que los conductores que viajen por carreteras en todo el país lo hagan con las luces encendidas las 24 horas.

La disposición está basada en estudios europeos y canadienses, por los cuales se aplica en esos lugares desde hace varios años. Estos trabajos han mostrado tres grandes beneficios: una reducción de 15 por ciento en accidentes fatales, de 10 por ciento en accidentes con lesiones graves y de 5 por ciento en accidentes de lesiones leves. "Lo interesante es que la norma favorece los eventos más graves", dice Francisco José Fernández, director del Fondo de Prevención Vial.

La luz prendida no sólo ayuda al conductor de un vehículo. Para las motocicletas el beneficio es mayor pues la reducción de accidentalidad es del 32 por ciento. Los atropellos contra peatones, según los estudios, disminuyen en 13 por ciento.

Aparentemente la luz natural es suficiente para conducir por carretera. Pero en ciertas circunstancias, como lluvia o niebla, o en ciertos momentos del día, como entre las 4 y 6 de la tarde, cuando el sol se empieza a ocultar, la luz del sol no es suficiente para iluminar las carreteras. En esas horas grises o de penumbra es posible que se pierda visibilidad o que la luz del atardecer produzca efectos ópticos que enceguecen a cualquiera. "El vehículo se mimetiza en el paisaje y a larga distancia no se ve", afirma Luis Alberto Guevara, comandante de Policía de Carreteras.

Con las luces medianas encendidas el conductor puede ver otro carro en la vía desde una distancia más lejana, aproximadamente 200 metros (ver gráfico). Si no se llevan las luces y hay neblina, el carro se empieza a divisar más cerca, cuando es menos probable esquivarlo. "Esos 200 metros de reacción son muy valiosos porque permiten tomar decisiones como adelantar o no adelantar. Así se evita encontrar el vehículo cuando ya no hay nada que hacer", dice Fernández.

Según las cifras del Fondo de Prevención Vial, el 6,5 por ciento de los accidentes por carretera en Colombia suceden porque alguno de los conductores está distraído y 3 por ciento, porque adelantan en lugares no permitidos, como curvas o tramos de poca visibilidad. Las luces encendidas afectarán positivamente estas últimas estadísticas.

El impacto de prender las luces en una mañana soleada no es tan drástico como cuando hay neblina. Por eso en ciertos países es una obligación exclusivamente durante el invierno. En Colombia se tomó la determinación de usar las luces 24 horas en carretera para obtener todas las ventajas de la medida. En otros países las autoridades la han llevado incluso a las ciudades. La industria automotriz está adaptándose a esta tendencia fabricando automóviles cuyas luces se prenden en el momento en que se enciende el auto.

La noticia ha sido bien recibida, aunque no han faltado las protestas de quienes la consideran un poco exagerada o piensan que mantener las luces en carretera aumenta el consumo de energía y los costos de viaje. Pero los estudios indican que el incremento en combustible es de 1 por ciento y el consumo de bombillas solo aumentaría el 10 por ciento a escala nacional. Un concepto técnico realizado por baterías Willard para el Ministerio de Transporte encontró que en carretera el impacto de las luces prendidas sobre el funcionamiento de la batería es positivo. Pero lo más importante es que el costo-beneficio de la orden es de 1,96 pesos, es decir, que por cada peso que se invierte se recuperan dos.

La disposición se comenzó a aplicar desde hace un mes por carreteras nacionales y departamentales con fines educativos. Pero desde el primero de diciembre se empezará a sancionar a quienes no lo hagan con una multa de 358.000 pesos.

Las cifras de Policía de Carreteras muestran que este año el tráfico de vehículos aumentó el 29 por ciento y las cifras de accidentalidad han bajado. Entre enero y noviembre de 2003 se registraron 1.533 accidentes. En el mismo periodo de 2004 se produjeron 1.103, se ha reducido la mortalidad en 6 por ciento y los heridos en 33 por ciento. Con la nueva norma se espera que el año entrante estas cifras sean aún más bajas.