SEGURIDAD VIAL

¿Usted está dispuesto a manejar a la defensiva?

Ante la alta accidentalidad, se impone en Colombia la cultura de conducir teniendo en cuenta los errores de los demás.

30 de marzo de 2011

La cifra de accidentes en las calles y carreteras de Colombia parece estar disparada. Aunque no hay datos consolidados para afirmarlo, los casos abundan. Para no ir más lejos, el pasado 26 de marzo un bus colectivo que se dirigía a Soacha se volcó y como consecuencia de ello una persona murió y once quedaron heridas.
 
Este accidente se suma a una serie de eventos que ha dejado a todos con la percepción de que este tipo de siniestros ha aumentado. La semana pasada, un bus de Rápido Ochoa que iba por la vía hacia Cambao (Cundinamarca) se fue por un barranco. El saldo, nueve muertos y 17 heridos.
 
Esto sucedió pocos días después de que se presentaran varios choques durante el puente festivo de San José que dejaron alrededor de 20 muertos. En las ciudades la situación no es mejor. En el mes de marzo tres buses de Transmilenio sufrieron un aparatoso choque en la Avenida Caracas y otro se accidentó en la Autopista Norte con al menos 23 personas heridas.
 
Aunque en los medios de comunicación se afirma que estas tragedias fueron causadas por la lluvia o por el exceso de velocidad e incluso por un hueco, para Luz Orieta Henao, experta en seguridad vial, siempre hay un solo culpable: el conductor.
 
“La lluvia es una condición que debería generar precauciones en los conductores como, por ejemplo, reducir la velocidad, asegurarse de que las llantas están en buen estado, tener las luces prendidas. Pero la lluvia, por sí sola, no causa accidentes”, dice.
 
Lo mismo sucede con la deteriorada malla vial. “Si se sabe que las calles están llenas de huecos, los choferes no deberían andar rápido, aún si están cumpliendo con los limites de velocidad”, dice ella.
 
Que los accidentes son prevenibles si se controlan los errores humanos es parte de lo que se conoce como manejo defensivo, una estrategia educativa que se está imponiendo en el país debido a las altas cifras de accidentalidad. Henao es asesora en el tema y dicta cursos para enseñar a conductores ocasionales y profesionales a hacerle el ‘quite’ a las faltas de los demás, incluyendo las que cometen los peatones.
 
Según esta perspectiva, el conductor de un carro no solo debe controlar las variables que dependen de él sino además tener en cuenta los errores de los otros y compensar esas fallas con su comportamiento para evitar que le hagan daño. Además tiene que ajustar su manejo a las condiciones que pueden influir en los accidentes, como el clima, la luz, la vía y el tráfico.
 
Por eso, para ella, todos los accidentes se pueden evitar. De hecho, por aplicar la lógica del manejo defensivo, nunca ha tenido un choque en sus muchos años como chofer de un vehículo particular.
 
La idea no es nueva. El manejo defensivo en el mundo tiene 50 años pero solo desde hace poco tiempo en Colombia se puede hacer un curso avalado por el National Safety Council de Estados Unidos, el cual, según explica Henao, ha sido adaptado a las necesidades colombianas. Lo que se busca con este curso de ocho horas es conocer más a fondo cómo influye el factor humano en la conducción, saber cuáles son los errores más frecuentes y tratar de evitarlos.
 
Conducir es una de las actividades más peligrosas, incluso más que manejar un avión, dice ella. Paradójicamente, la gente no lo ve así y cualquiera que tenga un pase puede ganarse la vida como conductor. Pero como lo muestran los hechos, es hora de dejar de culpar al hueco, al clima, y a los demás de los accidentes y adoptar una perspectiva más comprensiva para evitar que los errores de los demás le hagan daño a usted.

Estas son diez recomendaciones
 
1.Lento pero seguro: el tema de la velocidad no se resuelve con acatar el límite establecido en la norma de tránsito porque se trata de una variable que depende de otras circunstancias como la infraestructura de la malla vial, el clima, el sector donde se transita o el vehículo e, incluso, la edad del chofer que lo conduce. Si, por ejemplo, maneja en Bogotá donde muchas vías están destruidas o las están arreglando, lo aconsejable es ir mas lento para poder reaccionar a tiempo cuando estas sorpresas aparezcan en el camino. Si pasa cerca de un parque donde hay niños, disminuya la velocidad. Pase con cautela por zonas donde se tiende a conglomerar mucha gente. Tampoco frene en seco y cuando se acerque a un pare, simplemente vaya disminuyendo la velocidad.
 
2. Exceso de confianza: el peor error es creer que por el simple hecho de tener un pase de conducir y cierta experiencia detrás del timón, nada le puede suceder. Cuando maneje hay que tener todos los sentidos puestos en esa actividad y siempre estar alerta porque, como dice el refrán, al mejor panadero se le quema el pan.

3. El entorno: la lluvia, la neblina, los huecos o el sector por donde transita con su carro son circunstancias que se deben controlar para no tener riesgos. Si las condiciones climáticas obstaculizan la visibilidad hay que parar o disminuir la velocidad. También hay que saber que manejar en la ciudad es diferente a hacerlo por carretera. En ambas situaciones, el vehículo debe estar en óptimas condiciones y, especialmente, con buenas llantas.

4. Chofer en forma: así como está prohibido manejar en estado de embriaguez tampoco se debe hacerlo bajo el efecto de medicamentos que interfieran en la concentración y la habilidad motora del individuo. Si no ha dormido bien lo mejor es dejar el carro en la casa pues el sueño y el cansancio inhiben las reacciones rápidas. Por esto, los choferes de servicio público deben hacer relevos. La regla general es que el conductor debe estar en perfecto estado para asumir ese papel.
 
5. A prueba de errores: muchos conductores son imprudentes y el manejo defensivo consiste en saber cuáles son los errores más frecuentes que ellos cometen para evitar accidentes. Los más comunes son: no guardar distancia con el carro de adelante, pasar el semáforo en amarillo o rojo, ir a alta velocidad e invadir el carril. Para cada una de estas situaciones, usted debe compensar la falta del otro. Por ejemplo, como la gente omite las señales de pare, lo recomendable es que, aunque tenga la vía, pase con precaución una intersección. La distancia prudencial entre un vehículo y otro debe ser tal que desde el puesto del chofer se puedan ver en el pavimento las llantas traseras del otro carro. Cuando alguien se quiera meter a su carril simplemente dé la vía. Manejar teniendo en cuenta los errores de los demás incluye mirar el espejo retrovisor y los laterales, y en lo posible anticiparse a lo que sus vecinos van a hacer para darles el paso.
 
6. Usted es el jefe: si otros conductores tienden a presionarlo para que pase rápido en un cruce peligroso o a pitarle para que vaya mas rápido, haga caso omiso. Muchos accidentes suceden porque la gente maneja con la percepción de los otros y no la propia. Esto también sucede cuando quien maneja le pregunta al ‘copiloto’ si ya puede pasar, o cuando imita a otros sin pensar si es prudente o no. Quien esté al volante debe tomar las decisiones pertinentes con seguridad e ir chequeando cada cosa que pasa a su alrededor.
 
7. La nueva tecnología: la recomendación es apagar todos los aparatos mientras está conduciendo. Aun el manos libres puede interferir en la concentración. Si la radio está a alto volumen puede impedirle escuchar algún ruido externo importante. En el microsegundo en que usted mira su celular o cambia la estación de radio pueden ocurrir muchas cosas.
 

 
8. Lejos de las motos: teniendo en cuenta que los motociclistas son imprudentes porque manejan vehículos muy pequeños y fáciles de maniobrar, lo más indicado es tener mucho cuidado con ellos. El consejo general es siempre evitarlas. Si está en un semáforo esperando el cambio de rojo a verde, deje que ellas se adelanten y le tomen ventaja o hágase en el carril opuesto. Lo mismo aplica para los peatones. Fíjese donde hay paraderos de bus y disminuya la velocidad ya que la gente tiende a bajarse de estos vehículos en la mitad de la calle. Tenga en cuenta que las motos, las ciclas y los peatones son los más vulnerables y hay que cuidarlos, aún si ellos son los que cometen los errores.

9. Cuál es su carro: hay vehículos de diferentes gamas. Unos toleran mejor los golpes, o tienen mejores frenos y estabilidad que otros. Cada cual debe adaptarse al carro que está manejando y no tratar de forzarlo para que haga algo que no puede. Si su carro es muy grande y pesado tenga en cuenta que no puede ir muy rápido porque va a tomarle mas tiempo en detenerse. Si es muy pequeño, trate de no ir rápido porque es mucho más vulnerable y podría no resistir tanto golpe. Incluso hay que tener en cuenta el color del carro. Según los expertos, aquellos de pintura oscura tienen más accidentes en las noches debido a que los otros no los ven.

10. De noche, más cuidado: conducir después de las doce de la noche tiene unos riesgos particulares, especialmente en ciudades como Bogotá, donde a ciertas horas de la madrugada se dejan de respetar los semáforos, se hacen giros inapropiados, se conduce a mayor velocidad y buena parte de los choferes están cansados o manejan embriagados. Si va a salir de noche, tenga en cuenta estos factores.