La sangre de ratón joven ayuda a rejuvencer los músculos, a fortalecer la resistencia física y a mejorar el sentido del olfato de los viejos. La comunidad científica ve esta terapia como una posibilidad para prevenir en el futuro enfermedades relacionadas con la edad en seres humanos.

CIENCIA

La terapia vampiro

Tres estudios con ratones de laboratorio revelaron que una proteína que se encuentra en la sangre joven puede ser la clave para revertir el envejecimiento.

10 de mayo de 2014

Personajes de le-yenda como Drácula han encontrado en la sangre su fuente de vida eterna. La semana pasada esa idea dejó de ser una simple historia de terror gracias a tres estudios que afirman que en una transfusión de sangre de un individuo joven a uno viejo estaría la clave para retrasar los signos del envejecimiento en el organismo. La sangre joven, dicen, contiene sustancias químicas naturales capaces de restablecer varios procesos celulares que se deterioran con la edad. Aunque el experimento se hizo en ratones de laboratorio, los autores de las investigaciones señalaron que dentro de unos años podría probarse en personas.

En el primer trabajo, realizado por científicos de las universidades de California en San Francisco y Stanford, Estados Unidos, los expertos realizaron dos pruebas. En una, mezclaron el sistema circulatorio de un ratón de tres meses de edad con el de uno de 18 mediante la parabiosis, un procedimiento quirúrgico que consiste en hacer una incisión en la piel de ambos animales y dejar que las heridas cicatricen de forma conjunta, de modo que queden unidos como siameses a través de los vasos sanguíneos.

Cinco semanas después de la intervención los científicos observaron una mayor producción de dendritas, las terminales nerviosas de las neuronas, y una mejoría en la plasticidad del hipocampo, que se encarga del aprendizaje y de almacenar recuerdos. En la siguiente etapa del estudio le inyectaron al ratón adulto varias muestras del plasma (el mayor componente de la sangre que no tiene glóbulos) del roedor más joven y observaron un progreso en sus capacidades cognitivas.

Pero el beneficio no solo se ve en el cerebro. Las otras dos investigaciones hechas por especialistas de la Universidad de Harvard demostraron también que las transfusiones de sangre ayudan a rejuvenecer y fortalecer los músculos, y a mejorar la resistencia física y el sentido del olfato. “Hay algo en la sangre joven que puede reducir las discapacidades neurodegenerativas que aparecen con la edad”, señaló Saúl Villeda, quien lideró la investigación publicada en la revista Nature Medicine.

Los autores del trabajo de Harvard creen que la proteína responsable de revertir los efectos del envejecimiento es la GDF11, una molécula que también se encuentra en la sangre humana. “En ambos casos esta proteína se deteriora con la edad, así que los efectos de hacer la trasfusión de sangre joven podrían funcionar en el hombre dentro de unos tres o cinco años”, señaló Amy Wagers, coautora de uno de los trabajos que apareció en la revista Science.

Investigaciones anteriores ya habían señalado que la sangre joven puede estimular el crecimiento de las células madre del cerebro y de las neuronas. Sin embargo, algunos expertos consideran que todavía es muy pronto para recomendar estas terapias en humanos. De hecho, Villeda quisiera que su estudio tuviera una gran leyenda que diga “No intente hacer esto en casa”, pues se requiere de más estudios clínicos su efectividad y “evaluar los posibles efectos secundarios para medir su alcance”, agrega.

Aun así, la comunidad científica se ha mostrado optimista con los hallazgos, pues ayudaría a desarrollar tratamientos para prevenir enfermedades relacionadas con la vejez como el cáncer, la diabetes, las afecciones cardiacas y el Alzheimer, que se han incrementado a medida que aumenta la población mundial y crece la expectativa de vida.