AMOR SIN BARRERAS

En Colombia, la esterilización le lleva la delantera a la píldora como método anticonceptivo.

13 de febrero de 1989

En Colombía la esterílización desplazó a la píldora. Según las estadísticas de Profamilia, el método anticonceptivo más utilizado por la colombianas es la cirugía de lígadura de trompas. La Encuesta de Prevalencia Anticonceptiva realizada en 1986 señala que el 28.6% de las mujeres que planifican recurre a la esterilización, el 25.4% prefiere la píldora y el 17.4% utiliza el dispositivo intrauterino.
En los últímos 10 años las colombianas han variado considerablemente sus actitudes en materia de anticoncepción. En 1976, cuando se realizó la Primera Encuesta Nacional de Fecundidad, la píldora era el método preferido por las colombianas (37.2%). Le seguía el dispositivo (23.2%) y en tercer lugar el método del ritmo (14.0%). Hoy las cosas han cambiado. Así como la píldora ha perdido adeptas en aras de una solución definitiva, el uso del dispositivo también ha perdido popularidad a causa de la implementación en Colombia de nuevos procedimientos como son los "de barrera" (diafragma y preservativos). Y el poco confiable método del ritmo ha visto a sus seguidoras optar por sistemas más modernos y eficaces como los anticonceptivos inyectables y biodegradables. Curiosamente, el tradicional método de Ogino también se ha visto desplazado por el ancestral recurso del "retiro del hombre" o coito interrumpido. Hoy en Colombia de cada 100 parejas, 8 utilizan el método del ritmo mientras 10 practican el "retiro".

Cualquiera que sea el método utilizado, la verdad es que en materia de contracepción, Colombia es un país de cinco aclamado. En 15 años el país se ha puesto al día en planificación familiar. Mientras en 1974 sólo 38 de cada 100 colombianas utilizaban un método de regulación de la fecundidad, en 1988 esa cifra era de 68. Y en mayor proporción con métodos modernos. Este hecho es considerado "excelente" para un país del Tercer Mundo.

"Quiere decir que dos de cada tres parejas colombianas están planificando -señala el doctor Míguel Trías, dírector de Profamilia. En los países desarrollados el 80% de las parejas planifica mientras que en los del Africa lo hacen solo un 10% o un 15%".

Por ello, Profamílía recibió en octubre pasado el Premio de Población otorgado por las Naciones Unidas.
En los últimos 20 años la tasa total de fecundidad descendió en Colombia de 6.7 a 3.2. Hoy, según datos del Centro Régional de Población, el más alto índice de fecundidad está en la Costa Atlántica (4.4) y el más bajo en Bogotá (2.7). Es decir, que nacen casi dos costeños por cada cachaco.

Cada, día los laboratorios experimentan nuevos productos y hormonas que brinden mayor seguridad y tengan,menores efectos secundarios.
Los avances obtenidos en este sentido permiten disponer hoy de una gran variedad de métodos anticonceptivos que se ajustan a todas las necesidades. Sin embargo, no siempre el modernismo se impone. En España, por ejemplo, el "coito interrumpido" es el método anticonceptivo más utilizado. Y en los Estados Unidos es la píldora. En nuestro medio, la esterilización. Esto se explica, no sólo porque el mayor índice de utilización de métodos anticonceptivos está en mujeres de 30 a 45 años sino porque, como explica el doctor Trías, "las colombianas en su mayoría tienen uno o dos hijos más de los que hubieran querido. Entonces se recurre a la cirugía como una solución definitiva".

La fiabilidad parece ser el requisito exigido por las colombianas al elegir un método anticonceptivo. Y en este sentido la píldora brinda teóricamente una eficacia del 99.5%. "En la práctica -advierte el doctor Tríases del 97% ya sea por olvido o por la acción de algún medicamento. Muchas mujeres no tienen en cuenta, por ejemplo, que algunos antibióticos pueden interferir en la acción de la píldora".

La píldora, que es para muchas mujeres el "anticonceptivo ideal", ha sufrido muchos cambios en los últimos años. Hoy existen las llamadas "de tercera generación" o de bajas dosis, que presentan menos efectos secundarios. Existe también la llamada "píldora del día siguiente" que en caso de una relación accidental evita la posibilidad de un embarazo indeseado.

El dispositivo intrauterino, DIU, es aceptado en Colombia por la sexta parte de las mujeres que planifican.
En los últimos años se ha visto desplazado por los métodos "de barrera" simple (preservativo y diafragma) y químicos (espermicidas), que siguen siendo los más inocuos. Sin embargo, la tasa de embarazo de quienes los usan es más alta, ya que sus márgenes de error llegan a un 15%. Lo más efectivo es combinar los sistemas de barrera con los espermicidas para conseguir mayor eficacia. "Profamilia recomienda que sean usados simultáneamente; es decir, la tableta vaginal por la mujer y el preservativo por el hombre".

Mientras las investigaciones para conseguir la píldora perfecta son el reto de los laboratorios, otros consideran que los anticonceptivos del año 2000 serán los inyectables y biodegradables que esterilizan a la mujer por periodos que van desde 30 días hasta cinco años.

Los inyectables que hoy son utilizados en muchos países -como la depoprovera, que se aplica cada tres meses han sido cuestionados por la FDA (Agencia para la Alimentación y Drogas) de los Estados Unidos, a raíz de una serie de investigaciones en animales que los señalaron como sospechosos de inducir el cáncer mamario.
A raíz de la prohíbición en el mercado norteamericano, Profamilia decidió no utilizarla en Colombia. En el mercado nacional se consiguen sin embargo inyecciones de aplicación mensual que, aunque son muy cómodas y eficaces, debido a su alta concentración de hormonas, no son recomendadas por muchos especialistas. Los implantes biodegradables, que se injertan bajo la piel del brazo, tienen una acción efectiva de cinco años y ofrecen una protección casi total. El obstáculo que presentan estos productos son sus efectos secundarios: alterar el ritmo menstrual y ocasionar pequeñas hemorragias y, en algunas personas, producir dolor de cabeza.

El año pasado salió también al mercado un "preservativo femenino" que aún no se ha experimentado en Colombia. Es como el negativo del condón, un capuchón de plástico que se coloca en el cuello de la matriz y protege las paredes vaginales. No ofrece ningún riesgo y tiene una tasa de garantía similar a la del preservativo masculino (95%), por lo que el ideal es utilizarlo junto con el óvulo espermicida para aumentar su efectividad.
Si bien las mujeres fueron las primeras encargadas en asumir la planificación familiar en Colombia, hay que decir que en los últimos dos años la contracepción masculina ha aumentado considerablemente. A ello ha contribuido sin duda la creación de las llamadas Clínicas del Hombre, de Profamilia, que llevó a que los colombianos, que se intimidaban ante los consultorios atestados de mujeres, hayan perdido el miedo a consultar sobre reproducción.

Para el sector masculino existen sólo dos métodos anticonceptivos, el preservativo y la vasectomia. El primero ha cobrado gran popularidad últimamente, a raíz de las recientes campañas de prevención del SIDA. Y la vasectomía ha empezado ya a romper las barreras del machismo; el año pasado se realizaron en Profamilia 1.528 operaciones. Aunque todavía la cirugía se practica en menor escala en el hombre que en la mujer (el año pasado se esterilizaron 9000 mujeres).
Pero si hace seis años se operaba un hombre por cada 60 mujeres, hoy lo hace uno por cada seis.

El alarmante incremento del embarazo adolescente ha llevado a que la anticoncepción deje de ser un asunto "para mayores". Dentro de la nueva dinámica de las relaciones afectivas de los adolescentes, a la par con una información sexual se hace necesaria una ayuda oportuna. Al respecto el director de Profamilia señala: "En un país como Colombía donde el aborto está absolutamente prohíbido, la mejor forma de romper sus causales es la información y la utilización de métodos anticonceptivos que sean confiables. Dada la cantidad de consultas que recibimos también por parte de gente joven, hemos solicitado el apoyo económico para montar una pequeña clínica dirigida exclusivamente a la consejería y el servicio a los adolescentes. Esto sin duda contribuirá a evitar esa tragedia social que constituye en nuestro medio el embarazo indeseado ".

Para quienes temen el uso indiscriminado de anticonceptivos por parte de los menores de edad -conocido como el "síndrome inglés" el doctor Trías señala: "En Colombia no se vive la adolescencia como en los países desarrollados. En nuestro medio, se pasa de la niñez a la unión de pareja casi inmediatamente, especialmente en la clase media y baja. Por ello se hace necesario implementar programas especiales para jóvenes.
Es la mejor forma de evitar el aborto".

Razones como esa hacen que Colombia sea visto en la comunidad internacional como un país modelo en términos de planificacion familiar. -