Aaron Bernstein, profesor de Salud Humana y Cambio Global de Harvard Medical School

DÍA DE LA BIODIVERSIDAD

Diez razones para cuidar la variedad de la vida

Aaron Bernstein, profesor de Salud Humana y Cambio Global de Harvard Medical School, explica por qué es crucial preservar la biodiversidad en el planeta.

22 de mayo de 2010

Aaron Bernstein, médico del centro de salud y ambiente de la universidad de Harvard y coautor del libro Sustaining life fue invitado la semana pasada por el Instituto Humboldt para hablar sobre biodiversidad y salud. Su tesis es que la pérdida de variedad genética en el mundo, que está desapareciendo a un ritmo veloz, amenaza el bienestar de los seres humanos, no solo porque en la naturaleza se encuentran muchos de los remedios para preservar la salud de los seres humanos sino porque el desequilibrio de los ecosistemas puede generar infecciones y nuevas enfermedades. Semana.com habló con él acerca de la importancia de tomar conciencia sobre este tema. Estas dos 10 ideas clave producto de esa charla.

1. Fuente de medicamentos. La biodiversidad nos hace más saludables no solo porque los alimentos que ofrece la naturaleza proporcionan la energía para vivir sino porque la mitad de las medicinas se encuentran en la naturaleza. Muchos medicamentos que hoy se usan no existirían si no hubieran sido encontrados allí o diseñados a partir de una molécula natural. En Estados Unidos, en los últimos 25 años, 60 por ciento de los medicamentos provienen de productos naturales. El antibiótico para el H1N1, por ejemplo, es natural. Los test diagnósticos para el VIH o las pruebas para determinar el ADN son posibles gracias a bacterias que se han encontrado y que permiten realizar estos procesos biológicos con precisión.

2. No es una lista. La importancia de la conservación no es tener una lista de especies. Aunque es crucial proteger las aves, por ejemplo, porque son lindas, hay muchos otros microorganismos que no se conocen, que están en peligro, y que podrían ser útiles para la salud. Se calcula que hay 2 millones de especies con nombre pero esta cifra excluye el mundo de los microbios. Para el 2050 se cree que 15 por ciento de las especies estarán cerca de la extinción solo por el cambio climático

3. La biodiversidad ayuda a entendernos como especie. El ser humano no puede vivir aislado. Es una simbiosis. Por ejemplo, una manzana necesita de muchas especies para llegar a ser manzana. Lo mismo sucede con nosotros, quien no podría existir sin la ayuda de otros organismos.

4. La riqueza genética empieza con el ser humano. Tenemos muchas especies de microbios en el intestino. Se creía que estas no ayudaban, que eran inertes, pero desde hace 15 años se trabaja en un concepto nuevo que dice que dichos microorganismos tienen un rol muy importante en la educación del sistema inmune durante la primera infancia.

5. Hay una vasta cantidad de diversidad genética: se han encontrado tantas nuevas especies que la antigua forma de catalogarlas en cinco reinos está mandada a recoger. Ahora hay tres grandes dominios: los organismos con un núcleo, entre los que se incluyen desde la levadura hasta los humanos; la bacteria y la Archaea, que son los organismos más viejos.

6. Mucha de la diversidad no se puede ver. Se calcula que dos tercios de la biodiversidad en la tierra son seres invisibles al ojo humano.

7. La estrecha dependencia. La rana Adalopus Cetekis, que vive en el sur de Panamá, tiene una potente toxina en su piel para protegerse. Este tóxico bloquea el movimiento de animales depredadores. Los científicos que la estudiaron encontraron que las ranas obtienen este veneno en el alimento que comen en las selvas, pues cuando fueron atrapadas y puestas en cautiverio no producían la sustancia.

8. La alimentación y el agua. La biodiversidad no solo garantiza la alimentación de todos los seres vivos sino también el suministro de agua, que es el motor de la vida. El calentamiento global amenaza estos dos aspectos.

9. El paisaje. La naturaleza ofrece lugares hermosos en donde el hombre puede recargar su energía. Los bosques además reciclan la basura y tienen tanto peso en la naturaleza que no se puede calcular su valía.

10. La inspiración. Cuando el músico checo Antonin Dvorak viajó por primera vez a Estados Unidos, creo una de sus obras más conocidas llamada la Sinfonía del Nuevo Mundo. Se dice que un pájaro que escuchó en las montañas de los Apalaches fue el que inspiró todo un cuarteto de cuerdas. Si el volviese a este sitio hoy tal vez esa pieza musical nunca se habría compuesto pues el pájaro en cuestión está extinto.