ADIOS AL MARCAPASOS

Los científicos aplican un nuevo método para tratar la arritmia por medio del láser.

26 de noviembre de 1990


Esta vez los rusos han dicho la última palabra. Un grupo de especialistas soviéticos, del Instituto de Energia Atómica y del Instituto de Cirugia Cardiovascular de Moscú, ha ideado un nuevo método para el tratamiento de la arritmia cardiaca.

El ritmo cardíaco surge en determinadas células del tejido de la auricula derecha, extendiéndose luego a la izquierda y a los ventriculos. Las "partes" del corazón se contraen simultáneamente y éste cumple con su misiòn de bombear sangre. Los médicos suelen decir que el corazòn palpita normalmente cuando el ritmo es de 60-80 latidos por minuto. Pero este estado puede aletargarse, siendo la arritmia una dolencia en que se ha afectado el punto donde nace el ritmo y deteriorado las vias de excitación. El corazòn comienza a contraerse de forma asincrona y cumple mal su funciòn.

El cardioestimulador o marcapasos injertado en el miocardio salva la vida al paciente, quien, sin embargo, depende de una serie de circunstancias: estado climático, campos electromagnéticos externos, lesiones casuales, etc. Además, el cardioestimulador debe ser renovado sistemáticamente, siendo limitada su vida útil.

El director del proyecto, el catedrádico Leonid Bokeria explica: "Hemos decidido abordar el problema de un modo absolutamente distinto, para lo cual procedimos a elaborar una metodologìa de tratamiento quirtirgico de la arritmia y a crear un especial equipo computador de láser. La práctica mundial aún desconoce algo parecido a este método".

Un rayo láser de potencia variable actùa sobre los tejidos de la zona arritmògena del corazòn, tras obedecer a un programa especial almacenado en el computador. Bajo este efecto cambian las propiedades del tejido. Parte de éste se evapora, otra parte se paraliza y deja de participar en la formaciòn del ritmo cardíaco. Pero todo el tejido de conjunto fue funcionando y después de la opción puede compararse con un cráter croscòpico cuyas paredes tienen una estructura complicada. La pared exterios representa un tejido coagulado, sin vida y con las funciones cambiadas. La pared interna sigue funcionando normalmente. Esta estructura le permite al corazòn recuperar el ritmo normal.

Hasta el momento, en el Instituto Cirugía Cardiovascular de Moscù han practicado cerca de cuarenta opciones de este tipo, con buenos resultados. Ahora los especialistas están frascados en estudios para modernizar esta intervenciòn quirúrgica, y poder realizarla sin abrir el tòrax. El conducto de luz se insertará directamente e catéter y se aproximará al corazòn a través de los vasos.