Y USTED ¿COMO SE SIENTA?

Una silla que siga los movimientos del cuerpo es una herramienta fundamental del trabajo moderno.

28 de febrero de 1994

PARA MILLONES de personas alrededor del mundo, la rutina diaria consiste en pasar interminables horas de trabajo sentadas frente a un escritorio. Y para ellas, el dolor de espalda y las molestias en las piernas y en la base del cuello son cosa de todos los días. Actualmente, especialistas en ergonomía- una ciencia que estudia la relación entre los objetos y las personas- aseguran que contar con una buena silla de trabajo puede evitar largas sesiones de fisioterapia o agotadoras clases de aeróbicos y pesas. Lo cierto es que una postura inadecuada causa serios problemas físicos. Por eso una silla, lejos de ser dos tablas con cuatro patas, es un factor determinante para la salud de quienes pasan largas jornadas sentadas en su trabajo.
Lo ideal es que se ajuste adecuadamente al cuerpo, soportando la espalda, la base de la columna y el cuello. Además, debe seguir al cuerpo en cada movimiento sin dejar de prestar el apoyo básico en los puntos de mayor tensión. A todo esto se le agrega la necesidad de no cortar, por exceso de presión, el flujo sanguíneo que corre por las venas, lo que causa el constante cosquilleo en estas extremidades. Por último, la silla debe permitir la graduación de altura necesaria para que en todo momento los pies estén completamente apoyados en el piso. En resumidas cuentas. una silla ergonómica debe acomodarse al individuo manteniendo el relajamiento muscular de cuello, cabeza y espalda, y permitiendo que las piernas se muevan sin presiones. En Colombia la onda de las sillas ergonómicas para la oficina está en pleno furor, y no son pocas las firmas que están importando o diseñando una línea de muebles que se adapta a estas exigencias. Y todo porque estudios recientes han demostrado que evitar al máximo las molestias en los trabajadores asegura mayor rendimiento en su labor.