Prevencion

¡Ay, Ay, Ay, Ay, Ay!

Más del 40 por ciento de los colombianos sufren algún tipo de dolor físico según una encuesta y sólo el 9 por ciento recibe el tratamiento adecuado.

2 de mayo de 2004

El dolor es el principal motivo de consulta en el mundo, la segunda causa de incapacidad y la tercera razón de indemnización y pensión por invalidez. El sufrimiento físico influye en la baja productividad laboral y por cada cinco personas con dolor crónico, una sexta debe inhabilitarse para dedicarse al cuidado y atención de los enfermos. Según la Tercera Encuesta Nacional sobre el Dolor, divulgada esta semana, más del 40 por ciento de los colombianos presenta algún tipo de dolor que necesita tratamiento. El 95 por ciento de estos padecimientos físicos pueden ser aliviados y sin embargo sólo el 9 por ciento de las personas que los sufren reciben el tratamiento adecuado. Estos sujetos suelen ser los que siempre están quejándose porque los remedios no les sirven y en lugar de ser curados terminan convirtiéndose en la pesadilla de los profesionales de la salud, los familiares y los jefes, quienes no soportan un minuto más la fastidiosa retahíla de la gente que todo el día dice: "Me duele la espalda", "me duele la garganta" o "tengo dolor de cabeza" Según el médico Carlos Francisco Fernández, presidente de la Asociación Colombiana para el Estudio del Dolor, estos pacientes no se quejan por llamar la atención sino que en realidad están sufriendo. "El dolor es una sensación desagradable que está relacionada con un daño real o potencial del organismo. El dolor agudo es aquel que desaparece cuando se ataca la fuente que lo produce, pero existen otros dolores que son crónicos y son terribles porque se resisten a desaparecer. Ese sufrimiento es el que está siendo desatendido", señala el especialista. El dolor ha dejado de ser un síntoma para convertirse en una enfermedad en sí misma y por desgracia el personal médico no está entrenado para manejar el tema en la sala de urgencias ni en consulta. Todavía persiste la creencia de que el dolor es la única manera de diagnosticar una enfermedad y en algunos casos, tanto médicos como enfermeras dejan que el paciente sufra mientras hacen la evaluación pertinente del caso. Eso le ocurrió a Cristina Gómez, quien desde hace una semana tiene faringitis aguda. "Me tocó rogarle al médico de urgencias para que me diera algo más fuerte que un acetaminofén. Me dijeron que como no tenía fiebre no podían darme otra cosa y que tuviera paciencia que en 24 ó 36 horas iba a sentir una mejoría. No puedo pasar bocado del dolor y aunque me incapacitaron un día me siento tan mal como al principio". Para el doctor Fernández lo anterior es inaudito. "Dejar que las personas sufran cuando es posible calmarles el dolor es inmoral. El dolor afecta la tensión arterial, el ritmo cardíaco, acompaña la depresión, genera ansiedad y puede inducir al suicidio", afirma el experto, quien espera que la celebración del Día Nacional por una Colombia sin Dolor el próximo 7 de mayo sirva para sensibilizar al personal médico y a la población sobre la importancia de universalizar los tratamientos contra el dolor. "Muchas veces la gente se opera de la espalda sin necesidad pues el dolor podía haberse tratado con medicamentos. La ciencia ha avanzado mucho y existen más opciones que los analgésicos. Incluso se ha descubierto que algunos antiepilépticos pueden aliviar el dolor", añade. En el país funcionan 76 clínicas del dolor en las que un grupo interdisciplinario de profesionales atiende a los pacientes para determinar las causas de aquellos malestares sin explicación. Aunque los pacientes que llegan suelen ser casos críticos, se espera que con el tiempo más personas acudan a las clínicas especializadas para diagnosticar el dolor a tiempo y así evitar tantos sufrimientos innecesarios.